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José Bordalás suele mantener la mesura en sus ruedas de prensa tras los partidos. Gane, empate o pierda el Valencia. La utilizó en el arranque de su equipo (10 de los 12 primeros puntos sumados) para evitar que se lanzaran las campanas al vuelo y después cuando arrancó una mala racha de resultados que aún arrastran tras el empate ante el Rayo en Mestalla. El sábado subió la carga de su discurso, dando un primer aviso a sus jugadores de que el tarro de su paciencia se está agotando. Algo que también puede aplicarse el club.
El técnico alicantino comenzará mañana el trabajo de la semana, hoy el Valencia tendrá jornada de descanso, sin defensas para afrontar el siguiente partido liguero, el domingo por la noche en Vigo. Así, en plural. «Lo habíamos hablado». Esas fueron sus palabras, con un halo de amargura, cuando fue preguntado tras el tercer empate consecutivo de su equipo sobre el riesgo que tenían Diakhaby y Foulquier de ver la quinta amarilla en un momento donde se acumulan las bajas en la línea de retaguardia. Ninguno de los dos estarán ante el Celta al cumplir un partido de sanción y Bordalás, que no escondió su malestar con la situación, se adelantó al debate sobre recuperar efectivos dejando claro que afronta la semana sin contar con Gabriel Paulista y Thierry Correia. Los dos lesionados que, a falta de partes médicos que vayan explicando su situación, más dudas siguen acumulando con respecto a sus respectivas recuperaciones.
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El problema defensivo para Bordalás le obliga a plantear la semana con algunos guiones cambiados. Para el partido de Copa en Utrillas del jueves, Diakhaby y Foulquier, que no jugarán en Vigo, seguro que saltarán en el once. Al resto con perfil defensivo, Bordalás está obligado a reservarlo. Si se cumple el vaticinio de no recuperar ni a Paulista ni a Correia para la cita en tierras gallegas, Alderete formará pareja en la zaga con un Guillamón que esta temporada está contando para el técnico como mediocentro. Si es Wass el sustituto de Foulquier en el lateral derecho, el Valencia presentará una revolución en el centro del campo, con Racic y Carlos Soler como una de las opciones. Otra, el regreso del 4-3-3.
Fichajes de invierno
En la previa del partido ante la Real Sociedad, Bordalás dejó claro que el club no le ha comunicado que se vayan a realizar ventas en el mercado de invierno. «No me han trasladado nada hasta la fecha. Estamos tranquilos, salen noticias, datos y números que no son de mi competencia y sinceramente no estoy preocupado. En el momento en el que el club nos traslade cual es la situación a día de hoy... no me ha trasladado nada, seguimos trabajando con la armonía habitual», zanjó. Es importante fijarse en las palabras. En esa armonía a la que se refirió el técnico del Valencia está implícita la visita que tiene pendiente Bordalás a Singapur para reunirse con Peter Lim y las conversaciones telemáticas que ha mantenido con el máximo accionista donde le ha dejado muy clara su opinión con respecto al mercado de fichajes, donde estima que la plantilla debe reforzarse como mínimo con un central. El mejor ejemplo es el panorama hoy, con dos de esos tres jugadores no disponibles para el partido contra el Celta. La realidad de su club es que tiene presupuestado vender jugadores por un beneficio neto de 37,7 millones antes del 30 de junio para terminar el ejercicio perdiendo 36,59.
Con Paulista pendiente de una segunda valoración médica, se ha perdido los últimos tres partidos por su lesión muscular, y Correia acumulando sólo 401 minutos esta temporada, para las dos listas de convocados de esta semana será César Tárrega, central del Mestalla y que ya entró en la citación contra el Rayo, el que apuntale la plantilla.
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