Paco Camarasa posa Damián Torres

Camarasa: «No creo que sepan lo que es el Valencia ni un club de fútbol»

El capitán que levantó la Copa de 1999 cree que le han despedido como delegado por su amistad con Marcelino: «Es algo muy triste»

Miércoles, 5 de agosto 2020, 13:48

Francisco José Camarasa Castellar (Rafelbunyol, 1967) intenta superar rodeado de los suyos el mazazo que supuso para él las formas con las que el Valencia le comunicó el lunes que dejaba de pertenecer al club. Tras cuatro décadas de servicio –desde las categorías inferiores como jugador a su función de delegado del primer equipo– su capítulo final fue un sobre y una carta.

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–¿Cómo lo lleva?

–De momento estoy asimilando la situación, como estaba de vacaciones aún lo llevo pero a partir de la semana que viene que empieza la pretemporada a ver cómo me siento.

–¿Se lo esperaba?

–No, para nada. Después de cuando pasó lo de septiembre pensaba que estaba zanjado todo pero estaba equivocado.

–Meriton no olvida ni perdona. ¿Es cierto que en aquel momento los capitanes del Valencia frenaron su despido?

–Cuando despidieron a Marcelino me salpicó el tema y los capitanes sí que defendieron mi situación y fueron los que me salvaron de que me echaran.

–¿Estaba ya haciendo trabajo previo antes del arranque de la pretemporada?

–Sí, claro. Ya era el momento de mandar mensajes a los jugadores para comunicarles que el lunes 10 de agosto tenían que incorporarse al trabajo a falta de concretar los horarios.

–¿Había mantenido contacto con Javi Gracia?

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–No, con Javi Gracia no he hablado. No le conozco.

–¿Qué motivos le han dado para su despido?

–No me han dado ningún motivo ni explicación. Me llamó Julian Suescun (jefe de personal) y me dijo que quería hablar conmigo, que me pasara por el club. Cuando me llamó él ya me imaginé que tenía alguna noticia negativa para mí.

–Llevaba cuarenta años en el Valencia, entre todas las etapas, y le han despedido por carta.

–Así es. Es algo muy triste. Después de todos los años que llevo trabajando en el club, tanto de jugador como después de delegado, para mí es muy triste que un club, bueno en este caso la empresa en el que estaba trabajando, que te despidan tras cuarenta años por una carta, que te la entregue un empleado que es conocido y amigo tuyo y que no sepa decirte el por qué es triste.

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–¿En un momento así se sintió humillado al recoger el sobre?

–Sí, en ese momento me sentí algo así porque es que no sé el motivo. Si al final hubiera pasado algo o me lo hubieran explicado... pero estoy con la conciencia tranquila. Todas las personas que trabajan en el club están sorprendidas por lo que ha ocurrido, tanto jugadores como compañeros de trabajo. Ninguno esperaba esta situación. Si hubiera hecho mal mi trabajo estaría un poco resentido por haber fallado o no haber rendido pero no he tenido nunca ningún problema. Tengo mis cábalas y creo saber el motivo pero si es el que siento sería aún más triste e increíble.

–¿El motivo que intuye es su amistad con Marcelino?

–Sí, ese es el que pienso. Es la única opción que creo que pueda ser porque ya en su día casi ocurre. No encuentro otro motivo ni explicación. Si es por eso pues bienvenido sea porque no he hecho nada malo. Mi trabajo es tener buena relación con los entrenadores, si no no querrían que estuviera trabajando con ellos.

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–Lo dice como si fuera algo lógico pero si ese es el motivo no parece muy normal en un club del nivel del Valencia.

–Si ese es el motivo es muy triste pero repito que tengo la conciencia muy tranquila. Cada uno que le ponga el calificativo que quiera pero si el motivo de mi despido es por tener una buena relación con una persona no hay más que decir. Se define sólo.

–¿Le han llamado jugadores?

–Sí, me han llamado. La gente que me quiere y me aprecia me ha llamado. Algunos mensajes muy emotivos.

–¿Siente que con usted se ha iniciado la limpieza del vestuario hasta quitar todo lo que recuerde a esa etapa de Marcelino, incluyendo a jugadores como Parejo o Rodrigo?

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–No sé si es el inicio pero he sido uno de los primeros. No doy más vueltas a si soy el inicio, el final o si va a seguir. Ahora el que tengo que tirar hacia delante soy yo.

–¿Cómo calificaría su relación con Anil Murthy?

–Pensaba que era buena, que era normal. Nunca he tenido problemas con él, hasta conocer que me iban a despedir. Me hubiera gustado saber al menos el motivo.

–Meriton lleva desde 2014 en el club. ¿Cree que han comprendido lo que es el Valencia o aún no lo saben?

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–No creo que sepan lo que es el Valencia ni un club de fútbol. No sé ni cómo calificarlo, no sé ni lo que piensan, ni lo que creen ni lo que ven.

–En el mismo día el club le transmitió a usted y al doctor Giner su despido, entre los dos suman casi 70 años en el Valencia.

–Cuando Toni Giner salió de Paterna por la mañana, porque él fue a la Ciudad Deportiva a trabajar como un día más, me llamó para decirme que se lo habían comunicado. El primero al que llamó fue a mí porque tengo una gran relación con él. Estaba muy fastidiado e intentaba darle ánimos. Lo que no podía pensar en ese momento es que unas horas después la llamada iba a ser al revés. Fue un día muy triste para los dos.

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–¿Está perdiendo la entidad su esencia histórica?

–Se ha perdido toda. Ahora quieren hacer un nuevo Valencia, con una nueva gente y una nueva filosofía. Ellos sabrán que son los que entienden y los que mandan.

–¿Si pudiera hablar con Peter Lim qué le diría?

–No tengo nada que hablar con ninguno de ellos pero le diría que el Valencia es algo más que una empresa. Por lo menos para mí y para el valencianismo. Se está haciendo mucho daño pero al final son los que mandan y los que tienen el poder. Hay que acatar lo que ellos quieren a nivel profesional pero lo que no pueden hacer es que fuera del trabajo también quieran controlar con quien te relacionas. Eso no se puede permitir.

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–Le damos muchas vueltas a la labor de Meriton pero conviene recordar que si Lim entró en 2014 fue porque, entre muchas cosas, ningún empresario valenciano puso el dinero.

–Eso es así. Estamos viviendo este momento porque Lim compró la mayoría accionarial del club y los valencianos lo permitimos. Él lo hizo y ahora lo está manejando como él cree que es mejor.

–Ahora es un valencianista más. ¿Le preocupa la deriva que está cogiendo el club?

–Sí, evidentemente. Me preocupa el Valencia porque son muchos años los que he estado en el club y al final soy valenciano y valencianista. Creo que antes de que nacieran ellos. Me preocupa muchísimo porque estando dentro se ven cosas bastante mal hechas. Me preocupa bastante y ójala que no pase lo que muchos pensamos que puede pasar.

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–¿Qué puede pasar? ¿El Valencia corre peligro?

–No sé si corre peligro pero sí que puede pasar un momento complicado porque vamos a un cambio regenerativo nuevo, tanto de futbolistas como de personas.

–Del despido de Marcelino también se habló mucho. El entrenador declaró que su gran error fue ganar la Copa de 2019. No suena normal que ganar un título sea algo malo en un club.

–Si el motivo fue ese es para que alucinemos todos, no sólo él. Lo que quieren los profesionales y los aficionados siempre son títulos y despidieron a un entrenador después de meter al Valencia dos años consecutivos en Champions y ganando la Copa en un año tan importante para el club como el del Centenario. El premio a todo ese trabajo fue su despido, es normal que flipara él y flipáramos todos.

–¿Qué pensó ese día?

–Ese día llegué a casa pensando que no era real porque era algo tan increíble que no me entraba en la cabeza. Fue algo muy extraño y nosotros que lo vivimos desde dentro pues veías lo que sentía el vestuario y la ilusión que se había creado con lo difícil que es crear algo así en el fútbol. El ambiente y la unión del vestuario entre técnicos, jugadores y trabajadores era increíble y por eso también lo fue esa decisión.

–Paco Camarasa forma parte de una generación de futbolistas como Giner, Voro o Fernando que no pudieron conseguir un título con el Valencia. Usted lo hizo con la Copa del 99.

–Sí, aquel fue un momento muy emocionante porque es cierto que acordé de muchos compañeros. Me quedo con esos momentos bonitos que viví en el Valencia y levantar esa Copa con Mendieta y Claudio López fue uno de ellos.

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–¿Con que más se queda?

–Con las imágenes que tengo del valencianismo cuando conseguíamos los títulos y volvíamos a Valencia. Me viene siempre esa imagen de la gente celebrando y feliz. Me quedo con la alegría de la afición, tanto con la Copa de 1999 como la que conseguimos 20 años después.

–¿Y del Centenario?

–Para los que hemos formado parte del Valencia fue algo muy importante. Llegar a 100 años no lo consiguen todos los clubes. El poder vivir ese momento, el día del partido de las leyendas, con compañeros de diferentes generaciones de futbolistas fue muy bonito. Para los valencianos y valencianistas seguro que fue muy emotivo. Un año inolvidable.

–¿Cómo afronta ahora el futuro en este momento laboral tan complicado con la pandemia?

–La verdad es que no lo sé. Ahora quiero tener tranquilidad y paciencia, no volverme loco con esta situación y hacer cosas de las que luego me arrepienta. Los mensajes que me están llegando son de gente que me quiere. Eso es con lo que me quedo.

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