El Valencia CF es insufrible

No hay nada peor que dar pena.

¿El Valencia juega así de mal por orden de Javi Gracia o porque no da más de sí? Cualquiera de las dos opciones son malas. Sólo igualó al Eibar en intensidad.

Mendilibar se relamía al ver la alineación. Tiró a Brian Gil a la banda izquierda y ordenó a Kike García que se pegara a Mangala. El objetivo era golpear los puntos flacos del Valencia. El extremo cedido por el Sevilla dio una mala noche a Wass. Se marchó tantas veces quiso. Sólo les falló la puntería. El Valencia se estiró en una única ocasión en la primera parte y estuvo a punto de ser certero. Maxi centraba desde la banda derecha y Manu Vallejo no llegaba por milímetros. Y poquito más en las áreas. Un remate de Kike García que atajó Jaume y un golpeo casi sin querer de Gabriel Paulista en el área en una falta. Lo demás transcurrió mientras el balón volaba. Porque el juego valencianista fueron pelotazos. Como si fuera un equipo menor. Como si fuera el Eibar. Tal cual.

La segunda parte fue mucho más animada pero sin variar nada el ecosistema. Al menos el Valencia tuvo dos ocasiones clarísimas.

Kike García insistía en pegarse a Mangala para aprovecharse del flojo marcaje y disponer de acciones de cabeza. En escasos diez minutos dispuso de tres ocasiones muy claras. Luego la tuvo Edu Expósito, pero se encontró con Jaume. Javi Gracia miraba al banquillo y agachaba la cabeza. ¿A quién saco?, se preguntaba.

Los cambios no aportaron nada.

Cuando se conforma el calendario todos los equipos potentes apuntan los choques ante los rivales más asequibles. Ahí es donde se ganan o se pierden los puestos a los que se aspira, unos para el título y otros para los puestos europeos. El Valencia, hace unos meses, antes de que Murthy dejara a Javi Gracia con un palmo de narices con la llegada de refuerzos, anotaba en la libreta que en Ipurua podrían haber tres puntos factibles. Pero nadie pensaba que meses después el choque de esta noche se convirtiera en el partido más importante del Valencia. Los blanquinegros están situados sólo un punto por encima del descenso y necesitan imperiosamente la victoria. No hay más. No hay debate. Ganar o ganar. Porque, además, los tres puntos le lanzarían a la zona media de tabla. Sería un respiro porque una derrota, antes de los choques ante Barcelona y Sevilla, podría ser catastrófico.

El conjunto de Javi Gracia llega al choque tras el baño de realidad frente al Atlético de Madrid. Los colchoneros ya no están en su liga. La diferencia es abismal. Por eso hay que conseguir la victoria ante un conjunto con el que pelea de tú a tú. Los eibarreses no conocen el triunfo esta temporada su estadio, situación que debe aprovechar el Valencia, que se presenta con las baja de Cillessen, Gayà y Hugo Guillamón, en una semana complicada tras los positivos por coronavirus de Cheryshev y Kang In. El técnico deberá decidir quién acompaña a Gabriel Paulista. Diakhaby regresa tras su lesión y Mangala busca minutos. En la línea media Jason tiene opciones de tomar la parte derecha del centro del campo para dar descanso a Yunus Musah, que acumula minutos tanto en la competición doméstica como con su selección. Aunque se muestra encantado tras su renovación como blanquinegro hasta 2026, el técnico tiene previsto dosificarlo. Demasiado esfuerzo en tan poco tiempo. Del resto del equipo toda apunta a que mantendrá a Racic y Carlos Soler en la zona de máquinas, por lo que Wass seguiría en el lateral derecha. En ataque Maxi Gómez es fijo y Manu Vallejo se ha ganado en el campo la opción de acompañarle. La meritocracia a la que apuntaba Javi Gracia.

El Valencia necesita vencer y convencer. El club se encuentra en una situación complicada, tanto a nivel deportivo como social, con un junta de accionistas (el viernes) que se presenta tensa para el consejo, aunque la decisión de convertirla en telemática evita los cara a cara, como pretendía Meriton. Un triunfo dulcificaría la situación, además de dejar respirar a una plantilla muy tensa.

Por su parte, en el Eibar la buena noticia es la vuelta al equipo de Kike García, el máximo goleador del equipo junto con Esteban Burgos con tres goles, que retorna a la alineación después de cumplir su partido de sanción, tras el encuentro contra el Getafe en el que fue expulsado por doble amonestación.

Pero no todo es positivo para Mendilibar, ya que perderá para el choque al senegalés Pape Diop, que este sábado viajó a su país natal tras conocer la muerte de manera repentina de su padre. El asturiano Sergio Álvarez y el malagueño José Recio, quien parece ya recuperado de su larga lesión dorsolumbar, son los que tienen más posibilidades para tomar el puesto del centrocampista. Otra duda para el técnico es saber si podrá contar con el defensa central portugués Paulo Oliveira. Si no juega lo hará el argentino Esteban Burgos, que ya realizó un excelente partido el pasado lunes en el Benito Villamarín ante el Betis.

Las bajas serán las ya conocidas: 'Cote' Valdés, que avanza en su proceso de recuperación de la rotura de ligamentos; el delantero vallisoletano Quique González que sigue con sus molestias en la rodilla, y el francoluso Kevin Rodrigues, que entró en la anterior convocatoria contra el Betis pero que no acaba de estar a tope.