Gameiro, un delantero de Champions

El Valencia CF ya tiene a su fichaje estrella para la presentación del centenario, que se celebrará el sábado en Mestalla. Kevin Gameiro, salvo sorpresa mayúscula, vestirá de blanco y medias negras la próxima temporada. Sólo falta que el anuncio sea oficial para cerrar uno de los dos culebrones del verano que han envuelto a la actualidad valencianista. El serial sobre el delantero francés llega a su fin una vez el técnico del Atlético de Madrid, Diego Simeone, ha decidido liberar al delantero. La próxima llegada del croata Kalinic al Metropolitano ha puesto en libertad a Gameiro rumbo a Valencia. Bueno, eso más el detalle de que el club de Mestalla ha puesto un poquito de dinero más encima de la mesa para contentar al Atlético y cerrar las puertas de aquellos equipos que habían preguntado por el francés. Los 23 millones que ofrecía el Dortmund oscilaban entre la realidad y la estrategia.

El Valencia pagará 16 millones por un jugador que en su día ya estuvo a punto de venir a la ciudad pero que a última hora prefirió al PSG tras la conversación que mantuvo con Blanc. Hace unas semanas la oferta rondaba los 15 millones. Ahora, los últimos flecos de la negociación elevaron el montante más otros dos en variables para un jugador de 31 años, que se convertirá en el fichaje más veterano en la época de Peter Lim.

Marcelino García Toral quería a Gameiro para su proyecto. El asturiano basa la petición en la calidad por encima de la cantidad. Quiere jugadores que se amolden al sistema, que se expriman en una plantilla de veinte futbolistas y que aporten como mínimo un notable alto en cada uno de los minutos que disputen. Gameiro llega al Valencia para ser fundamental en el juego de ataque a la espalda de las defensas. Para Marcelino el francés es fundamental en ese sistema y sabe que ahí el ariete encontrará los goles y el sitio que no ha llegado a tener en el Atlético.

La operación se aceleró ayer como un efecto dominó. El club de Mestalla y Atlético discutían la cantidad de los variables pero esas pequeñas desavenencias en ningún caso pusieron en peligro el acuerdo. La idea es que el francés pueda pasar hoy mismo la revisión médica y hacer oficial el fichaje en las próximas horas. El delantero firmaría por las cuatro próximas temporadas, un horizonte optimista para un futbolista que terminaría su vinculación con el Valencia a los 35 años.

El acuerdo entre las tres partes, Valencia, Atlético de Madrid y Gameiro, era un hecho desde hace semanas aunque sólo la cabezonería de Simeone hacía que el futbolista se mantuviera en la plantilla atlética. De hecho, en privado se comentaba en el Valencia que era difícil de entender el empecinamiento del técnico argentino de conservar a Gameiro en la plantilla cuando no contaba con él. El síntoma definitivo fue cuando el jugador se quedó sin dorsal para la temporada que viene.

En un principio incluso desde el Valencia se pensó que el futbolista no embarcaría con el equipo colchonero para participar en la gira por Singapur. Es más, incluso se le esperaba en la concentración de Crans-Montana porque había habitación reservada para ello. Gameiro no llegó y se marchó a Asia, aunque el mensaje del Valencia siempre estuvo marcado por la tranquilidad y la paciencia. Sabían que el futbolista jugaría finalmente esta temporada en Mestalla.

Hasta que Diego Simeone no se ha asegurado su sustituto en el ataque rojiblanco para la próxima temporada, no le ha dejado marchar. El culpable de que ayer se retomaran las negociaciones fue Nikola Kalinic, el acuerdo entre el club colchonero y el Milán por el croata abrió las puertas a Gameiro quien al fin y siete años después de su primer intento vestirá la elástica del Valencia. De hecho, el nuevo director deportivo del club italiano y exjugador del Valencia, Leonardo, dio ayer por casi cerrado el traspaso del atacante croata al Atlético. Era la declaración necesaria para desatascar el caso Gameiro.

En junio de 2011, el futbolista francés expresó su deseo de jugar en la Liga y en el club de Mestalla. Tenía 24 años y jugaba en el Lorient y pidió a los dirigentes blanquinegros de entonces, Manuel Llorente y Javier Gómez, que hiciesen un esfuerzo por él e igualaran al menos la oferta que su equipo había recibido por parte del PSG. Tras unas duras negociaciones en las que prácticamente el Valencia desembolsaba 12 millones por el futbolista, Gameiro dio marcha atrás. Una llamada del seleccionador francés, Laurent Blanc, aconsejándole que jugara en el PSG con vistas a la Eurocopa de 2012 cambió el deseo del ariete. En su primera temporada jugó 34 partidos y anotó 11 goles, en su segunda y última sólo disputó 25 encuentros y marcó ocho dianas. En 2013 recaló en las filas del Sevilla donde estuvo tres campañas antes de fichar por el Atlético.

La llegada de Gameiro es una pieza más para armar la plantilla de veinte jugadores con la que quiere presentarse Marcelino para las tres competiciones. El problema es que hay un puesto fundamental en el esquema que todavía no tiene ni futbolista titular ni suplente. Marcelino pidió dos jugadores para ocupar el extremo izquierdo y por ahora no ha llegado ninguno.

Ese puesto está reservado para el portugués Gonçalo Guedes, al que el PSG no quiere soltar y confía vender al mejor postor pese a que el futbolista sólo quiere volver a Valencia. El cierre del mercado en la Premier pasado mañana es clave para valorar si el mundialista jugará en Mestalla en la temporada del centenario. Si ningún equipo inglés pone el dinero que pide el PSG encima de la mesa, Guedes estará más cerca. Marcelino hasta ahora se ha visto obligado a hacer probaturas con futbolistas como Medrán, Nacho Gil, Ferran, Lato y Wass por una banda donde el proyecto cojea.

La llegada de Gameiro pone también las cosas más complicadas a Simone Zaza que, de quedarse, tendría el rol de cuarto delantero. Un papel que no beneficia ni al colectivo ni al jugador, por lo que es fundamental su salida del Valencia.