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En la foto aparece el portero del Valencia Ginesta, que recibió 5 goles en Pamplona en la campaña 61-62, en un partido condicionado por el pésimo estado del terreno de juego. Bernat Navarro Porter
Días de frío y nieve en Pamplona
El túnel del tiempo

Días de frío y nieve en Pamplona

En la temporada 1961/62 y en la siguiente se midieron Osasuna y Valencia en encuentros marcados por unas condiciones meteorológicas adversas y que tuvieron un desenlace opuesto

Paco Lloret

Sábado, 13 de abril 2024, 01:28

A principio de los años sesenta, el Valencia visitó Pamplona un par de veces para disputar sendos partidos que estuvieron envueltos de unas pésimas condiciones climatológicas. Ambos encuentros se celebraron en días de crudo invierno y tuvieron un desenlace opuesto. El domingo 14 de enero de 1962, los valencianistas fueron goleados por Osasuna. El marcador final fue de 5-2. Un año después, el 3 de febrero de 1963, los de Mestalla se llevaron el triunfo por 0-1. A la conclusión de esta campaña el conjunto navarro descendió a segunda, mientras que el Valencia conquistó su segunda Copa de Ferias. Osasuna tardó casi 20 años en regresar a primera.

La temporada 61-62 será siempre recordada por el valencianismo como la del debut triunfal en las competiciones europeas. En el campeonato doméstico, el conjunto dirigido por Balmanya protagonizó un discreto papel que le condujo a la séptima posición de la tabla. Curiosamente, logró 50 goles, los mismos que encajó. En Mestalla no conoció la derrota en 15 jornadas y tan sólo cedió tres empates, ante el Atlético, (2-2); ante el Elche, sin goles; y ante el Zaragoza, (1-1). El mejor partido de aquella campaña se vivió ante el Barcelona. Los catalanes fueron goleados por 6-2, con 4 goles de Waldo a Pesudo, que regresaba por primera vez a Mestalla tras su salida. Aquel resultado fue un anticipo del que se produjo meses después en la final de la Copa de Ferias.

Otro momento estelar de aquel ejercicio fue el triunfo por 3-2 ante el Real Madrid, con dos goles de Guillot y uno de Ficha. Hubo alguna goleada más, como el 5-1 que se llevó la Real Sociedad. Por el contrario, lejos de casa, el Valencia no conoció la victoria y tan sólo pudo empatar en los desplazamientos a San Mamés, Atocha, Sarrià, y el Metropolitano. En el campo de San Juan, antiguo feudo de Osasuna, recibió cinco goles y un fuerte correctivo. En la primera media hora de juego, Ginesta, portero valencianista, ya había sacado tres veces el balón de su portería. Paredes y Waldo maquillaron la situación con sus goles en la segunda mitad, cuando el marcador señalaba un 4-0 para los locales. El conjunto de Pamplona aún tuvo tiempo de conseguir un quinto tanto.

El partido correspondía a la decimonovena jornada del campeonato. Para entender cómo era el fútbol de entonces, valga este dato: todos los partidos de la quiniela acabaron con triunfo local excepto la X del Mallorca-Tenerife. El partido de Pamplona estuvo precedido de una ola de frío y mal tiempo que aportó incertidumbre a su disputa. La lluvia caída en los días previos y en menor medida, durante la mañana del domingo, dejó el terreno de juego en unas condiciones pésimas. El Valencia embarrancó en aquel escenario ante un rival que volaba y en cuyas filas destacaba un par de centrocampistas: Zoco, que fichó más tarde por el Real Madrid, y Fusté, que estaba cedido por el Barcelona, al que regresaría para convertirse en titular indiscutible.

En las mismas fechas que se jugaba el partido en tierras navarras, el Valencia confirmaba la incorporación del brasileño Chicao, cuyo debut oficial se produjo poco después, ante el Inter de Milán, en una eliminatoria de la Copa de Ferias resuelta favorablemente y que pasó a los anales por una memorable actuación tanto en casa como en San Siro. El brasileño procedía del Botafogo y había jugado en el verano de 1961 en el Trofeo Naranja, donde fue expulsado como consecuencia de una pelea con Héctor Núñez. El uruguayo también se fue al vestuario antes de hora. Ambos hicieron las paces cuando se reencontraron como compañeros y meses después jugaron en Pamplona el partido de la decimonovena jornada del campeonato 62-63.

De nuevo, una ola de frío sacudió gran parte del norte de la península ibérica. Las bajas temperaturas y la nieve pusieron en peligro la celebración del encuentro aunque, finalmente, se pudo celebrar sobre un terreno de juego helado. Esta vez, el Valencia, escarmentado por la lección del ejercicio anterior, no se dejó sorprender. El equipo dirigido por Scopelli se impuso gracias al solitario gol marcado por Héctor Núñez poco antes del descanso. El delantero charrúa lanzó un disparo lejano que le botó al guardameta local antes de llegar a sus dominios. La superficie helada envenenó la trayectoria del balón que se coló en la portería. Tres días después, el Valencia viajó desde Pamplona hasta Lisboa para jugar el desempate contra los escoceses del Dumfermline en el torneo europeo. Un gol de Mestre sirvió para certificar la victoria y la clasificación.

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