Kang-In Lee, en un entrenamiento con el PSG. Reuters

El exvalencianista Kang-In y Son, estrella del Tottenham, llegan a las manos por culpa del ping-pong

Ocurrió en la concentración de la selección coreana días antes de la semifinal de la Copa Asia

J.Zarco

Valencia

Miércoles, 14 de febrero 2024, 19:59

Bronca entre las dos estrellas de Corea del Sur, el exfutbolista del Valencia CF Kang-In Lee y el jugador del Tottenham Heung Min Son. Ambos estuvieron concentrados con la selección durante la disputa de la Copa Asia, en la que cayeron en las semifinales sorprendentemente frente a Jordania por 2-0.

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Según informa el diario británico 'The Sun', todo ocurrió días antes de ese trascendental partido. Algunos futbolistas cenaron muy rápido para poder jugar una partida de ping-pong, entre ellos Kang-In, algo que no gustó nada al capitán Son, que considera que deben ser momentos para crear un mayor vínculo entre la plantilla.

El delantero del Tottenham pidió a los jóvenes que volvieran a la mesa y se sentaran, pero respondieron con comentarios irrespetuosos y terminaron llegando a las manos. La situación llegó a tal punto que Son acabó con un dedo dislocado y desde entonces lleva un vendaje en su mano, como se pudo ver en la semifinal y en el primer partido ante el Brighton en su regreso con su club. Según la agencia de noticias asiática Yonhap, Son y Kang-In se agarraron pero otros miembros impidieron que fuera a más la refriega.

El mediapunta, formado en la cantera del Valencia CF, lo ha confirmado a través de su Instagram: «Buenas, soy Kang-In Lee. Hay un artículo que dice que hubo una disputa con Heung-Min Son antes de un partido de la Copa de Asia. Estamos muy decepcionado por fallar a la afición, que siempre apoya a nuestra selección. Lo siento mucho. Debería haber estado a la altura y obedecido a mis compañeros, pero solo puedo lamentar haber mostrado esta mala versión de mí a los fans».

Además, añadió que se disculpa «con aquellos a los que he decepcionado. Soy muy consciente del interés y las expectativas que me transmite la afición. De ahora en adelante, trataré de ayudar a mis compañeros mayores para convertirme en un mejor jugador y en una mejor persona».

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