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La verdadera alma de las presentaciones del Valencia siempre fue Bernando España 'Españeta'. Da igual la figura que fichar el club ese verano, cuando se ... fichaban figuras, que la salida de los jugadores y entrenadores siempre acababa con la salida del utillero más querido de la historia de Mestalla. Bernardo ascendía por los escalones del acceso de vestuarios y retronaba por megafonía el ¡ES-PA-ÑE-TA! (así, separando las sílabas) que cantaba todo el estadio, incluyendo los jugadores. España, con garbo, saludaba a los cuatro lados del estadio haciendo un gesto torero. Españeta falleció el 13 de octubre de 2020. La pasada temporada, la presentación se realizó con un aforo mínimo por las restricciones de la pandemia. Este año, el del regreso del público, es buen momento para recordar a Españeta. La liturgia más grande de la historia de los días que acaban con la disputa de un partido del Naranja.
Lo que no cotizaba, ya ocurrió el pasado curso con Bordalás pese al poco público en la presentación, es que a falta de grandes fichajes el técnico iba a ser la gran atracción de la tarde. Fue la única persona que tuvo una presentación especial por parte del spéaker. «Nuestro timón, nuestra guía», se anunció antes de que saltara el calabrés al césped. Con él, se utilizó lo de animar su apellido separando las sílabas. Con el ¡GA-TTU-SO! subieron los decibelios en la grada y la misma acción se produjo en la presentación de los equipos. El fichaje estrella por segundo verano seguido, con todas las lecturas que eso tiene, es el entrenador. Sean Bai, sin rastro del ¡Peter, vete ya!, se llevó ligeros silbidos.
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El club realizó un doble homenaje a Roberto Gil, fallecido el viernes a los 84 años. Tras la presentación, los jugadores y cuerpo técnico de la actual temporada se sumaron a una calurosa ovación a la leyenda de Riba-roja. Segundos antes de comenzar el partido contra el Atalanta, con los dos equipos sobre el terreno de juego y los jugadores con los hombros entrelazados, se guardó un minuto de silencio compartido para la memoria del capitán de la Copa de 1967 y el consejero de la entidad Alvin Yeo. Fue el momento más emotivo de una noche calurosa donde, como es habitual, la afición congregada fue en su mayoría no abonados (la media de entradas de socios en este tipo de partidos es del 20%) con mucha presencia de niños con esa cara de ilusión de pisar por primera vez Mestalla.
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