Cristiano Lucarelli era un ariete que llegó a un Valencia emergente en 1998 tras haber jugado en varios equipos italianos. Jugó por primera vez de manera oficial en el Peruggia, pero su nombre empezó a resonar cuando militaba en el Atalanta. En 1997, Lucarelli dejó una imagen para el recuerdo del fútbol cuando celebrando un gol con la sub 21 italiana contra Moldavia, se quitó la camiseta mostrando la que llevaba debajo. En ella se veía la imagen del Che Guevara, el revolucionario argentino. En Italia, ese gesto se vivió como una provocación sin precedentes, lo cual determinó el truncamiento en su carrera como futbolista en su país.
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En 1998, Claudio Ranieri dirigía al equipo valenciano y a la llegada del italiano, lo colocó como titular durante la primera parte de la temporada. Sin embargo, Lucarelli fue olvidado en el banquillo durante la segunda parte de la campaña. Su desaparición del terreno de juego era más que notable y todo apuntaba a que era por la buena evolución que estaban teniendo Adrian Ilie y Claudio 'Piojo' López. Durante su etapa como valencianista, tan sólo jugó 14 partidos oficiales, 8 de Liga y ninguno de ellos fue en el torneo del KO, que ese año ganó el equipo del Turia. Lo que sí que consiguió el italiano durante su paso por el Valencia, fue la Copa Intertoto de la UEFA.
Su poca repercusión en el campo de juego y en el banquillo hizo que fuese traspasado al Lecce. Allí no paró de marcar goles, uno tras otro, en total 27. Completó hasta 59 partidos y estuvo allí hasta el 2001. Tras su paso por el Lecce, se fue a Torino donde también realizó un gran paso. Finalmente, fue fichado por el equipo de su ciudad natal, Livorno. En la temporada de 2007, fue contratado por un equipo ucraniano, el Shaktar Donetsk, con el que debutó en la Champions League. Tras su paso por varios equipos más, incluyendo su vuelta al Livorno, terminó su carrera en el Napoles en 2012, con el que ganó la Copa de Italia.
Después de su carrera como futbolista profesional, Lucarelli sigue ligado al mundo del deporte. En cuanto se retiró, comenzó siendo entrenador del equipo alevín nacional del Parma. Pasó por varios clubes como entrenador para terminar siendo actualmente el técnico del Catania, un equipo siciliano de la Serie C. El jugador toscano no dejó huella de ningún tipo en la capital del Turia, pero lo que está claro es que lo hizo en muchos otros equipos donde sí marcó momentos memorables.
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