El Valencia sumó tres puntos de oro en la lucha por disputar las competiciones europeas. EFE

La flor de André Almeida y el penalti surrealista de Budimir

Un gol del portugués y un fallo esperpéntico del croata apuntalan al Valencia en la Conference | El delantero rojillo desperdicia una pena máxima en el minuto 97 que deja al equipo de Baraja a tres puntos de ser sexto y acceder a la Europa League

Lunes, 15 de abril 2024

Flores y espinas. Así es la vida. André Almeida volvía al equipo tras seis meses de baja y dos goles han dejando sendas victorias al Valencia. Budimir tenía en su bota izquierda mantener a Osasuna en la lucha por Europa y cometió uno de esos ... fallos que se pondrán en todos los programas de acciones esperpénticas. Penalti cometido por Hugo Guillamón por una patada al delantero croata en el área. Dudas para el árbitro. Le avisan del VAR para que vaya a ver la imagen y tras varios visionados decide señalar la pena máxima. Minuto 96. Y Budimir se acerca a la pelota, se para y ahí se electrocuta. Balón flojito para que Mamardashvili haga la parada más fácil de su carrera. El delantero no había fallado ningún penalti a ese momento. Fueron las dos acciones clave de un choque donde el Valencia realizó una ejercicio de resistencia para regresar a puestos europeos. Vuelve a ser séptimo, en posición de Conference, por delante del Betis (por cierto, rival del próximo sábado a las 18.30 horas en Mestalla). Pero hay otro dato todavía más ilusionante. Está a sólo tres puntos de la sexta posición, que daría paso a la Europa League. Hasta ahora esa plaza la ostenta la Real Sociedad, rival dentro de cinco partidos en Anoeta. Es decir, el Valencia depende de sí mismo para lograr un objetivo impensable hace nada. En Mestalla el resultado fue de 0-1 a favor para los jugadores donostiarras, por aquello del goleaveraje ante un posible empate.

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El acierto de André Almeida deja dos victorias seguidas fuera de casa (Granada y Pamplona). Otra situación inimaginable hace algunas jornadas. En Mestalla el equipo se tornaba en invencible, pero en los viajes se empequeñecía. Hasta ahora. Cuando pase el tiempo la estadística hablará de los tres puntos logrados en el Sadar y nadie recordará que el Valencia sufrió como hacía tiempo que no lo hacía. Supervivencia pura y dura. Porque a excepción de la primera media hora, que incluyó el tanto de André Almeida, un zurdazo de Jesús Vázquez y otra acción inverosímil, en este caso de Hugo Duro, que no supo rematar cuando no había nadie en la portería, el resto del choque fue un monólogo de Osasuna con varias acciones claras de gol. La más cristalina fue el penalti, sin duda, pero también hubo dos palos, uno de Moi Gómez en la primera mitad y otro de Budimir en la segunda. La estadística era clara a escasos instantes de que acabara el partido: trece tiros de Osasuna por cuatro del Valencia.

Pero como los narcisos en primavera, emergió André Almeida. El portugués tiene una similitud con su actual entrenador. Baraja estuvo cinco meses fuera en la temporada 2001/2002 (se lesionó en la pretemporada). Su regreso catapultó al Valencia para conseguir la primera liga de la era Rafa Benítez. El mediapunta del actual Valencia ha estado un tiempo similar trabajando en la sombra por una fractura en una vértebra con desplazamiento. Pero ha sido volver y se ha hecho la luz. En Granada salió en la segunda mitad para dar el triunfo y en Pamplona ya Baraja le dio la titularidad para moverse con soltura tras el delantero. En este caso su gol fue desde la banda derecha. Un pase de Diego López y el portugués cruzaba el balón hacia el interior de la portería.

Con el tanto el Valencia se difuminó. O creyó que lo tenía todo hecho o fue incapaz de superar la línea de presión de Osasuna, que se hizo con el balón y ya no lo soltó hasta el final. Empezaron a llegar las ocasiones, primero con el palo de Moi Gómez tras rebotar el balón en Javi Guerra y luego con un zurdazo de Rubén García. Por cierto, el valenciano es una máquina perfecta. Todas las acciones que protagoniza tienen sentido. Da pases donde debe darlos y chuta cuando es el momento de hacerlo. Participó en casi todas las opciones de ataque de Osasuna. La segunda mitad fue un calco del final de la primera. El equipo de Arrasate insistía e insistía con Budimir como ejecutor. Mosquera, como le pasó con Muriqi y algún otro, intentó blindar la defensa ante un rival de tanta envergadura. Fue otra masterclass para el canterano, que tiene pinta de central de leyenda. No comete un error jamás, mientras que de Cenk, que ayer estuvo bien, siempre esperas el fallo. Y cuando el choque estaba a un minuto del final llegó la falta de Guillamón a Budimir y uno de los penaltis más extravagantes de los últimos tiempos. Pero el Valencia tenía flor.

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Osasuna: Sergio Herrera, Areso, David García, Herrando, J. Cruz (Mojica, 58'), Moncayola (Pablo Ibáñez, 76'), Iker Muñoz, Rubén García (Rubén Peña, 76'), Moi Gómez, Arnaiz (R. García, 76') y Budimir.

Valencia CF: Mamardashvili, Foulquier, Cristhian Mosquera, Cenk, Jesús Vázquez, Pepelu, Javi Guerra (Amallah, 88'), Fran Pérez (Peter Federico, 79'), André Almeida (Hugo Guillamón, 75'), Diego López (Thierry R, 88') y Hugo Duro.

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Gol: 0-1 André Almeida, 17'.

Árbitro: Munuera Montero (C. Andaluz). Amonestó a Hugo Duro y Mamardashvili.

VAR: Del Cerro Grande (C. Madrileño).

Partido de la Jornada 31 de LALIGA EA Sports disputado en el Estadio El Sadar de Pamplona.

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