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El Valencia necesita al mejor Edinson Cavani ahora más que nunca. Bueno, necesita al uruguayo, sin más vueltas de tuerca. Porque no tiene otro delantero ... disponible para el vital partido de este domingo ante el Elche. Marcos André cayó lesionado del menisco y será operado artroscópicamente el sábado, por lo que estará de baja un par de meses. Hugo Duro en cambio vio la quinta tarjeta amarilla ante el Sevilla y cumplirá ciclo, por lo que es baja para esta jornada. Sin alternativas en la delantera, Cavani será titular indiscutible.
Por ello, no queda más remedio que confiar en el uruguayo. Y al charrúa no le queda más remedio que aprovechar la oportunidad para dar un puñetazo sobre la mesa, callar a los críticos y demostrar que todavía tiene gasolina en el tanque. Porque recientemente, la afición de Mestalla no ha sido muy cariñosa con el uruguayo. El ariete salió pitado al ser sustituido ante el Sevilla por su bajo rendimiento. Sus cifras goleadoras desde su llegada al Valencia no han sido las que todos esperaban y varios sectores de la afición le han puesto en el punto de mira por su estado de forma. Pese a tener un buen inicio en octubre, donde marcó cuatro goles en tres jornadas consecutivas —entre ellas, un doblete precisamente ante el Elche—, la sequía goleadora se ha extendido ya a los cuatro meses.
Su último tanto data del día de nochevieja ante el Villarreal, en el primer partido tras el Mundial de Catar. Precisamente la cita mundialista fue uno de los puntos más criticados por la afición respecto a Cavani. Muchos teorizaron que su único cometido en Valencia era el de prepararse físicamente para llegar a tope con Uruguay, y que una vez pasada la Copa del Mundo, se iba a olvidar del Valencia. Quien pensase eso quizá ahora venda que lo avisó y que tenía razón. La realidad es que en 2023 Cavani sólo ha marcado dos goles, ante el Sporting de Gijón en la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey. Unas cifras muy pobres que concuerdan con el bajo rendimiento del equipo. Si tu mejor jugador no rinde, el conjunto es difícil que salga adelante. Porque ninguno de los goles de Cavani se ha traducido en tres puntos para el Valencia, que no ha conseguid ganar en los partidos en los que el uruguayo marcó en Liga. Dos empates ante Elche y Sevilla, y dos derrotas ante Mallorca y Villarreal.
Algo demoledor para el que estaba destinado a ser la estrella del equipo y el jugador que iba a tirar del carro para llevar a la plantilla al sueño de volver a Europa. Un sueño que se volvió pesadilla y que ahora atormenta al valencianismo con el fantasma del descenso a Segunda División. Además existe el dato curioso de que en los 1.358 minutos que ha disputado Cavani esta temporada con el Valencia entre tres competiciones —Liga, Copa y Supercopa—, sólo ha jugado los 90 minutos en cuatro de los 21 partidos que ha jugado. Una media de 64,6 minutos que dibujan que suele ser sustituido a la mitad de la segunda parte. Por seguir arrojando números, sólo ha repartido una asistencia esta temporada. Fue ante Osasuna en el mes de octubre.
Su devaluación como futbolista se refleja también en su valor de mercado. Según el especializado portal web Transfermarkt, el valor actual del charrúa es de cuatro millones de euros. Cuando firmó este verano, era de cinco. Una depreciación marcada por su elevada edad (36 años). En el momento álgido de su carrera, Cavani llegó a estar cotizado en 60 millones durante su etapa en el PSG hace casi una década.
Los números de Cavani en el Valencia no son buenos, pero hay que tener en cuenta eso sí que el uruguayo ha estado de baja en dos ocasiones perdiéndose un total de diez jornadas de la temporada del Valencia, aunque las tres primeras de Liga realmente no las jugó porque todavía no había fichado por el club con el mercado todavía abierto.
Se lesionó del tobillo ante el Barcelona a los 18 minutos de juego y se perdió los dos partidos previos al Mundial. Situación similar a la que vivió en febrero ante el Athletic. 16 minutos aguantó en el césped hasta pedir el cambio. Otra lesión muscular le dejó fuera de acción durante cuatro jornadas. Su vuelta ante el Atlético en marzo fue precisamente la primera ocasión en la que Cavani partió como suplente en el Valencia. No estaba todavía con el ritmo suficiente para ser titular. Pero ante el Almería, volvió a partir desde el banco. Y esta vez no había excusa. Baraja le sacó como revulsivo porque pensó que Hugo Duro era mejor opción desde el inicio.
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