Ni el árbitro puede con un Valencia ejemplar

En circunstancias normales, Koeman pondría el morbo en el Barcelona-Valencia. Pero en el partido de hoy hay muy poco del sabor añejo de uno de los partidos de fútbol históricamente más atractivos. El Valencia llega tras una victoria nada convincente en Copa y en la competición regular apenas hay alegrías. Tampoco andan demasiado contentos por el Camp Nou. Aunque quizás, el equipo de Javi Gracia vaya a enfrentarse al mejor Barça desde la llegada del preparador holandés. Acumula dos victorias consecutivas el conjunto catalán. Ganar a la Real Sociedad, segundo, llenó de confianza a un equipo que quiere certificar su escalada ante un Valencia que necesita sumar ya si no quiere terminar el año hundido en la tabla clasificatoria.

Pero ni a 24 horas de un partidazo como el de hoy, Javi Gracia puede pensar sólo en los futbolistas que intentarán frenar a Messi y compañía en el Camp Nou. Porque la realidad en la avenida de Suecia no es normal y en un futuro no muy lejano está el mercado de invierno. En Terrassa quedó patente que no hay futbolistas que puedan dar descanso a los titulares. Porque la plantilla es la que es.

De momento dice el técnico que con él nadie se ha puesto en contacto para planificar el mercado de invierno. «Mi responsabilidad es entrenar más allá de los jugadores que puedan salir que no lo sé y de los que pueden venir que no lo sé. No he tenido ninguna reunión ni sinceramente creo que la vaya a tener», dijo el técnico.

«No sé si van a salir jugadores, porque creo que no lo sabe nadie, y tampoco sé si van venir jugadores, esa es la realidad. Me insistís mucho y lo entiendo, pero yo digo lo que sé», añadió el preparador quien afirmó no ser él el que debe decidir si su marcha sería la solución para darle la vuelta a la situación. Mientras Gracia asegura no saber nada del mercado de fichajes, en Países Bajos, The Telegraaf, se publicaba que Edson Álvarez, pivote defensivo del Ajax que también actúa de central, podría recalar en calidad de cedido en el club de Mestalla.

Hoy, seguro que el mexicano no estará en el Camp Nou y Javi Gracia intentará, al menos, sumar un punto con sus once mejores hombres. Acumular futbolistas en el centro del campo para complicarle las incursiones a Messi es el principal objetivo. Las bandas azulgranas no son tan peligrosas y el Valencia debe aprovechar los contraataques. Velocidad y puntería. Gayà volverá al lateral. «José es muy importante para nosotros», dijo ayer Gracia quien, por si las moscas dejó claro que quiere seguir viéndolo con el escudo del murciélago en el pecho: «Es uno de nuestros referentes, lo ha sido y lo va a seguir siendo y espero que lo sea por muchos años en el Valencia». A la espera de los centros del de Pedreguer, estará Maxi Gómez. El delantero convive con sus molestias en las rodillas y aunque su aportación al Valencia no sólo son los goles, un delantero es feliz cuando lleva el balón al fondo de la red. Así que hoy es un buen día para romper una racha de meses sin marcar, desde septiembre.

Guedes debe dejar de trastabillarse y si logró salir motivado ante un Tercera, hacerlo frente al Barça no debe ser complicado. Quizás el portugués esta vez sí encuentre el acierto que le faltó en aquella final de Copa. Hoy, en teoría jugará muy cerquita de la portería de su excompañero Neto.

Messi tendrá la libertad que quiera para pulular por la portería de Jaume en un once azulgrana que no sufrirá excesivas variaciones respecto a los últimos partidos. De Jong ha dado un paso al frente y los cuestionados por Koeman Braithwaite y Busquets ya no lo son.

El Valencia no gana en el Camp Nou desde la temporada 2016 y lo lógico, visto el momento deportivo en el que llegan ambos equipos es que el Valencia sumara su quinto partido sin ganar. Pero en esta temporada nada es normal. Y en el fútbol todo es posible.

Los árbitros españoles admitían 199 fallos en el primer tercio liguero. Pues ya son 200. «Nos habíamos propuesto señalar menos penaltis por contactos ligeros y el promedio ha bajado. No se trata de pitar menos penaltis, sino de señalar los que son». Palabra de Velasco Carballo. Está mal que un juez, en este caso futbolístico, mienta. Porque la pena máxima que señala Hernández Hernández a

La acción polémica ocurría en la prolongación de la primera parte cuando el conjunto de Javi Gracia mandaba en el marcador. Realmente el tanto azulgrana no fue en el lanzamiento de penalti, porque Jaume, San Jaume, atajó el disparo de Messi, pero en el rechace el balón volvió al argentino y en esa ocasión sí acertó. Fue un chasco tremendo porque ensuciaba una fase del encuentro en el que el

Javi Gracia había estudiado bien el choque y ante la decisión de Koeman de optar por Araujo y Mingueza como centrales, el Valencia presionaba muy arriba en la salida de balón azulgrana. Y ante el robo de la pelota, al ataque con todo. Todo se visualizaba ya en los primeros minutos. La primera opción clara llegó en una jugada por la banda derecha en la que Yunus privó del remate de Maxi y luego Cheryshev molestó a Gayà. Al final atajó Ter Stegen. Cuando está el capitán la vida es más bonita. El 75% de los ataques en la primera media hora llegaron por su zona. La insistencia del Valencia continuaba con un lanzamiento en parábola de Carlos Soler y con acciones que acababan en córner.

Y en uno de ellos llegó el primer bombazo. Diakhaby se zafaba del marcaje de Griezmann y cabeceaba con maestría al fondo de la red. Son jugadas 'made in Paterna'. Para eso están los entrenamientos. Para eso están los entrenadores. Para eso están sus mil ayudantes. El tanto no cambió el encuentro. El Barça tomaba el balón pero el Valencia ocupaba el espacio con lógica. Las únicas opciones para marcar eran blanquinegras (bueno, celestes). Cuando moría la primera parte Maxi Gómez pudo marcar casi tres meses después. Centró Cheryshev y el uruguayo cabeceó sin convicción cuando se encontraba solo. Y del posible segundo tanto valencianista se pasó al destarifo del árbitro en la acción de Gayà.

El mazazo se quedó en algo pasajero porque tras salir del vestuario el Valencia siguió en modo 'bronco y copero' que tanto le define. Cheryshev pudo marcar a pase de Guedes pero no tuvo acierto.

El conjunto de Mestalla sacó el orgullo, mostró el coraje, para dar un paso adelante, convencido de que no merecía salir derrotado ante el equipo que dirige Ronald Koeman, del que nadie quiere acordarse en el Valencia. Racic, que en este partido no tuvo sus fallos habituales en el pase, emergió en la frontal del área para chutar con sentido a pase de Álex Blanco -había sustituido al lesionado Yunus-, pero el balón se fue fuera. Era cuestión de insistir, era cuestión de creer, era cuestión de recordar esas remontadas míticas (la del 3-4 en la 1997-1998 con Ranieri en el banquillo) o esas exhibiciones como la del Valencia de Benítez en la 2002-2003.

Tuvo que ser Gayà, cómo no, siempre Gayà, el que centró desde la banda izquierda para que Maxi Gómez ejerciera de cazagoles y con maestría introdujera el balón. Cuarto tanto del uruguayo, que no marcaba desde el 29 de septiembre. Demasiado tiempo para un jornalero del gol, aunque el atacante siempre trabaja como un catedrático en otras variables que hacen mejor al equipo. Desde ese momento (minuto 69) hasta el final las sensaciones apuntaban a que el Valencia marcara el tercero. Pudo cambiar la tendencia Coutinho con un tiro cruzado, pero la mejor ocasión fue de Guedes en un contragolpe. Lo mereció. El portugués y el Valencia.