No hacía falta sufrir tanto en un triunfo merecido

Ni las alegrías pueden ser tranquilas. El Valencia golpea los corazones de su gente. Sube la tensión, el estrés, los nervios. Pero quien lo quiere, debe quererlo así. Porque hubo que sufrir ante el Elche cuando el conjunto de Javi Gracia modeló un partido que debió llevarse con amplitud. Domingó el juego y disfrutó de las ocasiones más claras. Aunque no hay manera de cerrar los partidos como se merece. Con un gol de ventaja, el infalible Carlos Soler marró un penalti y a partir de ahí, a pasarlo mal. Permite demasiadas opciones a los rivales. La suerte para el Valencia fue que el visitante no marcar goles ni equivocándose. Pero había que ganar y ganó. Había que esquivar los puestos de descenso a Segunda División y los esquivó. Había que disfrutar de una semana de tranquilidad y la disfrutará. Bueno, es el Valencia. Quién sabe. El que vivirá algo más calmado es Javi Gracia tras el rapapolvo de la Copa del Rey. El técnico tenía claro que su futuro pasaba por progresar en la Liga y desperdició el torneo que ganó hace dos años. Pero el Valencia es demasiado grande para tirar nada. Aquí se disputa todo. El orgullo por delante. Ahora, al menos, disfrutará de semanas completas para preparar los partidos y los futbolistas podrán descansar más. A ver si se nota y por fin escalan a la zona templada. Sólo falta que le traigan algún refuerzo. Por ahora nada es lo que pidió. No sé si se conformará. Llegará un delantero que no entraba en sus planes (Cutrone) y el mediocentro con el que hay negociaciones más avanzadas (Florentino Luis) es un jovenzuelo sin minutos en el Mónaco, cuando el técnico lo que reclamaba era veteranía. Pero con Murthy todo puede pasar.

No sólo se ganó el partido, también se dejó la portería a cero. Una novedad optimista. No se había conseguido todavía en Mestalla en lo que llevamos de temporada. Guillamón va a acabar jugando en la NBA. Crece cada partido. Parece un veterano del Vietnam. Saca el balón con maestría, se coloca bien y va al choque. Y con Gabriel Paulista al lado puede hacer lo que quiera. También Correia parece más asentado en la labor defensiva. Del ocupante del lateral izquierdo no hace falta ni hablar. El capitán. El gran capitán. Siempre cumple. Siempre está bien. Siempre suma.El que también está de dulce es Wass. Javi Gracia le situó en la zona derecha del centro del campo, aunque en muchas ocasiones la querencia le transportaba al centro. Ya en el minuto 11 dispuso de una gran ocasión en un error de Badía, pero el danés no supo rematar la faena. Sí lo hizo poco después en un cabezazo de delantero a un centro maravilloso de Guedes con su pierna izquierda. Da rabia que el portugués no explote más sus cualidades. Se le cae la calidad de los bolsillos, pero debe llevar cerrada siempre la cremallera. El Valencia dominaba por completo. Regresaba el Valencia que manda. Pero el Elche no se vino abajo tan rápido y adelantó líneas. Ahora los ocupantes de la sala de máquinas blanquinegra tenían más dificultades para combinar con fluidez. En esos momentos Morente pudo igualar el choque tras burlar a Paulista en el área pero su chut se marchó muy alto. Y justo en la jugada siguiente llegó un momento clave. Centró Wass desde la banda derecha y el exvalencianista Barragán derribaba con su brazo a Manu Vallejo dentro del área. Penalti. Era el segundo gol. Lo tiraba Carlos Soler. Seguro de vida. Pero hasta los buenos fallan. No estaba mal tirado pero Badía se estiró con maestría. El canterano lleva siete goles esta temporada y seis de ellos son desde los once metros. Había que seguir remando, que diría Emery. Pero de ahí al final de la primera parte el Valencia se difuminó algo y la mejor ocasión la tuvo el Elche con una volea de Mojica que permitió a Jaume hacerse la foto con una estirada descomunal.

El Valencia estaba obligado a marcar el segundo. Lo merecía. Lo necesitaba. A este equipo le cuesta gestionar los momentos. Carlos Soler, que jamás se esconde, quiso restañar la herida del penalti. Primero disfrutó de una jugada de crack, con dos recortes a jugadores del Elche, pero su disparo golpeó en Mojica. Y luego gozó de otra ocasión clarísima cuando el balón le llegó rebotado a sus pies, pero se marchó fuera por poco. El conjunto blanquinegro no remataba y el Elche empezaba a molestar. Empezaba el sufrimiento. Hasta este encuentro, en ocho anteriores en los que se puso por delante, sólo en dos consiguió la victoria final. Los otros acabaron en remontada. El Elche no paraba de lanzar córners y ya se sabe que en cualquier descuido puede llegar la fatalidad. Javi Gracia sacó del campo a Manu Vallejo y dio acceso a Kang In, al que envió a la banda derecha. Wass pasaba al centro para conformar un tridente junto a Racic y Carlos Soler. El coreano en la derecha y Guedes en la izquierda, con Maxi arriba. Era una manera de protegerse. Pero el equipo iba perdiendo metros y el partido se convertía en muy peligroso. Kang In tuvo un disparo desde dentro del área, aunque se le marchó muy alto. De ahí al final el equipo se afanó en aguantar las acometidas ilicitanas y buscar alguna contra mortal. Pero todo acabó como lo dejó Wass en la primera parte. Triunfo tan justo como necesario, que salva a Javi Gracia de verse ante una decisión fatal de Peter Lim.