El Valencia tiene atados contractualmente a sus principales activos. Javi Guerra, Diego López, Fran Pérez, Mamardashvili, Gayà, Thierry, Diakhaby, Pepelu o Hugo Duro tienen firmado, como poco, hasta 2026. La dirección deportiva ha estado rápida en estos casos para no vivir situaciones como la de ... Ferran Torres o Carlos Soler, donde los jugadores se marcharon con un año restante por cantidades ínfimas con la amenaza de perderlos gratis como agentes libres al verano siguiente.
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Pese a ello, todavía hay jugadores por renovar. Por hacer un resumen rápido, en julio de 2024 finalizan su contrato los dos cedidos, es decir, Selim Amallah y Roman Yaremchuk. Por el marroquí sí se cuenta con una opción de compra, de unos seis millones de euros. El ucraniano en cambio está a préstamo simple y al terminar deberá regresar al Brujas. Más allá de ellos, hay dos futbolistas cuyos contratos finalizan esta campaña: Cristian Rivero y Gabriel Paulista.
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El portero se ha visto relevado en los últimos años al rol de tercer portero, por detrás de Mamardashvili y Jaume Doménech, apenas sin minutos. La confianza que tiene depositada el club en él no es muy alta y no hay que irse muy atrás para comprobarlo: cuando cayó lesionado Jaume y se fichó a Iago Herrerín como temporero para cubrir su baja en vez de confiar en Rivero como suplente. Ha jugado algún partido amistoso de pretemporada, pero no entra en los planes rotacionales ni para la Copa contra equipos inferiores. Se espera que salga libre este verano, incluso en el escenario de que llegue la gran oferta por Mamardashvili y el Valencia se quede únicamente con Jaume bajo palos. En tal caso, se acudiría al mercado a por un portero de nivel o se apostaría por la cantera, con guardametas como Raúl Jiménez pisando fuerte. Este último está siendo titular indiscutible con la selección española en el Mundial sub-17 de Indonesia.
El caso de Paulista tiene un asterisco. El central está siendo clave para Baraja y tiene una opción para renovar automáticamente por una temporada más si juega 20 partidos. Pese a ello, su ficha sigue siendo la más alta de la plantilla y ya este verano el club buscó, sin éxito, una salida. Se habló de una oferta de Arabia Saudí, aunque el jugador confirmó su voluntad de quedarse en Valencia, donde está muy arraigado. Por tanto, si sigue la progresión que lleva en este primer tercio de temporada, acabará llegando a la cifra de renovación automática y dejará de expirar en 2024, prolongando su vinculación hasta 2025. Con un año de contrato restante, podría quedarse en el Valencia o se le volvería a buscar una salida para aligerar la masa salarial del plantel.
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Marc Escribano
En el verano de 2025 finalizarán su contrato Pablo Gozálbez y Cristhian Mosquera, aunque ambos cuentan con cláusulas de extensión vinculadas a sus participaciones con el primer equipo, aunque el club podría renovarles y mejorarles el salario.
Quienes no cuentan con dichas cláusulas son Dimitri Foulquier, por el que no se espera que se ofrezca una oferta de renovación; Jaume, cuyo futuro dependerá del resto de sus compañeros de la portería, y Jesús Vázquez, que deberá ganarse una renovación tras haberse estancado entre problemas de salud y la competencia por el puesto con Gayà.
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