Dos chóferes de autobuses denuncian abusos sexuales de hinchas del Celtic

Los disturbios causados por los hinchas del Celtic de Glasgow en los últimos días en Valencia se han saldado con siete detenidos, uno de ellos por un delito de tráfico de drogas, cinco policías heridos y dos denuncias por abusos sexuales cometidos, presuntamente, por varios aficionados escoceses al manosear a un hombre y una mujer.

Las dos víctimas son sendos conductores de los autocares fletados para trasladar a los violentos hinchas desde Benidorm a Valencia. Los hechos libidinosos tuvieron lugar antes de que comenzara el partido en Mestalla. Los chóferes acudieron a una comisaría de la Policía Nacional para denunciar el acoso sexual y los tocamientos que sufrieron y luego se negaron a llevar a los aficionados a la localidad costera.

Los hinchas ebrios del Celtic también causaron daños en los asientos de los autocares e increparon a los conductores con proposiciones deshonestas y gestos obscenos. Tras estas denuncias, la policía ha abierto la correspondiente investigación, pero no ha realizado ninguna detención al no haber podido las víctimas identificar a los autores de los abusos sexuales.

Los hechos ocurrieron después de que los chóferes de tres autobuses recriminaran a los pasajeros por su mal comportamiento en el interior de los vehículos, especialmente respecto a la prohibición de beber alcohol a bordo, una norma que incumplieron.

Seis de los seguidores arrestados en Valencia están acusados de un delito de desórdenes públicos y otro fue detenido en la Estación del Norte por tráfico de drogas. La policía intervino a este individuo sustancias estupefacientes cuando lo identificó después de que un grupo de hinchas escoceses alteraran el orden en un tren procedente de Castellón.

Los policías que resultaron heridos en otro violento incidente sufrieron lesiones leves, como un ciudadano que también recibió el impacto de una botella lanzada por uno de los alborotadores escoceses. Estos hechos se registraron en la Gran Vía Marqués del Turia después de que un grupo numeroso de aficionados bebiera gran cantidad de cerveza en un bar de la zona de Cánovas. Los disturbios continuaron por la calle Grabador Esteve, donde volcaron contenedores de basura.

Además de estos incidentes, un hincha sufrió una brecha en la cabeza al caer desde el puente de las Flores de Valencia cuando se hacía un 'selfie'. Este individuo mantuvo una discusión con los sanitarios que le atendieron, porque pretendía acudir al Mestalla para ver el encuentro de la Liga Europa contra el Valencia, y no quería que lo trasladaran en una ambulancia al Hospital Clínico. Otro grupo de seguidores que viajaban en un AVE desde Madrid fueron expulsados en Albacete, porque causaron desórdenes en el tren cuando se encontraban en estado de embriaguez.

La Policía Nacional detuvo a otros dos aficionados del equipo escocés por desórdenes públicos en la localidad de Benidorm. Un día antes del partido, un grupo de seguidores del Celtic acudió al bar donde habitualmente se reúnen los aficionados del Glasgow Rangers, equipo con el que mantienen una gran rivalidad, para quemar las banderas de este club escocés. El fuego se propagó por el toldo de la terraza y afectó a la fachada del local, aunque no hubo que lamentar daños personales.

Según informaron fuentes policiales, más de 4.000 aficionados del Celtic se desplazaron a Valencia con motivo del encuentro disputado el jueves, y alrededor de 600 no pudieron acceder al Mestalla por carecer de entrada.