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La SD Huesca recibe al Valencia CF para disputar el partido correspondiente a la jornada 36 de LaLiga Santander, a las 20:45 horas en El Alcoraz.
Once inicial de Marcelino García Toral: Neto, Piccini, Gabriel Paulista, Diakhaby, Gayà, Wass, Coquelin, Parejo, Guedes, Rodrigo y Santi Mina.
Once del técnico local, Francisco Rodríguez: Santamaría, Ferreiro, Etxeita, Mantovani, Javi Galán, Rivera, Musto, Moi Gómez, Chimy Ávila, Enric Gallego y Hernández.
Sigue minuto a minuto el partido de LaLiga en lasprovincias.es.
No es cierto que ninguno de los pretendientes quiera la Champions pese a que los continuos tropiezos de Getafe, Sevilla y Valencia hagan pensar lo contrario. La Liga de Campeones es el premio gordo para los mortales de la competición y, a falta de sólo tres jornadas, está tan abierta que cualquiera de los candidatos tiene suculentas opciones. Le pudo dar un buen bocado el Sevilla, pero la dentellada la pegó el Leganés de Pellegrino en el Pizjuán. Cuando esta noche salte el Valencia a El Alcoraz ya sabrá si el Getafe, en casa, ha sido capaz de doblegar a un Girona con la soga al cuello. Aunque así fuera, al equipo de Bordalás aún le falta la visita al Camp Nou: el calendario está lleno de trampas para todos y el Valencia sólo puede dar gracias a esta última oportunidad que se presenta y sumar los nueve puntos en juego. Porque no hay que olvidar que la competición doméstica es la otra vía -a estas alturas, las dos igual de largas-, por si el camino hacia la máxima competición que pasa por la Europa League acaba fallando ante el Arsenal.
Esta vez el cambio de chip para los de Marcelino no es sencillo. Disfrutó de una gran racha dividida y catapultada por los buenos resultados en Copa, Liga y Europa League, pero la actual es de tres derrotas seguidas. Tres decepciones que han vuelto a complicar el pasaporte para la Champions, tan necesario para la economía del club como para mantener la ilusión en la grada. El fiasco más reciente llegó tras una osada e inservible revolución táctica del entrenador contra el Arsenal. A estas alturas, lo realmente complicado es convencer a la plantilla de que se juega muchísimo el Valencia contra el Huesca a sólo cuatro días de la vuelta de una semifinal europea. Ya no se admiten devoluciones para quien compre un despiste. En las mismas, por cierto, se encuentra el Huesca, colista pese a llevar desde el 31 de marzo (seis jornadas) sin perder. Han resistido los de Francisco en la guerra por la permanencia y sólo le vale ganar al Valencia para seguir respirando como equipo de Primera.
El conjunto blanquinegro acude a El Alcoraz tan justo de efectivos que tampoco Marcelino podría mover demasiadas piezas aunque se lo pidiera el cuerpo. Va a regresar Francis Coquelin, seguramente uno de los nombres más escuchados durante los noventa minutos del Arsenal-Valencia y eso que no jugó. Es evidente que además de la entrada del francés en el centro del campo, habrá algún cambio más porque físicamente el vestuario se encuentra muy al límite a estas alturas del curso. Sin Kondogbia ni Cheryshev ni Kang In Lee, Marcelino se está acostumbrando a olvidar la figura del descarte técnico. Va con todos los disponibles y para escoger el once, a expensas de cómo acabaran las piernas el jueves en el encuentro de Londres. Piccini -quizás en el lateral derecho resida una de las grandes dudas, con la posibilidad de que vuelva Wass- puede tener continuidad después de su regreso en Europa y futbolistas como Gameiro, Lato, Ferran Torres o Santi Mina pueden dar el relevo.
El partido, ante la proximidad de la vuelta del la semifinal de la Europa League, puede ser una trampa. Marcelino trató de combatirla desde la sala de prensa, recordando que al equipo le quedarán ya sólo cuatro partidos oficiales una vez concluya el de esta noche. No deja de tener miga la afirmación, teniendo en cuenta que el propio entrenador asturiano admite que muchos jugadores están ya al límite a estas alturas de la temporada.
No contó la final de la Europa League. Marcelino no quiere dar nada por supuesto. Si debe llegar lo de Bakú, que llegue. Pero lo importante esta noche es el Huesca. Por mucho que pueda empezar el partido ya descendido a Segunda, matemática o virtualmente. Los equipos de la zona baja no se le están dando nada bien al Valencia.
Lo cierto es que a los aragoneses se les puede aplicar ya lo de 'a perro flaco, todo son pulgas'. Sirva como ejemplo que Francisco deberá improvisar lateral derecho, pues tiene lesionados o sancionados a todos los futbolistas de su plantilla que han actuado en esta posición. Pero el Huesca ya estuvo a punto de liarla en Mestalla y va a plantar cara. Aviso a navegantes: a la Champions no se va sin esfuerzo. Que se lo digan al Sevilla... y seguro que esta mañana al Getafe.
El Valencia es un equipo con carácter. Tiene personalidad. Posee temperamento. Se puede creer en él. Se da un golpetazo contra el Arsenal y en la siguiente actuación huye del abatimiento para convertirse en apabullante. También ayudó, la verdad, que Marcelino prescindiera de los ataques de entrenador. Cada uno en su sitio y a triunfar. Al asturiano se le pueden perdonar estas cosas por sus resultados, pero ya es mayorcito y tiene numerosos consejeros para evitarlos. El Valencia quiere jugar la próxima Liga de Campeones. Por sus goleadas o por sus triunfos milagrosos. Por la competición doméstica o por el triunfo en la Europa League. No se ha borrado de nada. Que se prepare el equipo de Emery. This is Mestalla. Palabras mayores. Y para preparar la gran cita, nada mejor que un baño y masaje. Porque el Huesca es demasiado frágil para plantar cara a Parejo, Rodrigo y compañía. Aunque podríamos pensar lo mismo ante el Rayo Vallecano y aún se nos pone cara de tonto al pensar en la derrota en la calle payaso Fofó.
El partido empezó y terminó al mismo tiempo. Pitido del árbitro para que rodara el balón y al minuto y cuarenta segundos llegaba el primer tanto blanquinegro. De ahí a la goleada en una primera parte de una efectividad bestial. Entre el día feliz valencianista y la jornada dramática oscense se cocinó un resultado histórico. Los dos tantos del Huesca en la segunda mitad evitaron que fuera el mejor resultado blanquinegro de su existencia fuera de casa. El Valencia se sitúa quinto -adelanta al Sevilla- a tres puntos del Getafe. Quedan dos partidos para el final de la Liga (ante Alavés y Valladolid) y las opciones del cuarto puesto siguen intactas. Mientras, el Huesca ya es equipo de Segunda División. Visto lo visto, con todo merecimiento. Muy blandito.
Pareció un partido de pretemporada. El Valencia, conforme llegaban los goles, dejó de festejarlos. Le daba pena. Pero si me das un regalo, lo acepto. Tanto que llegaron cinco goles en la primera mitad. Es la primera vez que lograba tamaña barbaridad. No se habían cumplido los dos minutos de juego y Wass se plantaba solo ante el portero y lo batía con un disparo fuerte. En ese momento aún no quedaba claro si era fortuna o convencimiento. Sólo hubo que esperar catorce minutos para comprobar que era la noche de los goles. Aunque entre estos momentos el Huesca dispuso de dos ocasiones, la segunda de ellas muy clara, con el balón pasando sin dueño por el área pequeña del Valencia. Pero en el fútbol vale acertar. Y rápidamente llegó el segundo blanquinegro. Santi Mina, que volvía a la titularidad, mandó varios mensajes a Marcelino. Quiere ser protagonista. Se inventaba un pase al hueco a Rodrigo, que se escoraba para evitar al portero y lo batía de tiro raso. Era importante ver que el internacional sabe lo que es marcar. Desde marzo no lo lograba.
A partir de aquí, el Huesca ya se había descompuesto y ante un equipo del potencial del Valencia eso es mortal. El delantero gallego en este caso era el ejecutor. También el creador. Iniciaba él la jugada con un pase a Guedes en un contragolpe y el portugués le devolvía el esférico para el tercero. Cada vez que el Valencia se aproximaba al área oscense era para anotar. Hasta esta jornada la mayor cifra goleadora se situaba en tres.
Santi Mina estaba on fire. Se movía con tanta facilidad entre la inexistente defensa oscense que hasta se sorprendía. Momentos después marcaba por segunda vez, en este caso a centro de Wass. Para rematar la primera fase del encuentro recibió la ayuda inestimable del Huesca. Ferreiro enviaba el balón a su portero pero sin darse cuenta de que por allí pululaba Rodrigo. Cuando el internacional se daba la vuelta apareció Etxeita para tocar el balón e introducirlo en su portería. Los valencianistas no lo celebraron. No era cuestión. No era necesario. El Valencia es un club señor. Es tan importante saber perder como saber ganar. No se humilla a nadie. Respeto.
Marcelino ya pensaba en el definitivo encuentro ante el Arsenal del jueves y en el descanso dejó en el vestuario a Parejo y Guedes. Su creador y su estilete ofensivo. El capitán y el fichaje más caro. Si están bien son imprescindibles. Ante el conjunto de Emery tienen que estar en su mejor versión. En El Alcoraz ya no hacían falta. Saltaban al terreno de juego Ferran y Carlos Soler, dos canteranos. Uno de Foios y otro de la capital. Sólo cinco minutos después de tocar el césped llegaba el sexto. En este caso era Santi Mina el asistente a Rodrigo, como ocurrió en el segundo gol. Tampoco se felicitaron. En ese momento el Valencia conseguía el mejor resultado de su vida fuera de casa. Nunca jamás había logrado seis goles de diferencia. Historia viva. Rodrigo marcaba pero también cojeaba y Marcelino no se quiso jugar nada. Al banquillo y que entre Gameiro, a ver si el francés acierta alguna.
La intensidad bajó tanto que no había ni contacto entre los futbolistas. El Huesca sacaba algo de orgullo y se acercaba al área. En una de estas Melero batió a Neto. El portero también se había relajado algo y lo pagó. Y cuando el partido moría llegó un nuevo penalti tonto de Diakhaby. El francés tiene un potencial tremendo pero hace demasiadas tonterías, demasiadas jugadas evitables que han costado caro al Valencia. En este caso la diferencia goleadora era abismal, pero en otros casos lo ha pagado caro. Gallar engañaba al portero valencianista y ponía el dos a seis final. El conjunto de Marcelino no se rinde y busca la Liga de Campeones como sea, ya sea con el cuarto puesto o con el triunfo en la Europa League. Para ello habrá que pasar por encima del Arsenal. El momento decisivo. Marcelino, piensa bien lo que vas a hacer. Nos jugamos mucho.
SD Huesca
Santamaría; Ferreiro, Etxeita, Mantovani, Galán; Moi Gómez (Juanpi Añor, min.65), Musto, Rivera; «Chimy» Avila, Enric Gallego (Gallar, min.76) y «Cucho» Hernández (Melero, min.46)
2
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6
Valencia CF
Neto; Piccini, Paulista, Diakhaby, Gayá; Wass, Parejo (Soler, min.46), Coquelin; Santi Mina, Rodrigo (Gameiro, min.57) y Guedes (Ferrán, min.46)
GOLES: 0-1: min.2. Wass; 0-2; min.17. Rodrigo; 0-3. min.20: Santi Mina; 0-4. min.33: Santi Mina; 0-5. min.41: Etxeita (propia puerta); 0-6. min.51. Rodrigo; 1-6. min.66. Melero; 2-6. min.92: Gallar, de penalti
ÁRBITRO: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales «Chimy» Ávila y Melero y al visitante Coquelin
INCIDENCIAS: partido correspondiente a la jornada trigésimo sexta de Liga disputado en el estadio de El Alcoraz de Huesca ante 6.378 espectadores
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