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Si Peter Lim pensaba que la designación oficial de España como una de las sedes del Mundial de 2030, con Valencia como una de las candidatas a albergar partidos, iba a jugar a su favor a la hora de firmar un nuevo convenio para terminar ... el estadio, parado desde 2009, flexible en las condiciones para sus intereses, de momento se ha equivocado. La primera reacción política en clave valenciana al anuncio de la FIFA ha sido de calado. La alcaldesa María José Catalá, es decir la responsable de la institución que tiene que firmar ese convenio, se ha mostrado contundente cuando ha sido preguntada este jueves por la situación: «No vamos a condicionar el trámite del nuevo estadio al Mundial. No se van a rebajar la exigencias ni se van a acelerar los plazos. Estamos hablando de un futuro Mestalla que tiene que durar décadas y esta circunstancia atañe a una serie de partidos durante un mes. Es clarísimo que no vamos a condicionar el futuro del nuevo campo a ser subsede del Mundial porque no va a condicionar nuestro nivel de exigencia ni vamos a acelerar plazos. Si se llega y se puede acoger será estupendo para Valencia y si no no podrá ser».
Es más, Catalá dejó abierta la posibilidad de que el convenio, redactado por la anterior corporación y que hace también suyo, sea modificado pero al alza, para tener más garantías o avales para la ciudad: «El Valencia tiene que cumplir totalmente en todos los requisitos en los que estamos trabajando y en el convenio que dejó escrito la anterior corporación. Si se cumple es posible que la designación del Mundial lo acelere pero no por parte del Ayuntamiento, eso lo quiero dejar claro. No condicionamos acoger algún partido del Mundial al trámite del nuevo Mestalla. Lo que le pedimos a Peter Lim es que cumpla con la ciudad y con sus compromisos. No está sólo Mestalla sino el polideportivo de Benicalap. Tenemos que intentar que se cumpla, por fin, con la palabra dada a los valencianos y a la ciudad de Valencia. Eso no supone darle ninguna ventaja, rebajar la exigencia, acelerar los plazos ni ponerles las cosas más fáciles».
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En ese sentido, abrió la mano a la oposición para que la postura sea firme por parte de todos los grupos políticos del Ayuntamiento: «El convenio existe, lo dejó hecho la anterior corporación y se tiene que cumplir en sus términos. Como mucho alguna cláusula la reforzaríamos pero no la suavizaríamos. Estamos revisando el convenio para ver si se ajusta en cuanto a mínimos y por si incorporamos alguna cláusula más garantista. Nunca menos, más garantista, para que se cumplan los compromisos con la ciudad. El compromiso que asumí como alcaldesa es que todo el mundo estaría informado, cosa que yo no pude disfrutar en el acceso al convenio. Es un proyecto de ciudad, el convenio lo hizo la anterior corporación, y tiene que contar con el máximo consenso político posible».
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