Fernando: «A nivel deportivo le diría a Ferran que se quedase»

El jugador que más partidos (553) ha jugado con el Valencia se llama Fernando Gómez Colomer (11-9-1965). Es, además, el cuarto goleador (142, por detrás de Mundo, Waldo y Kempes) de la historia del club y precisamente este jueves marcó hace 22 años su último gol como blanquinegro en un Tenerife-Valencia (3-2).

–¿Se acuerda de aquel gol?

–Sí, yo tenía un año más de contrato pero con la perspectiva de jugar tan poco con Ranieri, ya había anunciado que me iba. Fue una pelota de Anglomá por la derecha, hizo el pase de la muerte y al segundo palo... ¡ahí estaba yo!

–¿De cuántos goles se acuerda?

–Quizás de casi un 80%. Antes no había tanta televisión.

–Leí una reflexión suya que decía que el gol es «una emoción distinta», ¿aún lo cree así?

–Es complicado expresarlo, es la máxima expresión del trabajo.

–¿Cuál fue el que tuvo para usted un significado especial?

–El primero desde luego (marzo de 1984) , fue en Mestalla, partido televisado y un gran gol a pesar de que no ganamos al Atlético. Luego hay otros, el de Bilbao, el de Murcia... pero eso los destacaría por lo plástico en la ejecución.

–¿Qué hubiera dado por marcar en aquella final de Copa?

–Todo. Lo único que busqué en mi carrera fue un título. Fue triste.

–¿El gol más complicado?

–El de Pamplona, en la portería de la izquierda de tribuna. Fue un centro no muuy bueno de Álvaro y lo peiné hacia la segunda escuadra. Sólo se me ocurrió eso. Fue uno de esos remates que los periodistas, los aficionados y hasta los compañeros se preguntaron si ésa era la intención. Yo cuando fui hacia Álvaro le dije: 'He querido hacer eso'.

–Valdez fue el que le empujó a pisar más el área, ¿no?

–Centrocampistas hay millones y había que destacar por algo. En el segundo año en división de honor hice más de treinta goles siendo mediocentro.

–¿Cómo han sido la mayoría de sus tantos?

–Quizás he destacado por hacerlos al primer toque o después de un buen control. No tenía habilidad para hacer regates, utilizaba también mucho el pecho, me parecía un recurso muy seguro para controlar.

–Flojeaba en las faltas.

–No las lanzaba. Es curioso, tenía buen golpeo para pases pero levantarla por encima de la barrera me resultaba complicado. Tampoco en los penaltis era un especialista.

–¿Quién fue su mejor pareja de centrocampistas?

–Por orden cronológico: Castellanos, Bossio, Mazinho y José Ignacio. Eran buenos tácticamente y confiaban mucho en mí.

–Y de entrenadores.

–Todos me dieron libertad para pisar el área. Desde Paquito y Roberto Gil hasta Espárrago. Con Aragonés jugábamos 3-5-2 y nos daba la sensación de que todo el equipo defendía y que sólo atacábamos tres o cuatro, pero hicimos un puñado de goles. El segundo partido de Luis fue en Mestalla veníamos de perder en A Coruña y la gente me estaba pitando en el primer tiempo. En el descanso me cogió y me dijo: 'Olvídese del público y del gol, venga a jugar al medio del campo y el gol llegará'. Ganamos 1-0 y di al final el pase del gol.

–Se olvida de Hiddink.

–Con él por supuesto. Tuve una anécdota en su segunda etapa. Llevaba siete goles y quedaban siete partidos. Me dijo que quería que hiciera otros siete. Y lo logré. Con Valdano y Ranieri ya fue otra historia, jugaba un partido de cada cuatro y me daba hasta igual lo que me dijeran.

–¿El delantero con el que se ha sentido más cómodo?

–Penev y Mijatovic. Me da igual el orden. Te hacían buenas casi todas las pelotas. Se movían por todo el frente, no eran un tipo Maxi, que sólo coge el área.

–¿El más talentoso?

–Mijatovic. Estuvo muy poco tiempo Madjer y Romario apenas pudo hacer; pero no hay que olvidarse de Arroyo.

–¿Ha marcado en todos los campos de Primera?

–En el Bernabéu nunca.

–¿Es más difícil hacer gol hoy?

–Si ves las cifras de estos dos monstruos no (Messi y Cristiano). Pero el fútbol actual es más rígido y los mediocentros tienen más difícil llegar al área.

–¿Qué piensa del caso Ferran?

–No sé todo lo que ha pasado pero no es igual que en mi época porque las diferencias económicas eran menores. Le aconsejaría que se quedase porque a nivel deportivo es un jugador muy querido y muy importante, donde puede seguir progresando y la oportunidad de ganar dinero la va a tener dentro de tres o cuatro años. Pero es verdad que la opción se le presenta ahora.

–¿Qué es mejor, aguantar un año o forzar ahora la salida?

–El Valencia debe venderlo ahora si no lo consigue renovar. La propuesta al jugador todavía podría ser mayor.

–¿Qué cree que hará el Valencia en estos once partidos?

–Ojalá se acabe la temporada, eso significará que a nivel sanitario hemos avanzado. No hay que pensar en ser séptimos sino pelear por la cuarta plaza.

–¿Será complicado activarse?

–Esta pretemporada es igual que la de verano. En muchas ligas se para en invierno dos meses y luego vuelven. Y lo de jugar cada tres días es como cuando estás en competición europea.

–¿Quién se va a beneficiar?

–Los de descenso, y el Atlético, el Valencia y el Madrid, al estar donde no quieren estar.

–¿Qué ha hecho este tiempo?

–Seguir preparándome y sobre todo conocer el mercado. He visto muchísimos futbolistas de muchas ligas y de muy diversos precios, también estudié la Segunda y muy a conciencia los cuatro grupos de Segunda B.