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Cavani, en el calentamiento del partido contra el Celta. irene marsilla

Cavani, un toque lejos del área cada siete minutos

El estreno del delantero evidenció que aún le falta rodaje|Tres meses después del último partido en el que participó, con la camiseta de Uruguay, el futbolista apenas tuvo incidencia en el juego del Valencia

Lunes, 19 de septiembre 2022, 00:20

Más de tres meses sin pegarle al balón en partido oficial. Para ser más exactos, 98 días. Ese es el tiempo que ha estado Cavani ... de espectador, desde que se quitó la camiseta azulona de la selección de Uruguay hasta que se puso la blanquinegra este sábado en Mestalla. Demasiado tiempo para poder exigirle un nivel óptimo en un partido como el del sábado que empezó siendo comprometido y terminó convirtiéndose en un carrusel de fiesta. Cavani está todavía bastante lejos de Cavani. Ya le hubiera gustado al uruguayo, en ese estreno como valencianista, repetir lo que logró en su último partido 'semioficial'. El 11 de junio pasado le metió dos en un amistoso a Panamá (5-0, en el que marcó hasta Maxi Gómez), uno de ellos dicho sea de paso desde el punto de penalti. Sin Carlos Soler, hay una vacante de especialista desde los once metros a la que aspira Cavani. Casi tres semanas antes de esa cita con la camiseta de Uruguay, Cavani había participado en su último compromiso con el United en la Premier, en un encuentro ante el Crystal Palace. Demasiadas fechas del calendario entre aquel día y este sábado, que vienen poco menos que a justificar el porqué de ese discretísimo rendimiento del uruguayo contra el Celta.

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Es innegable que Cavani ha traído luz al Valencia justo en el momento de más dudas y enfado por la marcha de Soler y Guedes, pero a Gattuso le interesa sobre todo que su rendimiento sobre el césped sea acorde a las verdaderas expectativas que hay sobre él. Por eso, en este semiforzado estreno, se descubrió que el propio futbolista apostando en un primer momento por su suplencia es el primero en admitir que todavía está un par de escalones por debajo de sus compañeros, tanto a nivel táctico pero sobre todo desde el punto de vista físico.

Sólo hay que ver el balance de su participación en el juego del Valencia para apreciar que en otras circunstancias, ahora se podría estar hablando de la innecesaria condición de titular que gozó, cuando quizás estaba tan sólo para jugar una cuarta parte del partido.

Su evidente falta de ritmo quedó cuantificada con los balones en los que intervino hasta que en ese minuto 72 de partido, Gattuso decidió cambiarle. Tan raro fue ver a Hugo Duro sentado en el banquillo sin disfrutar de minutos –arrastra molestias– como ver a Cavani más desorientado que otra cosa sobre el terreno de juego.

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Once toques al balón en 72 minutos. La media es poco rentable para el equipo si fuera únicamente esa la interpretación sobre si tiene que ser o no titular ahora: un contacto con el balón cada poco más de seis minutos y medio. El problema además es que todos sus intervenciones fueron toques sin trascendencia y bastante alejados de la zona de peligro. Ni uno dentro del área, por ejemplo.

Es obvio que Mestalla quería ver a Cavani pero si se hubiera hecho una encuesta previa habría ganado por aplastante mayoría el pronóstico de que no iba a ser titular. Sólo Gattuso estuvo realmente convencido de ello.

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Pero a Cavani el partido, teniendo en cuenta el parón ahora de Liga, quizás le haya podido hasta incomodar por el regusto que le quedó al final, a pesar de la generosa ovación del público. Cavani tiene a la afición ganada de antemano pero fue un mero espectador durante casi todo el tiempo que estuvo sobre el terreno de juego. Lo fue con cierta evidencia hasta los 23 segundos del minuto trece, cuando casi a la altura del medio del campo le pegó por primera vez al balón para dar un pase en horizontal al lado contrario con el interior de su pierna izquierda. Cinco minutos después la dejaba con el pecho tras un saque de banda; en el 27' de nuevo golpeo para trasladar el juego a la otra parte del terreno de juego; en el 38' un toque hacia atrás para Lino; en el 48' un pase a Samu Castillejo de espaldas; en el 50' de nuevo se la devuelve a Gayà en saque de banda; en el 51' tres toques para pasársela primero a Correia y luego a Samu Castillejo en la parte derecha del ataque valencianista; en el 54' para provocar un córner tras un saque de banda; y en el 66' envió un centro al área que tenía como objetivo a Lino pero que se terminó marchándose muy desviado... ahí finalizó su primer capítulo la gran estrella de este Valencia.

Con muchos menos minutos sobre el terreno de juego, Justin Kluivert y Marcos André se gestionaron sus oportunidades. Es verdad que cuando salieron, el Celta ya empezaba a acusar el desgaste de jugar con un futbolista menos, pero el neerlandés estuvo a punto de marcar justo dos minutos antes de que Marcos André sentenciara con ese 2-0. Lo bueno es que el equipo ha entendido la necesidad de que la aportación goleadora no sólo sea de los delanteros. 10 goles a favor de 9 jugadores diferentes. A Gattuso le salen esas cuentas.

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