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El deporte a puerta cerrada está siendo un alivio para los equipos y jugadores que, como los malos estudiantes, la lían en los exámenes por ponerse demasiado tarde a la faena. A Meriton –con una plantilla en venta y un proyecto económico en caída libre– no le pitan los oídos desde marzo. El cabreo de su afición ahora es virtual. Ayer regresó Geoffrey Kondogbia a Mestalla, el que fue su estadio a principio de temporada. Más allá de su 'salseo' con Anil Murthy y de las acusación de mentiroso al presidente lo que también fue un ingrediente en la ensalada de su salida fue el dolor en el talón que le surgió, curiosamente, desde que el Atlético insistió en su fichaje tras la marcha en el último día de mercado de Thomas Partey y que no le sanó hasta que aterrizó en Madrid para pasar el reconocimiento médico. Debía de ser un dolor muy sensible a la humedad del mar. A Kondogbia tampoco le pitaron ayer los oídos en Mestalla. En eso seguro que estuvo de acuerdo durante unos minutos con el proyecto de Meriton.
La actitud del francés en sus últimas semanas en el Valencia no gustó en una parte del vestuario. Al final la plantilla está cogida con pinzas y todo el mundo está intentando remar sobre un bote al que no paran de salirle vías de agua. Kondogbia no es culpable de que Lim no fichara a nadie... pero el talón le impidió ayudar en unas semanas donde los puntos se iban volando. Ayer, fuera rencores, todo fueron sonrisas detrás de la mascarilla antes del partido con los que fueron sus compañeros y abrazos sobre el césped al terminar. Al final, Kondogbia regresó a Mestalla con una victoria. Curiosamente, con la camiseta del equipo con la que guardaba su último gran recuerdo con el valencianismo. El 14 de febrero, con las gradas llenas, marcó el gol que subió el 2-2 definitivo al marcador provocando el estallido de decenas de miles de gargantas. En aquel momento era un ídolo para la afición. Ahora es un ex que –más allá del episodio de las mentiras de Murthy– se bajó del barco cuando era necesario.
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Javi Gracia tampoco es de los que guarda rencor, bastante tiene con intentar sacar adelante al equipo justito de mimbres. El técnico saludó a Kondogbia en una tarde en la que se demostraron los motivos por los cuales era tan importante. El mediocentro saltó en el minuto 65 por Lemar y liberó a Koke en ataque. Su presencia anuló a Soler y a Racic. Un ancla en el que el Atlético basó su huida arriba buscando el gol. Es cierto que el Valencia mejoró ayer en prestancia, puesto que dejó atrás por un día el recibir goles tempraneros que le condicionaran el resto del encuentro, pero se mostró impotente en los once minutos más el descuento que le restaron para intentar buscar, al menos, el empate.
La derrota del Valencia sirvió para apuntalar uno de esos datos que explican tendencias. El Atlético, bajo el mandato de Meriton, no pierde un partido contra los de Mestalla desde octubre de 2014. Fue con Nuno en el banquillo, por 2-1, en el arranque del proyecto de Peter Lim. Desde entonces, con un Valencia que sólo ha tenido el destello de la temporada de su centenario con el título de la Copa, son doce partidos seguidos sin ganar al equipo de Simeone, contando la derrota de ayer. En esa horquilla de seis años, el equipo madrileño ha aprovechado para afianzarse como tercero en la clasificación histórica de Primera, con 3.690 puntos tras su victoria en Mestalla, dejando al Valencia como cuarto, con 3.585. Con dos proyectos tan distanciados a día de hoy lo lógico es que esa diferencia se vaya aumentando. Por contra, el equipo del proyecto de Meriton tendrá que mirar por el retrovisor puesto que el Athletic se ha colocado con 3.527.
Con las ausencias obligadas de Diego Costa y Luis Suárez, el once titular de Simeone sorprendió por las ausencias de Carrasco y Joao Félix. El argumento era el inminente partido de Champions contra el Bayern pero no deja de evidenciar que el Valencia ya no es visto por el conjunto colchonero como un rival directo. En otras circunstancias, a buen seguro que la decisión no hubiera sido la misma. Ocurrió también con la visita del Real Madrid, donde Zidane aprovechó el partido ante el Valencia para dar entrada a hombres con menos minutos como Isco, Asensio o Marcelo. Es cierto que la apuesta no le salió bien (4-1 para los de Javi Gracia) pero también que en la hemeroteca no se encontrarán muchos partidos, seguidos, donde el Real Madrid y el Atlético aprovecharan sus visitas a Mestalla para rotar varias piezas importantes. La cruda realidad del séptimo proyecto de Meriton es que arrancará el mes de diciembre más cerca de los puntos que marca el descenso que de los de la Champions. El objetivo que se vendió de Lim.
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