Foulquier, de incomprendido a idolatrado

Fichado por 2,5 millones de euros desde el Granada —tiene contrato hasta 2025— a petición expresa de José Bordalás para reforzar el 'fútbol champagne' que quería instaurar en su equipo, el franco-guadalupeño se enroló en las filas de Mestalla con su siempre presente sonrisa y su polivalencia posicional como carta de presentación. Ha jugado de lateral derecho —su posición natural—, de extremo diestro, de lateral izquierdo, de carrilero zurdo, de tercer central... incluso de mediocentro. De pivote y de interior. Excepto de delantero y de portero, Foulquier ha ocupado casi todas las posiciones del campo. Una faceta siempre apreciada por los entrenadores, como ya sucedía con Daniel Wass o Miguel Ángel Angulo, por poner ejemplos. Jugadores que podían jugar en varias posiciones y que servían como parches para solucionar grietas provocadas por lesiones o sanciones.

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A sus 30 años, Foulquier está realizando un mes de enero sensacional. Lleva tres titularidades consecutivas en Liga, y todo apunta a que este fin de semana en el Metropolitano sumará la cuarta. Y es que su competidor directo por el puesto, Thierry Rendall, se ausentó del entrenamiento de este viernes por una contusión que había recibido en el día anterior. El portugués pasó pruebas médicas, cuyos resultados muestran que no está al 100% para competir. Deberá decidir el propio Baraja si quiere incluirlo en la convocatoria, pero al cierre de esta edición, las posibilidades de que el luso aparezca en el once titular son remotas. Por tanto, Foulquier seguirá como intocable en el equipo valencianista, que ha ganado en los tres últimos partidos en los que ha jugado el guadalupeño como titular.

El 3-1 al Villarreal, el 1-4 al Cádiz y el 1-0 al Athletic, especialmente este último, tuvieron como protagonista al siempre criticado Foulquier. De incomprendido ha pasado a idolatrado. Las redes valencianistas disfrutaron tanto de su actuación ante los bilbaínos, en una exhibición de su portento físico subiendo y bajando la banda, que lo bautizaron como 'Cafoulquier', en un juego de palabras que mezcla el de la leyenda brasileña Cafú con el del lateral valencianista.

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No marca ni asiste, pero Foulquier siempre aporta trabajo, esfuerzo y sacrificio defensivo. Un jugador apreciado por todos los técnicos que han pasado por Mestalla en estos años, pese a las diferencias en estilo. Tanto Bordalás como Gattuso como Baraja han tenido siempre confianza en el veterano futbolista, que esta temporada con el Pipo está teniendo más protagonismo que nunca. De los 25 encuentros oficiales que ha disputado el Valencia hasta la fecha entre Liga y Copa del Rey, Foulquier ha estado presente en 18 de ellos, perdiéndose cuatro en el mes de septiembre por una lesión muscular que coincidió además con otro percance físico de Thierry que dejó huérfano de laterales al Valencia. Infame recuerdo el de aquel partido ante el Betis que se perdió por 3-0 en el Villamarín, en el que tampoco estuvieron presentes José Gayà y Jesús Vázquez, por lo que Baraja se vio obligado a alinear a cuatro centrales: dos en su posición natural y dos de laterales. Cenk por izquierda y Paulista por derecha fueron los parches que no funcionaron aquel día.

Con 17 jornadas todavía por disputarse, Foulquier va camino de seguir demostrando que es un jugador fiable que siempre está a disposición del técnico. En su primer año en el Valencia se vistió de corto en 38 de los 46 compromisos oficiales. La pasada temporada, en 33 de 42. Muchas de esas apariciones, como suplente, como revulsivo, pero siempre intentando aportar y dando oxígeno a un equipo, que en horas bajas donde ha tenido que confiar en canteranos inexpertos, un jugador veterano como Foulquier se ha vuelto una pieza indiscutible e idolatrada. 'Cafoulquier' es así.