Gattuso y Lim, amigos para siempre

Nuno y Gattuso empiezan a parecerse cada día más. Pese a que uno –el portugués de 48 años– es muy ópaco en su carácter y el otro –de 44– es un italiano socarrón y dicharachero, lo cierto es que guardan ciertas similitudes en lo que se refiere a su relación con el Valencia. Para ser más exactos, en su relación con el máximo accionista del club. Al fin y al cabo, aterrizaron en el banquillo valencianista por obra y gracia de Jorge Mendes. Eso es un dato que nunca hay que perder de vista. Y eso les hace especiales. Que le pregunten a Javi Gracia y a José Bordalás si, viendo lo que hay, sienten cierta envidia de Gattuso. Porque, el italiano y según confesó ayer mismo con una naturalidad que hay que valorar, cogerá el avión nada más termine el encuentro contra el Celta –habrá tres días libres para la plantilla porque hay parón de selecciones–, y pondrá rumbo a Singapur. Es justo lo que intentaron por todos los medios hacer sus antecesores en el cargo, que desde el primer día cuando llegaron aquí empezaron a sospechar que el alejamiento con el dueño les dejaba en una posición incómoda.

Estaba además el factor Anil Murthy. Ahora, Gattuso tiene de interlocutora a Layhoon y con ella mantiene cierto diálogo. Ella fue la que un día, enfadada con los medios, dijo aquello de 'yo soy Peter Lim', pero no es lo mismo. Por eso el italiano marchará a Singapur para, cara a cara y como ya hizo este verano antes de fichar por el Valencia, hacerle un repaso al máximo accionista de esos primeros dos meses de competición. Es más que probable que empiece a dibujarse en esa toma de contacto lo que puede ser el Valenica de futuro, no sólo en lo que a las renovaciones que hay pendiente se refiere, sino el más inmediato porque el Mundial hará que este mercado de invierno sea un tanto especial.

Lo dijo Gattuso con ese guiño familiar que empieza a ser casi habitual. El domingo mezcló a su hija para elogiar el comportamiento y la actitud de un jugador como Lato, y ayer le tocó el turno a su esposa. «Tengo tres días libres y me voy a Singapur para hablar del trabajo de dos meses. Es un privilegio, un honor –en referencia a su entrevista con Lim–. Mi mujer no está contenta, pero tengo que ir».

Eso lo dijo al final de su comparecencia de prensa. Al principio, y antes de que se le pudiera hacer alguna pregunta, tomó el micro para hablar del lesionado Jaume (estará de baja seis meses), a quien el club va a formalizar el acuerdo de renovación por las dos próximas temporadas (sólo falta el anuncio oficial). «Lo siento mucho. Para nosotros es un jugador muy importante, en el vestuario, en el entrenamiento. Tiene que estar con nosotros... tiene un trabajo muy difícil de recuperar y rehabilitar. Hemos perdido un jugador muy importante».

Esa pérdida a la que se refería el italiano va más allá del rol que desempeñaba Jaume como segundo portero, función que le toca ahor asumir a Cristian Rivero. El matiz es la aportación extra de Jaume en el grupo. Al técnico le incomodaba quedarse únicamente con dos porteros. No obstante, el Valencia sondeó rápido el mercado y va a examinar el fichaje de Iago Herrerín, ex del Athletic. Tiene 34 años y quedó libre este verano tras pasar por el Al-Raed F saudí.

Con Cavani, el discurso del italiano es prudente. Nada que ver con el que empleó con Justin Kluivert, a quien de alguna forme le pegó públicamente un tirón de orejas. Lo hizo sutilmente, pero no pasó desde luego desapercibido. «Se siente bien, no tiene 90 minutos en las piernas pero tiene velocidad y calidad. He estado hablando con él y en su carrera siempre ha jugado al 50%. No es posible, tiene que entrenarse fuerte, con intensidad muy alta. Tiene que hacer más».

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