SR. GARCÍA

¿Qué cuesta tirar a Lim y reflotar el Valencia?

El magnate de Singapur ha aportado 292 millones y el club acumula un pasivo de más de 341 entre necesidades de tesorería, deuda bancaria y estadio

Héctor Esteban

Valencia

Domingo, 5 de febrero 2023, 18:24

La única persona que puede echar a Peter Lim de Mestalla es Peter Lim. El de Singapur posee el 90,5% de las acciones tras la última ampliación de capital y uno sólo se va de su empresa si él quiere. Las presiones, los resultados ... y los titulares de prensa pueden ayudar, pero la última palabra es del propietario. Todo el mundo habla de la compra del Valencia Club de Fútbol y Lim, en boca de Layhoon Chan, sentencia: «No queremos vender». Este es el discurso oficial pero entre bambalinas la realidad es que no ha llegado una buena oferta, el dinero suficiente para vender la mayoría accionarial de un club que flirtea, de una manera seria, con el descenso. Y bajar a Segunda División es firmar la disolución del Valencia porque a nivel económico sería insostenible.

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¿Cuánto cuesta comprar el Valencia? Si hay que poner encima de la mesa lo que ha desembolsado Lim, la respuesta es 292 millones de euros. Pero esta no es la cuestión. Hacerse con la mayoría accionarial del club implica no sólo satisfacer a Meriton, sino hacerse cargo de una deuda pantagruélica, de un (viejo) nuevo estadio por terminar y de un proyecto deportivo que hay que resucitar. La pregunta clave es: ¿cuánto dinero se necesita para reflotar el Valencia Club de Fútbol? La cantidad asusta pero no hay otra opción: más de 600 millones de euros.

¿Y de dónde sale está cifra? El primer paso sería abonarle a Peter Lim el dinero que ha puesto en los últimos años en el Valencia CF. Otro debate es si el club ahora vale lo mismo que entonces, pero los 292 millones son un punto de partida.

A partir de aquí, y si hubiera acuerdo con Lim para comprar su paquete accionarial, habría que reformar el piso, renovar una sociedad anónima con un rosario de cargas y en una situación deportiva en cuidados intensivos.

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La deuda, el pasivo al que tendría que hacer frente un nuevo máximo accionista –sin contar los 38 millones del último préstamo de Lim, que está incluido en el capítulo de aportaciones– es ahora mismo de 341.830.000 euros, sin vender las parcelas del actual Mestalla, que estarían valoradas en este momento entre 110 y 120 millones de euros.

La operación es como la compra y reforma de un piso. El vendedor no quiere perder ni un euro de su inversión, hay que hacer frente a una hipoteca y encima hay que poner dinero para reformar el inmueble para dejarlo decente.

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A bote pronto, y para empezar a arrancar el proyecto, el inversor que quisiera comprar el Valencia debe saber que tiene que tener unas espaldas tan anchas como las que ocupan 632 millones de euros, que es la aportación de Lim más el pasivo que soporta el Valencia. A partir de ahí, todo un camino por recorrer, como la apuesta deportiva anual para levantar un proyecto deportivo aplastado por la mala gestión de Meriton. ¿Una aportación de 40 millones de euros para empezar a fichar?

El problema es que Lim no está dispuesto a perder ni un solo euro de su aportación de más de 292 millones de euros, a pesar de que su catastrófica gestión ha generado más de 180 millones de euros de pérdidas en el Valencia a partir del 30 de junio de 2014, que es el último ejercicio que no estuvo en manos de Meriton.

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El periodo de Lim en el Valencia se traduce en un aumento de la deuda de 36,1 millones de euros, con un incremento significativo del pasivo a corto plazo. Esto ha provocado un aumento del fondo de maniobra en negativo porque Meriton tiene una necesidad agobiante de tesorería, que se ha producido desde la llegada del magnate de Singapur al Valencia. Las necesidades de tesorería del club en el cierre del último ejercicio superaban los 74,5 millones de euros.

Antes de que llegara el actual accionista mayoritario, de la temporada 2004/05 a la 2013/2014 la media anual de pérdidas fue de 13 millones de euros. A partir de la 2014/15, con el desembarco de Lim, las pérdidas anuales del Valencia son de 22,5 millones de euros al año de media.

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En cambio, en el apartado de ventas de futbolistas, la relación cambia respecto a la gestión anterior. Lim ha sacado a los mejores futbolistas del Valencia año tras año para cuadrar su presupuesto, y ha logrado un beneficio anual de más de 35 millones de euros, mientras que en la etapa anterior esta cifra era de 16,3 millones. Meriton acumula más pérdidas en los ocho años que está al frente del Valencia que en los diez años anteriores a la llegada de Lim, a pesar de que ha obtenido mayores beneficios por la venta de jugadores.

Lim ha vendido futbolistas por valor de 459 millones de euros, de los que sólo tenía pendientes de cobro 25 millones a 30 de junio de 2022. En compras, se ha gastado 527 millones, de los que tiene que tiene pendiente de pago 57 millones. La clave es que la cantidad cobrada no se ha destinado ni a mejorar la plantilla, ni a invertir en el nuevo estadio ni a rebajar la deuda. La sociedad entre Lim y Jorge Mendes se cimenta en operaciones de compra y venta de futbolistas. El superagente luso ha utilizado Mestalla como escaparate para su cartera de jugadores.

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Desde la temporada 2004 hasta la actualidad, el Valencia acumula unas pérdidas de más de 311 millones de euros, a pesar de que ha acometido ampliaciones de capital por más de 253 millones y ha superado los 447 millones de beneficio por la venta de jugadores en 18 años. Hoy en día, ni siquiera la venta del actual Mestalla sanearía las cuentas del Valencia, ya que es una garantía con Caixabank.

Además, a lo largo de estos años, en las ampliaciones de capital propuestas, unas eran por capitalización de deuda y otras por desembolso. Con esta maniobra, Peter Lim aparentaba que permitía suscribir a los socios pero el magnate renunciaba a desembolsar, impedía participar a a otros accionistas y así aumentaba su participación. Peter Lim no ha permitido suscribir 219 millones, a pesar de las necesidades de tesorería del club blanquinegro para, entre otras cosas, acabar el nuevo Mestalla.

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¿Y si Lim aceptara 292 millones por las participaciones, a qué se enfrentaría el nuevo máximo accionista del Valencia si comprar hoy mismo?

A un fondo de maniobra negativo de más de 74 millones siempre que se cumplan las previsiones del actual presupuesto –al cierre de 2023, ese fondo es de 39 millones por el préstamo de 38 millones de Lim–. Además tiene unas obligaciones al margen del balance por valor de 138 millones de euros, que son la construcción del estadio y el polideportivo de Benicalap. Para esto cuenta con una disponibilidad de activos de 110 millones de las parcelas de Mestalla, 30 millones de los solares de la avenida Cortes Valencianas y el préstamo de 86 del fondo CVC de la Liga. La realidad invita a pensar que lo más endeble de esos activos es la venta del actual Mestalla. El fondo de maniobra negativo y el nuevo estadio generan unas necesidades de más de 67 millones. Si a estas cantidades se suma la deuda a largo plazo, que es de 188 millones, la cantidad es de 341 millones, por lo que el músculo que debe soportar el inversor es de 632 millones.

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