La constante reinvención de José Bordalás

El técnico valencianista lleva viviendo en un tablero de ajedrez desde que puso pie en el Valencia. Ya en la pretemporada, con varios internacionales aún disputando la Eurocopa o los Juegos Olímpicos, tuvo que apañárselas para diseñar onces para los partidos amistosos del verano. Ahí fue donde descubrió al Hugo Guillamón centrocampista, que mantuvo durante quince jornadas hasta que se vio obligado a retrasarlo al centro de la defensa de nuevo para cubrir las ausencias mencionadas. En Vigo, el jugador de l'Eliana volvió a demostrar su calidad en otra posición del campo.

Daniel Wass, que ha empezado como titular todos los partidos de Liga del Valencia y es el futbolista con más minutos a sus espaldas, comenzó ante el Celta como mediocentro, y tras la sustitución de Piccini, se asentó en el lateral derecho demostrando su polivalencia una vez más. Otro de los protagonistas del centro del campo fue Carlos Soler, que como ya es habitual, siempre rinde al máximo pese a que la estadística no lo refleje. El valenciano corrió por todo el campo, iniciando en una teórica mediapunta, para luego retrasar su posición a un doble pivote e incluso ayudar defensivamente por la banda derecha cuando Piccini estaba en apuros ante los ataques de Franco Cervi y Javi Galán, que le buscaban como punto débil del equipo blanquinegro.

El capitán valencianista vio la quinta tarjeta amarilla en una acción en la que se sacrificó para cubrir el error de marcaje de sus compañeros. Tuvo que parar a Denis Suárez con un agarrón intencionado para evitar una ocasión clara de gol del Celta sabiendo que se perdería el derbi ante el Elche de este sábado. El de Pedreguer estuvo magnífico en la acción del gol de Maxi, anticipándose para robar el balón y luego poner un centro milimétrico a los pies del uruguayo para sumar su segunda asistencia de gol del curso.

Bordalás se emocionó con la actuación del lateral italiano, que tuvo que disputar 73 minutos como titular por las bajas, tras casi dos años sin jugar por un constante calvario de lesiones. «Ha hecho un trabajo enorme. El chico llevaba dos años sin jugar y no podía dar un paso más. Es una alegría para todos verle competir así», afirmó el técnico. Está por ver cuál será el rol de Piccini en las próximas fechas con la vuelta de Foulquier y cuando se recupere Correia, pero Bordalás ya sabe que puede contar con él.

Ante el Celta fue suplente por primera vez esta campaña liguera. Frente a la Real Sociedad y el Rayo Vallecano, ya fue sustituido y no terminó los partidos. El cambio de dibujo dejando atrás el 4-4-2 donde tenía libertad por detrás del 'nueve' para pasar al 4-5-1 no le beneficia, ya que no es un delantero centro y otros jugadores como Hélder Costa o Hugo Duro le han ganado el puesto por las bandas por sus sacrificios defensivos, la asignatura pendiente de Guedes desde que recaló en el Valencia como el fichaje más caro.

El uruguayo rompió su mala racha de ocho partidos sin marcar. La famosa ley del ex se cumplió y fue ante su exequipo contra quien consiguió ver portería. El delantero centro titular del Valencia debe marcar goles y Maxi Gómez puso la primera piedra en Vigo en el proceso de reconstruir su situación. El subidón de moral y confianza tras espantar sus fantasmas le ayudará a mejorar su acierto goleador de cara a las próximas jornadas, ya que su trabajo sucio que a Bordalás el encanta nunca se ha puesto en duda.

Koba Koindredi fue la sorpresa del once ante el Celta tras una buena actuación en Utrillas, pero el joven francés no estuvo acertado como titular en Primera División ante un equipo muy ofensivo que le buscó las cosquillas. Perdió casi una decena de balones en la primera mitad y fue sustituido sabiendo que el Celta le atacaba como punto débil con Brais Méndez y Denis Suárez atacando a sus espaldas. La entrada de Uros Racic en la segunda parte mejoró la imagen del equipo, al igual que las entradas de Marcos André y Yunus Musah, que a pesar de que no generaron peligro en la portería rival por sus tardías salidas al campo con un resultado ya a favor, tienen muy claro que el sacrificio y compromiso defensivo es clave para ganarse los minutos en este Valencia de Bordalás.

«Esto es lo que quiero de mi equipo, que lo dé todo, aunque hay cosas por mejorar». Esas fueron las palabras que salieron de la boca de Bordalás en los micrófonos televisivos al finalizar el encuentro. La intensidad no se negocia en el estilo del técnico alicantino. Hay que pelear todas las pelotas divididas como si fuesen la última jugada del partido. El mantra 'cholista' de ir partido a partido está impregnado en la mentalidad de sus futbolistas a pesar de la euforia que podría provocar el triunfo ante el Celta que les coloca octavos en la clasificación a cinco puntos del objetivo de los puestos europeos.

Durante los últimos años, en la Liga se han necesitado en torno a los 50 y 60 puntos para clasificar entre los siete primeros de la tabla. El Valencia, a tres jornadas de finalizar la primera vuelta, cuenta con 22 en su casillero. La mayor competitividad e igualdad que se está viendo reflejada en esta temporada hará que la nota de corte descienda, por lo que no hay que alarmarse. Si uno mira la tabla, actualmente Rayo Vallecano y Barcelona son los principales rivales del Valencia para el objetivo del Top-7, a cinco y un punto de distancia respectivamente. Otros teóricos adversarios como el Villarreal o el Athletic están sufriendo para sumar de tres en tres y se encuentran por detrás del Valencia, por lo que la esperanza de volver a visitar estadios europeos sigue viva para Bordalás.

El Valencia sabe que la importancia está puesta en el derbi de la Comunitat Valenciana del sábado ante el Elche en Mestalla. Un día relevante para el valencianismo, ya que horas antes se celebrará la manifestación contra Meriton y Peter Lim. La afición estará volcada con el equipo y apretará como nunca. Conseguir dos victorias consecutivas en Liga permitiría al Valencia engancharse de lleno en la pelea por los puestos que dan acceso a Europa League o Conference League. Y más sabiendo que la siguiente jornada liguera —con el Arenteiro en Copa de por medio— será otro derbi contra el Levante, que catapultaría a los de Bordalás ante dos rivales teóricamente asequibles por las dificultades que están teniendo para ganar esta temporada.