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Valencia CF | Gattuso tiene un problema en defensa

Gattuso tiene un problema en defensa

El adiós de Alderete evidencia la crisis económica y agrava las deficiencias atrás del Valencia|El técnico italiano viene de encajar 41 goles con el Nápoles mientras que los blanquinegros han recibido 53 cada uno de las tres últimos años

Jueves, 16 de junio 2022, 00:58

Gattuso tiene un serio problema que resolver. En realidad y como entrenador del Valencia que es, son varios, pero uno de ellos tiene especial incidencia en las posibilidades de futuro del equipo. Si realmente éste va a ser un proyecto que aspire a entrar en Europa, algo que nunca lo dijo abiertamente José Bordalás y que ya se cuidará y mucho de decirlo abiertamente el nuevo técnico, va a tener que acercarse a la filosofía de Marcelino. A él le fue bastante bien, al menos deportivamente hablando, salvando claro está las distancias en cuanto a potencial de plantilla en la que uno y otro se encuentran. El asturiano estaba obsesionado con cortar la sangría de goles en contra para el Valencia. Cuando vino, lo primero que hizo fue echar un vistazo a los números de la temporada anterior, la 2016-17, y supo al instante que con 65 dianas en contra, resulta imposible aspirar a algo más que a pelear contra los mediocres en la zona insípida de la tabla.

Mantienen algunos entrenadores que, al margen del famoso equilibrio, los equipos siempre empiezan a construirse desde atrás hacia adelante. Y Gattuso, un batallador en el campo como futbolista, lo debe saber bastante bien. Por mucho que el italiano haya dicho que aspira a manejar un Valencia que tenga buen trato con el balón, es consciente de que si no acierta a cerrar su portería hay muchas probabilidades de que el barco repita la misma navegación que tuvo con Bordalás, para acabar atracando en dominios de nadie.

El problema que se le presenta a Gattuso en todo caso es doble, porque a esa poca contundencia atrás del Valencia en los tres últimos años, se suma la propia efectividad de los efectivos que le van quedando en la plantilla. El anuncio por parte de Alderete de su despedida –ya que el Valencia no se ha significado en ese sentido– pone en evidencia una cuestión lógica sabiendo las necesidades que tiene el club a día de hoy. Además, no hay que perder de vista la situación de Diakhaby, que no tuvo el menor reparo en decir en una entrevista poco menos que su tiempo en Mestalla se había agotado y que aspiraba a afrontar nuevos retos. El Valencia, dicho sea de paso, estaría encantado de sacar un buen dinero por el central francés, un fichaje nada barato de Pablo Longoria.

Pero volviendo a la cuestión de Alderete, que no quiera el Valencia afrontar el pago de 7,5 millones al Hertha de Berlín que figuraba en la cláusula del internacional paraguayo descubre la dura travesía que se afronta a nivel de empresa. Primero vender por esos 60-70 millones de euros, y luego plantearse si realmente se puede comprar o no y en qué condiciones. Semanas antes de terminar la competición de Liga, si se hubiera hecho alguna consulta sobre si la inversión por Alderete encerraba dudas, posiblemente la respuesta obtenida hubiera sido que no. Algunos clubes que se han enfrentado al Valencia este año hasta consideraban el precio de compra interesante teniendo en cuenta las prestaciones del futbolista en su primer año como blanquinegro.

Alderete ha sido el tercer jugador que más minutos ha disputado de la plantilla en el pasado campeonato. Indiscutible para Bordalás, a quien no le quedó otro remedio que pasar de la defensa de cuatro a cinco para elevar la protección de su portería. Al margen de la dureza del defensor sudamericano (ha sido el más tarjeteado), no se han creado muchas dudas sobre su rendimiento. Si hubiera que elegir un tándem, la afición blanquinegra lo tendría claro desde el primer momento: Paulista-Alderete.

Pero ni con dos centrales ni con tres el Valencia ha conseguido mantener una racha positiva en lo que a convicción defensiva se refiere. Con 53 goles en contra en las 38 jornadas disputadas (1,39 de media por partido), lo único que pudo hacer Bordalás es igualar los registros del año pasado. Lo curioso, no es que en la 2020-21 también arrastrara el Valencia esos 53 goles, el matiz es que también en la anterior la cifra de goles en contra fueron esos 53. Es el número maldito con el que se ha encontrado Gattuso a su llegada a Valencia.

Echando un vistazo a las cifras con las que llega el italiano, hay que centrarse en las dos únicas temporadas en las que Gattuso ha dirigido a un equipo desde el principio al final, ya que el resto o lo ha cogido cuando ya estaba el curso empezado o no le ha dado tiempo a terminarlo.

Fue con el Nápoles en la 2020-21 y en el Milan en la 2018-19. En esas dos referencias, su cifra de goles fue sensiblemente inferior a esos 53 goles con los que se ha encontrado en Valencia. Con el Nápoles cerró el curso con 41 goles (1,07 de media) y con el Milan se quedó en tan sólo 36 (0,9). Ya le gustaría repetir esos 36 ahora como valencianista, algo que en los últimos años sólo lo ha logrado Marcelino (35 en la 2018-19) y Nuno (32, en la 2014-15).

¿Qué le queda al Valencia en esa línea de atrás? Pues a la espera de lo que pueda ocurrir con Gayà, que sigue sin renovar todavía, el puesto de lateral diestro está cubierto con Foulquier y Correia y como centrales están Paulista, Diakhaby (se quería ir) y Comert, aunque se puede recurrir a Guillamón en caso de necesidad. Bordalás contemplaba al joven internacional como pivote más que como central. Si tenemos en cuenta una posible salida de Diakhaby y que Comert no ha dado el nivel, es evidente que el Valencia va a tener que moverse en el mercado.

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