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Las élites tienen mala conciencia con el Valencia

Silencio, trabajo y suerte ·

Los poderes económicos y políticos dejaron caer el mejor equipo del mundo en 2004 en las peores manos hasta convertirlo en el guiñapo actual

cayetano ros

Viernes, 2 de julio 2021, 01:12

Aquellos maravillosos años, desde 1999 a 2004, cuando el Valencia fue el mejor equipo del mundo, orgullo del 'poble valencià', como recordó esta semana Raúl ... Ruiz en 'Vamos', invitan a una cruel reflexión de cómo se ha llegado al estado actual de inanidad. Las élites valencianas dejaron el club en manos primero de un supuesto secuestrador frustado, después de un moroso impenitente y, finalmente, de un vendedor de humo junto a un político oportunista siempre aferrado al poder. El caso desembocó en un millonario sin luces y sin escrúpulos que dio las riendas a un lunático con ínfulas de diplomático.

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Corona, ni 'bon dia'. El resultado es este Valencia cuyo secretario técnico desde hace varios años, el tal Corona, no ha dado a la afición ni los buenos días. Todos los empleados escondidos a fin de no sobresalir y no acabar como Pablo Mantilla, despedido esta semana como director de la Fundación por esa quimera de querer salvar el fútbol femenino, un incordio para el sátrapa de Singapur. Desde la marcha de Lay Hoon Chan, en abril de 2017, el equipo femenino ha sido un alma en pena en el Valencia a pesar del esfuerzo de Mantilla por evitarlo. Los dueños asiáticos siguen a la tarea de vaciar el club de toda mente pensante. Solo les sirven siervos y autómatas.

Un éxito y un fracaso. Un grupo de muchachos entusiastas, con unas cuantas ideas sobre la decencia y sin pasado del que avergonzarse, han logrado llevar a juicio la gestión de Meriton en el Valencia. El éxito de Libertad VCF, pase ya lo que pase, es incuestionable. El hecho de afear ante un juez el sueldo desorbitado del falso diplomático ya ha valido la pena. La peor gestión posible no merece un salario millonario. No es menos cierto, sin embargo, que Libertad VCF se ha topado con el muro del 1,5% de las acciones censadas, una pared construida por accionistas que en buena parte especularon con los títulos y convirtieron finalmente la entidad en un negocio. Las élites políticas y económicas valencianas tienen mala conciencia por cómo abandonaron al Valencia y lo dejaron en las peores manos.

 Gayà, un líder también con la 'roja'. Sobre Gayà se conocían sus virtudes como lateral izquierdo de largo recorrido, equilibrado entre la defensa y el ataque. Ante Croacia se vio un líder que tiró de España en los instantes de zozobra. Eliminado Guedes sin ni siquiera debutar con Portugal, Gayà ha sido el único futbolista del Valencia revalorizado por la Eurocopa. Tanto Gayà como Carlos Soler han debido madurar a marchas forzadas el pasado curso en el Valencia para evitar el despeñamiento del equipo después de que Lim lo hubiese desmantelado en verano. De esa fortaleza anímica, de ese liderazgo, se beneficia ahora España.

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Ferran, el chico de los 100 millones. Hasta los más tontos del lugar sabían que Ferran Torres iba a ser un jugador de 100 millones de euros en cuanto el Valencia se decidiera a venderlo. Era un mantra que repetía hasta el mismo Anil Murthy cuando le preguntaban por el futuro del extremo derecho de Foios. Ni aun así supo amarrarlo y el chico fue traspasado al Manchester City por una cantidad notablemente inferior, 25 millones. Sus ocho goles hasta la fecha en quince partidos con la selección absoluta, a los 21 años, dejan otra vez en evidencia la torpeza de los dirigentes de Singapur. Ningún futbolista valenciano alcanzó esa excelencia a tan temprada edad. Los 12 goles en 'la roja' de Paco Alcácer parecen muy al alcance de Ferran Torres.

Pedri y De Bruyne, falsos lentos. Frente a los cenizos, que auguraban la dictadura del físico en el fútbol moderno, apoyados por la victoria de Francia en el último Mundial de Rusia 2018, las figuras de Pedri y de Kevin de Bruyne devuelven el juego al terreno de la inteligencia. El centrocampista español apenas esprinta y el jugador belga camina más que corre. Juegan más rápido, no obstante, que sus compañeros. Son intuitivos, creativos, listos. Falsos lentos. La Eurocopa 2020 ha desmetido el alejamiento de los jóvenes del fútbol, según los adalides de la Superliga. Cuando los equipos salen a ganar, como ocurrió en el España-Croacia y el Francia-Suiza, el espectáculo no conoce barreras sociales ni generacionales. Es de todos.

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