Mal día escogió para sacar pecho Anil Murthy. Apenas un par de horas después de que se conocieran unas declaraciones del dirigente del Valencia en las que presumía de haber escogido personalmente ocho talentos de la Academia para que hicieran la pretemporada con el primer equipo (además de reconocer que «yo quería vender más»), un puñal se clavó atravesando la supuesta coraza de la que siempre presume Meriton. Uno, dicho sea de paso, con tres afiladas puntas. Que un futbolista anote tres goles en un partido oficial con la selección absoluta ya es noticia mundial, pero que encima tenga 19 años y, como guinda, sea nacido en Foios y haya sido durante casi trece años jugador del Valencia y ahora defienda la camiseta del Manchester City, todavía tiene más enjundia. Ferran Torres García (29-2-2000) ha acaparado portadas de periódicos mundiales y comentarios de todo tipo en los medios de comunicación. En Inglaterra presumen los aficionados y hasta algún periódico de haber fichado el City a un jugador tan «fácilmente y a una tarifa relativamente pequeña». Eso duele porque el club si algo tiene es una deuda reconocida de 488 millones de euros y, entre otras cosas, un estadio parado desde 2009.
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Ferran –siempre sin tilde como desea su familia–, el nuevo conquistador del siglo XXI, ha puesto al descubierto en cada uno de sus tres remates de gol ante Neuer la deficiente gestión de Meriton a la hora de manejar precisamente lo único que hoy por hoy puede darle algún tipo de beneficio: los futbolistas de la casa. Justo cuando Murthy habla de las dificultades por las que atraviesa el Valencia y la obligada necesidad a mirar hacia la Academia, Ferran explosiona con la absoluta poniendo en evidencia la capacidad negociadora que durante los dos últimos años ha tenido el club. Cuando se quiso dar cuenta el Valencia de que la continuidad de Ferran estaba seriamente en peligro, ya era por supuesto demasiado tarde. Se le iba la joya de la corona.
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Ferran, que durante muchos meses estuvo fortaleciendo su físico para ser más rápido y más potente, dedicó tiempo también a estudiar inglés. Por si acaso. 23 millones de euros más otros doce en variables es lo único que un Valencia necesitado ha podido sacar por un jugador que ha nacido a apenas 15 kilómetros de la ciudad deportiva de Paterna y que lleva camino de ser el nuevo Golden Boy de este año –mejor futbolista europeo menor de 21 años–. En Manchester, los eufóricos pronósticos que se manejan lo situaban ayer como futuro aspirante a Balón de oro.
Tal es la fuerza además con la que ha explotado Ferran que en la Ciudad Condal recordaban este miércoles la opción que tuvo el Barça en 2017 de llevárselo por tan sólo 8 millones de euros. Bien es verdad que Real Madrid y Barça han estado durante muchos años queriendo llevarse al talentoso extremo derecho de Foios ya siendo un chavalín, que pese a esas intentonas y guiado por su familia y asesores, decidió quedarse en territorio blanquinegro para seguir creciendo. Hasta vivió por circunstancias personales durante un largo tiempo en la propia residencia del Valencia. El club invirtió en él una cantidad que ha sido devuelta con creces con ese traspaso al City, si bien todos los especialistas coinciden en señalar que el gran error fue no haberlo sabido renovar a tiempo. El valor de mercado teórico de Ferran hoy está situado en los 45 millones de euros según el portar especializado Transfermarkt y los 106 millones que apunta CIES, colocándolo en la sexta posición del ranking de jugadores nacidos en 2000. Para hacerse una idea, el precio que se le etiqueta a Ansu Fati (Barcelona) es de 122,7 millones.
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Ante este escenario, es más que previsible que la venta de Ferran pero sobre todo la trazabilidad de la planificación en su caso sea comentada en la próxima junta de accionistas. A los valencianistas les duele que se marchen futbolistas de la casa, aunque entre Ferran y los dirigentes del club ha habido una cruda batalla de ataques encubiertos. Hasta tal punto que en una entrevista concedida a Marca, el propio jugador llevó a manifestar: «Hay empleados del club trabajando para manchar mi imagen».
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Está viviendo Ferran un momento dulce en el corta trayectoria profesional. En dos meses ha marcado 8 goles entre los del City y España. Dos más que los que hizo en el Valencia en 44 partidos. Y eso que sólo jugó 73 minutos contra Alemania. Que le pregunten al lateral Philipp Max –internacional alemán que juega en el PSV Eindhoven– qué le pareció el partido del exvalencianista. «Está tranquilo y centrado en su trabajo», aseguran sus familiares de su estancia en Manchester. Allí, Guardiola trabaja para seguir puliendo una joya que de manera paralela le está cortando la digestión a Peter Lim.
«Todo jugador sueña con meter tres goles». Ferran era todo felicidad. Se llevó el balón firmado y dedicado por todos sus compañeros y hasta Luis Enrique demostró su gran complicidad con él cuando se retiraba a los vestuarios. Ferran está que se sale, prácticamente desde que debutó con el City el 22 de septiembre pasado sustituyendo a Sterling a 8 minutos para el final. Guardiola le ha puesto a pierna cambiada y hasta como punta. El Valencia se lo quiso quitar de encima hace dos años y ya en la recta final de la negociación no accedió -según Ferran- a las condiciones que le puso: negociar con Lim, ser capitán y ponerse entre los mejor pagados.
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