Solís y Peter. LP
Cayetano a la contra

El Valencia es puro negocio

Solís, director corporativo, compara al club de Mestalla con Inditex para rechazar la declaración de la entidad como Bien de Interés Cultural

Cayetano Ros

Valencia

Lunes, 12 de febrero 2024, 02:04

El director corporativo del Valencia, Javier Solís, se niega a que el club de Mestalla sea reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC). Y para justificarlo compara al Valencia con empresas como «Inditex o Codorniu». «Es inaudito», «es ciertamente vergonzoso», jalona Solís en un ... escrito enviado al Ayuntamiento, en respuesta a un acuerdo en el pleno consistorial, por mayoría absoluta, de febrero de 2023, para que el Valencia fuera declarados BIC, a instancias de las asociaciones valencianistas Libertad VCF y de Últimes Vesprades a Mestalla (UVA). Para Solís, el Valencia es eso: puro negocio. Solís no quiere «dependencia de la administración pública, incongruente con el espíritu de privatización», pero sí quiere, en cambio, los enormes privilegios urbanísticos del nuevo estadio registrados en el convenio y concedidos por el Ayuntamiento. La declaración del Valencia como BIC serviría, por ejemplo, para preservar el escudo, para evitar una posible deslocalización del equipo o para consolidar la participación de las bandas de música en los prolegómenos de los partidos. Peter Lim, sin embargo, teme que, por su pésima gestión, pudiera haber también una expropiación del club como se ha producido en el Recreativo de Huelva por parte de la administración. Y por ahí vienen los miedos de Solís y sus ataques gratuitos a Libertad VCF y a UVA. Ahora, la propuesta de los partidos municipales, con las alegaciones de Solís, será trasladada a la Conselleria de Cultura de la Generalitat. Vicente Barrera tiene la palabra.

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El estadio menguante. En sus numerosos proyectos para acabar el nuevo Mestalla, el presupuesto va disminuyendo: eran 180 millones en octubre, 160 en la junta general de accionistas de diciembre y, ahora, ya solo son 120 en el último boceto presentado por el Valencia al Ayuntamiento. Del estadio de cinco estrellas pensado por Juan Soler en 2005 a este recinto decreciente en gastos y en calidad. El proyecto, además, rebaja las plazas de aparcamiento de 3.000 a 900, en una zona tan densa como la avenida de las Cortes Valencianas. Y se deja un 25% de las obras por ejecutar. Por si fuera poco, los responsables de la entidad añaden un párrafo sobre la fachada que sonroja por su pedantería. «El estadio es ahora mucho más abierto, más mediterráneo en su concepción, podría fácilmente entenderse como una evolución del esquema del templo clásico de cubierta sobre columna... el 'tholos' griego tan relacionado con el mar que baña la ciudad de Valencia». Olé la cursilería. Lim no quiere avalar ni un euro. Los 120 casi los alcanza con el préstamos de CVC (80) más la posible venta del terciario del nuevo estadio a Atitlan (30).

«Grandes traslados«. Miguel Ángel Corona, director deportivo del Valencia, describió el fichaje del mercado de invierno, Peter Federico, canterano del Real Madrid, como un jugador capaz de »grandes traslados« . Pero el chico, en su debú ante Las Palmas del sábado, no pudo trasladar nada porque el Valencia pagó su falta de ambición y sucumbió perdiendo la oportunidad de aspirar a Europa en una Liga mediocre, donde, en la jornada 24, ya está todo decidido por arriba y por abajo.

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