Los dilemas de Baraja en el Valencia

Más allá del dibujo sobre el césped, que el propio Baraja dejó claro el día de su presentación que no es lo más importante, el entrenador va a tener que tomar decisiones importantes con el regreso de Nico González. Si algo ha demostrado el gallego en su recuperación es que ha tenido una implicación mayor que lo que marca el 'mantra' que siempre pesa sobre los jugadores cedidos. Siendo prácticos, con el equipo en el que estás a préstamo en proceso de descomposición, a buen seguro que otro perfil de jugador hubiera escogido la vía del regreso sin prisas. El trabajo en Paterna del centrocampista le ha permitido acortar tres semanas su regreso, tras la fractura en un dedo del pie que se produjo el 31 de diciembre, y Baraja ha seguido muy de cerca tanto su regreso al trabajo con el grupo como su implicación.

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Recuperar a Guillamón para la causa, perdido desde el parón por el Mundial, ha sido una de las primeras acciones de Baraja y de Marchena. En este caso concreto, el trabajo en la sombra del sevillano ha sido fundamental. El internacional ha sido titular en los dos últimos partidos, repitiendo siempre con Almeida en el trivote. Musah y Moriba se han alternado para cerrar el centro del campo. Ahora, Baraja debe decidir el perfil de Nico en ese esquema y, viendo el rendimiento de Almeida que ha jugado 21 de los 24 partidos de Liga, si lo coloca en la casilla de Guillamón o en la que alternan Yunos e Illaix.

La recuperación de Correia tiene que despejar la ecuación de Foulquier, que también necesita un descanso después de haber acumulado partidos y minutos por la lesión del portugués. En punta, también tiene que haber encajes en las rotaciones. A la espera del regreso de Cavani, que como es obvio condicionará el tridente ofensivo o los dos puntas en el caso de que el sistema en un partido sea el 4-4-2, el técnico del Valencia tiene muy en cuenta la irrupción de Fran Pérez pidiendo paso. El canterano, que ultima su renovación hasta 2027, peleará por minutos con los dos 'Samu' (Lino y Castillejo). Lo que queda claro en el manual de estilo de Baraja es que sus decisiones van a estar más cercanas a la meritocracia y rendimiento que a los galones. Con el equipo sin casi margen de error, lo que urge es sumar puntos.

En ese esquema encaja Lino. El brasileño también está demostrando en el trabajo del día a día que se sale del libro de estilo de los jugadores cedidos. Los números con él son claros, tanto con Gattuso, Voro y ahora Baraja. Después de Mamardashvili –que ha disputado todos los minutos del campeonato– es el único jugador de campo que ha jugado los 24 partidos de Liga, acumulando 2.025 minutos. Lo que también parece claro, viendo su rendimiento y la salida en invierno de Joao Félix al Chelsea, es que Simeone lo querrá de vuelta en verano. El técnico colchonero está siguiendo muy de cerca la evolución del extremo, que ha marcado dos goles este curso.

La sesión de trabajo en Paterna contó con la presencia de Layhoon Chan. La presidenta del Valencia ya está de regreso tras viajar a Singapur por el fallecimiento de su madre. Ausente las últimas semanas, no ha cambiado el escenario en los dos ámbitos extradeportivos. El nuevo convenio para el estadio sigue igual de lejano y el valencianismo en contra de Meriton.