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El 'transfer request' es una fórmula exclusiva de la Premier que no es otra cosa que plasmar formalmente por escrito al club lo que aquí se hace con una llamada telefónica o una visita del representante del futbolista al director deportivo o al presidente. El objetivo de ambas opciones no es otro que comunicarle al club que se quiere ir, con una estrategia de endurecimiento del escenario si se opta por la opción inglesa. Ettien Capoue ha llegado hasta aquí después de semanas y semanas de conversaciones y de una espera que empieza a ser interminablemente angustiosa para todas las partes. A sus 32 años, el centrocampista francés por el que suspira Javi Gracia ha seguido los pasos de gente como Xabi Alonso (del Liverpool al Real Madrid), Fernando Torres (del Liverpool al Chelsea) y Modric (del Tottenham al Real Madrid) entre otros muchos. En su caso, lógicamente, para poner rumbo a Valencia donde le tendrán que asegurar como mínimo esos dos años de contrato que todavía le quedan firmados con el Watford. Curioso será si Anil Murthy acaba firmándole un contrato al francés por dos temporadas. Habrá que ver si el presidente del Valencia se decide a explicar públicamente la situación, porque el futbolista llega con una edad que desborda esos mínimos que en su día se plantearon y se jubilaría como blanquinegro como mínimo a los 34.
Pero para llegar ahí, primero tiene el Valencia que superar su propia capacidad negociadora. Y es ahí donde Meriton se la vuelve a jugar. Lo que no consiguió con Jeison Murillo (28 años) y la Sampdoria, ahora lo tiene que hacer con Capoue y un club inglés que, eso sí, al menos está en una posición un tanto en desventaja al haber descendido este año de la Premier. A Gracia, que Murillo se pusiera prácticamente a su disposición le sirvió para ganar puntos en esta complicada situación que tiene. A punto de jugarse la tercera jornada de competición, el técnico lucha prácticamente contracorriente por salvar de la mejor manera posible unos puntos igual de importantes que los que se jugarán en la jornada 38.
Y si, por ejemplo, Esquerdo ha tenido que jugar los dos partidos de titular, es más que probable que vuelva a hacerlo mañana contra el Huesca. Contra todo pronóstico, porque Gracia esperaba hace ya varias semanas que Capoue se hubiera ya estrenado como valencianista.
Su último partido oficial fue el 11 de julio pasado, tres jornadas antes de que la Premier echara el cierre a la competición. Los dos encuentros del presente ejercicio que en la segunda división inglesa se han disputado, para Capoue sólo le han servido para disfrutar del partido sentado cómodamente en una butaca.
Capoue no quiere ponerse más la camiseta del Watford y cuando se llega a este punto, la lógica del fútbol pronostica que hay un altísimo porcentaje de posibilidades que va a terminar saliéndose con la suya. Él apuesta de blanquinegro porque conoce muy bien lo que espera de él Javi Gracia, porque el Valencia va a significar un repunte en su carrera profesional y porque en Watford su rendimiento se había puesto en entredicho esta pasada campaña.
Pero entra en juego ahora esa posición de fuerza que desde Singapur se ha señalado y que fue lo que al fin y al cabo acabó echando por tierra la contratación de Murillo. El Valencia ni quiere pagar traspaso ni tampoco obligarse a una compra el año que viene tras la cesión. Con esa firmeza el margen de maniobra en la negociación se reduce considerablemente. Por eso ha tenido que entrar abiertamente en la escena el futbolista, lo que de alguna manera ha provocado la reacción de los propios seguidores del Watford. En el periódico de la ciudad, la mayoría de seguidores le ha escrito agradeciéndole sus cinco años de dedicación (llegó en verano de 2015 procedente del Tottenham Hotspur), pero también los hay que le señalan como uno de los causantes del batacazo que se dio el año pasado el equipo, que terminó decimoctavo.
Capoue, mucho más poderoso en el tren inferior que Parejo, destaca sobre todo por su acierto a la hora de distribución del balón. Esa buena capacidad física le permite, además, ser un buen elemento a la hora de fortalecer el engranaje defensivo, precisamente una de las carencias que tiene al Valencia poco menos que contra las cuerdas. Gracia considera que él y Kondogbia dotarían al Valencia del músculo necesario.
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