Claroscuros en los finales de Liga

Recta final, último esfuerzo para un Valencia que aún titubea por muchos esfuerzos que haga Rubén Baraja por encontrar un once –tanto en dibujo como en elección de jugadores– que camine con firmeza. Tal es la dificultad que tiene el equipo para sacar adelante sus compromisos que con la cuenta atrás en la que se ha entrado con estas últimas cinco jornadas, no queda otro remedio que mirar no sólo tu propio calendario y el de los demás, sino echar un vistazo también por ejemplo a cómo fueron los últimos finales de Liga que ha protagonizado el Valencia para saber si los valencianistas respondieron o no. Bien es cierto que en algunas de esas situaciones se estaban jugando el entrar en Liga de Campeones pero nunca estaban con el agua al cuello como ahora.

Con Meriton, por ejemplo, se ha llegado a alcanzar la cifra histórica de los 77 puntos tras 38 jornadas (con Nuno se igualó a lo que fue capaz de conseguir Rafa Benítez en 2004); pero también con Meriton se está en riesgo de cometer la torpeza de bajar a Segunda por esos 34 puntos que tiene actualmente el equipo en el bolsillo. Acertar con cuántos puntos se baja y con cuántos se salva es todavía muy aventurado pero la cifra de 41 puede ser el número al que haga falta llegar para la supervivencia.

¿Qué ha hecho el Valencia en las ocho temporadas en las que está como dueño Peter Lim en las últimas cinco jornadas de competición? Pues en tres poco menos que dejarse llevar, en una mantener un aparente equilibrio, y en cuatro de ellos seguir apretando hasta sumar 8 y 9 puntos de los 15 en juego.

En esa línea de pobreza de puntos hay que reflejar lo que pasó en la temporada 2015-16, en la 2016-17 y precisamente la pasada con Bordalás (2021-22). En el primero de estos tres ejercicios (la que terminó en 2016) sumó 4 puntos (con los 34 actuales llegaría a los 38), y en los otros dos 6 puntos. Con esa media docena de puntos se estaría corriendo un evidente riesgo de descenso actualmente. En la 2019-20, el Valencia sumó 7 puntos en este paquete de partidos, cantidad que supondría ahora llegar a esa cifra de los 41.

Hay que tener en cuenta el calendario que le espera al Valencia que aparentemente no es nada malo. El domingo se las verá con el Celta, luego recibe a un Real Madrid –que tendrá la mente en la semifinal de la Champions–, luego se desplaza a campo de un Mallorca con todo casi resuelto; en la penúltima sí que será un partido a cara de perro contra el Espanyol –rival implicado directísimamente en el descenso– y acabará la Liga ante un Betis que puede estar casi de jolgorio por meterse en Europa y con la fiesta de Joaquín como añadido.

De buena referencia sirve lo que pasó en el año de Nuno (se ganaron dos partidos y se empataron otros tres); el último completo de Marcelino (se ganaron tres y se perdieron dos), y las tres victorias –dos derrotas– de la 2020-21. Sería desde luego un final de fiesta ideal para los de Baraja, conscientes eso sí que hay rivales que tienen duelos entre sí y que pueden beneficiar directamente los intereses blanquinegros. Hay un Cádiz-Valladolid (jornada 35), un Almería-Valladolid (j. 37) y un Valladolid-Getafe y un Espanyol-Almería en la última jornada de Liga.

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