Fichaje de riesgo para Lim

La incorporación o no de Harry Winks al Valencia vuelve a poner en la primera línea de fuego y más en riesgo que nunca a Peter Lim de cara no sólo a la afición blanquinegra –que ya lo tiene enfilado– sino también hacia su propio entrenador, que ya está más que escarmentado también. El máximo accionista de la sociedad, que no dudó en aparecer en su día por la terminal privada de Manises exhibiendo a Gonçalo Guedes como si de un trofeo se tratara tras pagar el club 40 millones de euros, se juega en los próximos 17 días que faltan hasta que se cierre el mercado de invierno el recuperar una parte de la asignatura –la de la dirección deportiva– que la tiene al igual que Anil Murthy más que suspendida. Si hace apenas un par de meses no fue capaz el Valencia de traer cedido a Capoue (32 años) de la segunda división inglesa (Watford), que ahora se haya aireado que pretende hacerse con Harry Winks (internacional inglés de 24 años y casi siempre titular en el Tottenham) descubre por un lado el cambio de circunstancias y por otro el de criterio. Pero por encima de todo, exhibe el listón que desde Singapur pretenden alcanzar. Y eso es precisamente la doble lectura que tiene esta vía de negociación en la que trabaja el Valencia.

Winks es un futbolista de prestigio y la airada propuesta de Mourinho de dejar claro públicamente y muy a su estilo que no va a aceptar su salida pone de manera indirecta contra las cuerdas a los dirigentes valencianistas. Si al final Mourinho va a cambiar de opinión por la intermediación otra vez de Jorge Mendes es algo que se podrá saber –o no– una vez se resuelva la ecuación, si llega finalmente a despejarse del lado blanquinegro.

De cualquier manera, no le va a resultar nada fácil al Valencia traerle a Javi Gracia en este mercado y con los efectos de la pandemia, un futbolista del nivel de Winks que vaya a rendir prácticamente desde el primer minuto y con una aportación superior a la que puede ofrecer un Racic, por ejemplo, en plena inspiración.

Echando la vista atrás y en clave valencianista, lo que el club pretende ahora es conseguir otro Seydou Keyta, con la diferencia de que el internacional de Mali llegó a Mestalla con 34 años, una edad que hoy en día prácticamente está vetada para Meriton. Eso sí, Keita llegó casi el último día de mercado de enero de 2014 y dos partidos después ya era titular con el Valencia. Por aquel entonces, pesó más la puerta del Valencia que la del Liverpool, que también le planteó al veterano centrocampista una oferta.

Algo ha cambiado el Valencia en la actualidad pero sirva el ejemplo de Keita para representar el perfil que se ha exigido Meriton esta vez. Casi todos los fichajes que se han hecho en esta época del año desde que Lim aterrizó en el Valencia llegaron en los últimos días: Siqueira; Cheryshev, Orellana, Roncaglia, Sobrino y Florenzi. Enzo Pérez (el 27 de diciembre) fue el más madrugador –y caro–, Zaza llegó un 13 de enero, Vietto el día 3 de enero y Coquelin un 11. Esta vez, todo apunta a que Gracia va a tener que esperar como sus antecesores al último día. No es lo más deseable, desde luego, porque el Valencia carece de efectivos.

Y como eso es de sobra conocido, es lógico que los agentes se acerquen hasta el despacho de Corona para ofrecerle alternativas. El último que ha surgido con cierta fuerza es Lucas Torreira (uruguayo de 24 años), cedido por el Arsenal pero sin minutos en el Atlético de Madrid. No sólo para el medio del campo (Marc Roca y Omar Mascarell, entre otros), sino también centrales, la otra posición que quiere el Valencia aunque ahora la prioridad y el mayor esfuerzo económico va hacia el centrocampista.

Harry Billy Winks se formó como futbolista en el Tottenham. Algunos le apodaron el 'pequeño Iniesta' y procede curiosamente de una familia con ascendencia española a través de su madre y sus abuelos. De hecho, hubo cierta controversia cuando se planteó la posibilidad incluso que el centrocampista pudiera ser llamado por Lopetegui para la selección española.