CD CASTELLÓN
Opinión

Hasta Voulgaris apuesta más que Lim

CAYETANO A LA CONTRA ·

El greco-canadiense, obsesionado con el ascenso al fútbol profesional del CD Castellón, contrasta con la desinversión del máximo accionista en el Valencia CF

Cayetano Ros

Valencia

Lunes, 15 de abril 2024, 01:06

Es un oxímoron hablar de Peter Lim como un inversor habida cuenta de que ha condenado al Valencia CF a la inanición desde 2019. Es un caso único en el deporte: un propietario no interesado en el crecimiento de su principal equipo. Sus lacayos ... lo llaman sostenibilidad, es decir, adaptarse a los recursos, pero para eso no hacía falta traer a un tipo desde 12.000 kilómetros. Alguien tan desafecto que lleva años sin pasarse por el estadio ni visitar la ciudad y sin ni siquiera haberse presentado al entrenador, Rubén Baraja. ¡Vaya ojo tuvieron Amadeo Salvo y Aurelio Martínez! ¡Ojalá expliquen algún día por qué estuvieron tan obsesionados en desechar las demás ofertas para quedarse con la de Singapur!

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En el enésimo capítulo de la pésima gestión de Lim, el Tribunal Superior de Justicia de la CV ha confirmado la caducidad de la ATE (privilegios urbanísticos) por la falta de iniciativa del VCF para acabar el nuevo estadio en la avenida de las Cortes Valencianas, así como construir un hotel y un polideportivo. El club de Mestalla sigue varado en medio del océano. Entretanto, algo se mueve a 73 kilómetros. Una cierta euforia recorre la capital de La Plana. Los aficionados del CD Castellón creen, por fin, haber encontrado un inversor de verdad: el apostador greco-canadiense Bob Voulgaris. En casi dos años en el club 'orellut', el geniecillo de las apuestas deportivas acumula pérdida de siete millones de euros, pero no le importa. Ha fichado a un entrenador de la Eredivisie, Dick Schreuder, y ha confeccionado una plantilla de lujo para la categoría (Primera Federación), con 17 nacionalidades, a fin de ascender a la élite profesional. Está ya muy cerca. Lidera el grupo 2 a falta de siete jornadas. Acude cada día a los campos de entrenamiento de Oropesa. Quiere implantar su método basado en los 'big data', el que le permitió enriquecerse apostando en el baloncesto. Y su entrenador practica un ataque total, porque Voulgaris dice que, a la larga, el juego ofensivo da beneficios. El apostador empieza a ser popular en Castellón. La ilusión ha prendido en los seguidores. A Lim, en cambio, solo le quedan los colaboracionistas.

Pedro Rocha no es presentable. Su simple candidatura a la presidencia de la federación causaba sonrojo. La perpetuación sine die del sistema clientelar. Pero sus pocas luces lo han metido en un lío. Declaró como testigo ante la juez y salió como investigado. Entre otras cosas porque dijo que estaba allí por Rubiales, el expresidente apartado por la FIFA, y que su titulación era «la vida». La sinceridad se lo llevó por delante. Fue cómplice de las tropelías de Rubiales en los cinco años al frente de la federación. Y no está preparado para dirigir este organismo estratégico en la pirámide del fútbol: desde la base de las categorías inferiores al pico de la selección. Es previsible que Rocha sea inhabilitado por el Consejo Superior de Deportes y que la FIFA intervenga la Federación para tutelar el camino de España hacia el Mundial de 2030. La regeneración es inevitable. El inmovilismo debe ser derrotado.

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