Bankia recela del préstamo avalado por los pisos para terminar el nuevo Mestalla

El Valencia quiere terminar su nuevo estadio con un préstamo avalado por la venta de los pisos del viejo Mestalla y ADU prevé efectuar un único pago por la parcela en julio de 2022. Estas son las intenciones. Falta la realidad. Y, además, en este teorema está ausente el actor principal. ¿Qué piensa Bankia de todo esto? Hay que recordar que la carga principal sobre inmuebles que tiene el Valencia es la hipoteca a favor de la entidad financiera por importe de 129 millones por los terrenos donde se ubica el coliseo en la avenida de Aragón. En el último ejercicio se ha adelgazado la deuda en casi trece millones pero el vencimiento no llegará hasta 2029. Bankia es conocedora de los pormenores de la propuesta de ADU para compar Mestalla y de los cálculos de la entidad para mudarse a Cortes Valencianas. Se trata de una opción que se habló en alguna de las conversaciones entre club y banco, pero entre los responsables de riesgos de la sede central de Bankia la idea no seduce demasiado. Es más, directamente no convence. Están a la espera de nuevas reuniones para clarificar la comprometida operación.

El Valencia adeuda en estos momentos más de 500 millones de euros y ahora se aventura a solicitar un nuevo préstamo para finalizar las obras del estadio de Cortes Valencianas. En estos momentos el club blanquinegro paga a los bancos –Bankia y CaixaBank– 14 millones de euros cada año por la deuda acumulada. Y con ellos también tendrá que negociar el traslado de las obligaciones hipotecarias que tiene el viejo estadio, pasándolas al nuevo. Porque la cooperativa ADU fue muy clara en este aspecto: «Compraremos el suelo libre de cargas».

Bankia quiere estar seguro de cada paso que se dé. Huye de los riesgos ante un hipotético crack de la cooperativa. Y es que en el calendario de la negociación el Valencia tiene que solicitar el préstamo una vez se obtenga la licencia de obras y habrá que esperar a julio de 2022 para que ADU abone al club la compra de la parcela en un único pago (de más de 113 millones de euros). Si todo fructifica, el Valencia estrenará su nuevo coliseo, parado desde hace años, para la campaña 2022-2023 tras un gasto de entre 100 y 140 millones.

Tanto el Valencia como la cooperativa han solicitado la colaboración tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento. Para poner toda la maquinaria en marcha, el paso previo a la concesión de la licencia urbanística es la reparcelación de los terrenos de Mestalla. Y el Ayuntamiento de Valencia ha sido muy claro: sólo la acometerá cuando el club ofrezca señales claras de que acabará el nuevo estadio, como desveló ayer LAS PROVINCIAS. Así, el gobierno municipal quiere evitar que le salpique cualquier reclamación en los tribunales por el retraso en la construcción del medio millar de pisos en el solar de Mestalla.

Es el Valencia el que tiene que solicitar la reparcelación, paso que todavía no ha dado. El plan urbanístico ya está aprobado, con las torres previstas, los jardines, la zona comercial –será 'Edificios Mestalla quien la explote– y los equipamientos públicos, pero el movimiento necesario es la reparcelación. De momento se han producido dos encuentros informativos de la delegación de Renovación Urbana con responsables del proyecto, una para dar a conocer los aspectos de la zona comercial y otra para las viviendas.

Bankia no sólo estará muy presente en la decisión final sobre el préstamo del Valencia y el aval que elija para terminar el nuevo estadio blanquinegro. ADU la ha involucrado, y a otras entidades, en la financiación del complejo de viviendas. José Luis Santa Isabel (responsable de la cooperativa) apuntó a la relación que tiene con la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri, además de con La Caixa, Santander y BBVA. «Todos quieren trabajar en este proyecto. No hay prisa, igual que con el constructor», manifestó.