Soler recoge en Mestalla el testigo de su ídolo

Carlos Soler cumplió un sueño el pasado domingo. El de enfrentarse a su ídolo de infancia, David Silva, y poder intercambiarse la camiseta con él al final del encuentro. Cuando el mago canario comenzó a maravillar a Mestalla en la temporada 2006-07, Soler era un niño de tan solo 10 años que daba sus primeros pasos en Paterna como canterano y disfrutaba como aficionado de la calidad de Silva. Doce años después, el de Arguineguín volvía a pisar la que fue su casa y el destino quiso que en frente tuviera al joven al que llenó de alegría hace más de una década haciéndose una foto con él.

Coincidieron en el campo algo más de 20 minutos. Ninguno de los dos fue titular. Bordalás reservó a Soler para el inicio de la segunda mitad mientras que Alguacil sacó al ex del City al terreno de juego en el 73. Silva tiene ya 36 años, no cuenta con el ritmo competitivo de su mejor etapa, pero la calidad en sus botas sigue intacta. Soler, a sus 25 años, tiene todo el futuro por delante y la ilusión de seguir los pasos de una carrera inmaculada como la del canario.

Llegó el final del partido, y ambos aprovecharon para intercambiarse la camiseta. Un sueño cumplido para el mediocentro valencianista, que aprovechó en sus redes sociales para mostrar su satisfacción: «Un placer coincidir contigo en este campo después de haberte admirado durante tantos años. Trayectoria más que envidiable ». No era la primera vez que se enfrentaban, pero sí la primera que lo hacían en el estadio valencianista. Silva volvió a sentir el cariño de Mestalla, que le brindó una sonora ovación cuando ingresó al campo. Nadie en Valencia olvida al '21'