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Rubén Baraja grita a sus jugadores durante el encuentro contra Osasuna. EFE/JUAN CARLOS CÁRDENAS

Baraja exprime la pócima de la salvación

La mejoría defensiva, los cambios en el estilo de juego y la llamada a la afición, principales claves | El Valencia ha estado cinco jornadas seguidas en la zona del descenso y aunque no hay margen suficiente, se percibe al menos cierto alivio

Lunes, 13 de marzo 2023, 02:16

En el Valencia nadie se acuerda ya de la moda de las collejas a los jugadores; ni de gestos con el puño a algunos futbolistas – ... propios– cuando pasan por el banquillo; ni de patadas a la nevera portátil; ni de sorprendentes saludos a los aficionados que están sentados en la primera fila de Mestalla; ni de defensas sacando el balón como si alguno de ellos tuviera la destreza de Parejo cuando enmudecía Mestalla jugándosela siendo el último hombre; ni de presión alta; ni de goles en contra... con Rubén Baraja el Valencia ha sufrido una transformación importante y a eso se aferra no sólo el técnico sino también el vestuario, los dirigentes y también la afición.

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Ni es la jornada 38 ni hay margen todavía para el respiro pero ya es noticia que el Valencia, cuando se cierre oficialmente este lunes la jornada 25, esté fuera del área de descenso. Cinco jornadas seguidas ha estado metido en la hoguera y aunque todavía va a haber mucho que pelear, la sensación de alivio es importante.

Varios son los aspectos que se han transformado desde que llegó Baraja al banquillo –una apuesta de cierto riesgo para Meriton– y que en definitiva han provocado que el Valencia haya ganado dos encuentros seguidos en Mestalla, una circunstancia que sólo se registró casi al comienzo de la temporada (cuando sumó el triunfo ante Getafe y Celta). Todavía por entonces el Valencia jugaba al molde que había preparado Gattuso. Era noveno.

Más seguridad atrás

Mamardashvili, sin trabajo

Cinco partidos lleva el Valencia en toda la Liga con su portería a cero. Dos de ellos con Baraja en la dirección. Contra la Real empezó a palparse esa evidencia pero ante Osasuna quedó más clara esa dedicación blanquinegra cuando Mamardashvili fue poco menos que un espectador de lujo. Ni un solo remate a puerta de Osasuna en los noventa minutos. Eso dice mucho en favor del concepto defensivo del equipo. Baraja quiere reconstruir el Valencia desde atrás y una de sus primeras decisiones que tomó nada más llegar fue que los futbolistas se olvidaran de esa presión alta que le salió bien al principio a Gattuso y que fue perdiendo poco a poco efectividad. El Valencia es el único equipo que hoy por hoy tiene equilibrado el número de goles a favor y en contra (28) tras estas 25 jornadas.

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Sirva una referencia válida por lo que representa Marcelino. Cuando vino el técnico asturiano, el primer objetivo que se propuso fue reducir drásticamente el número de goles que había encajado el Valencia en el ejercicio anterior: 2016-17.

En total fueron 65 goles los que había encajado (56 a favor). La media por entonces (por el Valencia habían pasado ese año Ayestarán, Prandelli y Voro) le salía a 1,7, ahora la cifra que sale está en 1,12 por encuentro.

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El balón, mejor para el rival

Del 74% al 37% de posesión

El Valencia de Gattuso quería el balón para meter al rival en su campo todo el partido. Con el italiano, el porcentaje máximo de posesión que llegó a acumular el equipo fue en el partido contra el Cádiz en Mestalla (0-1) yéndose hasta un 74%. Contra la Real, en San Sebastián, el Valencia también alcanzó una cifra bastante alta: 73%. Lo habitual era situarla en torno al 60%. Con Baraja se ha reducido notablemente ya que aunque contra Osasuna se llegó al 54%, frente a la Real por ejemplo sed registró una de las cifras más bajas esta temporada: 37%. Ante el Getafe un 54 y en el Camp Nou un 47%. La velocidad en la contra se ha convertido en uno de los lemas de cabecera ahora.

Mestalla lo pidió a voz en grito

Saque en largo... siempre

Pasó el día de la Real, en el estreno de Baraja en Mestalla. El Valencia había salido con el balón desde atrás en Getafe –ya con el nuevo entrenador en el banquillo– y lo volvió a poner en práctica contra el equipo donostiarra. Pero fue tal el desaguisado que Mestalla no tuvo el menor reparo en protestar cada vez que se producía esa acción en el primer tiempo. Ni Paulista ni Diakhaby –los centrales ese día— supieron gestionarlo bien. Por eso en el descanso, Baraja hizo borrón y cuenta nueva. Saque en largo del portero. Y desde entonces, el Valencia no juega ni un solo balón desde atrás.

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Discurso acertado

El Pipo dirige a la afición

Meriton supo de antemano que con Baraja, se tenía ganado de salida el favor de la afición. Así ha ocurrido. El Pipo marca el ritmo popular. Anduvo con cuidado en su primer partido con lo de las protestas en la calle pero luego su discurso ha ganado en seguridad, no sólo al pedir la entrega absoluta de la grada desde el primer minuto sino al exigir poco menos que el autobús del equipo entre por la avenida de Suecia con lo que eso conlleva a nivel de motivación para unos jugadores sobrepasados.

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