Guedes regresa como principal objetivo de venta del Valencia

Tras un prometedor final de temporada 20-21, donde Guedes dejó trazos de su mejor nivel en el Valencia, el fundido a negro en la Eurocopa le ha dejado en tierra de nadie en el arranque del mercado. Con interés de equipos como el Sevilla, donde dejó el domingo la anécdota de aterrizar en el aeropuerto de San Pablo al cancelarse una vía directa desde Lisboa a Valencia, pero sin ninguna oferta encima de la mesa. A finales de mayo fue su padre, Rogerio Guedes, el que le abrió la puerta de salida en una entrevista en Antena 1: «Si no fuera por el club en el que está, los problemas que tiene el club, estaría bien. Solo brilla cuando hay un equipo que le permite brillar. ¿Se irá? No sé. Allí no hay Champions, no hay Europa League, allí está de más». Algo más de siete semanas después de esas palabras, no hay ninguna oferta encima de la mesa de Anil Murthy que se adecúe a la tasación mínima que hace Meriton del luso, por encima de los 20 millones.

En la previsión de presupuesto del Valencia a 30 de junio de 2021, la pérdidas estimadas eran de 34 millones (26 en el resultado de las cuentas a los que había que sumar 8 millones de ingresos por abonados y taquilla que se fueron al limbo con Mestalla cerrado por la pandemia). Esas pérdidas de 34 millones hubieran puesto a la entidad valencianista en datos objetivos de causa de disolución. Algo que habría sucedido con una cifra superior a 30,8 millones de pérdidas puesto que la SAD tiene 41,5 millones de patrimonio y 21,5 de capital social. Si una empresa presenta un patrimonio neto que supone menos de la mitad de su capital, como establece la Ley de Sociedades de capital en su artículo 361.1.e, entra en esa situación límite. Con 30,8 millones de pérdidas el resultado sería 10,7 y la mitad del capital social 10,75.

El Valencia, a falta de conocer el resultado exacto que se sabrá en la próxima Junta, salvó una situación que estaba previsto resolver con venta de jugadores. La decisión de Peter Lim de prorrogar el cobro de 15 millones de los 54,5 que el club le debe de sus préstamos rebajó esas pérdidas a 19 millones. Los ingresos estipulados por los hitos deportivos de las operaciones de Kondogbia al Atlético, tras el título de Liga, y de Parejo y Coquelin al Villarreal, con el de la Europa League, reportaron al Valencia algo más de 5 millones con lo que las pérdidas del último ejercicio rondarán los 14 millones.

Para sacar un beneficio neto de la venta de Guedes, la entidad valencianista debe venderlo por más de 20 millones puesto que esa es la cantidad que resta por amortizar de su fichaje hasta 2024, tras comprarlo por 40 millones al PSG en 2018. La hoja de ruta de Meriton en el mercado establece no dar vía libre a una operación de compra, o cesión con pago, hasta no acelerar las ventas, con el portugués en el mercado pese a que deportivamente Bordalás cuenta con él. El primer alivio a las cuentas de la campaña 21-22 es la compra del Atlético por De Paul, que dejará en las arcas de Mestalla 6 millones, entre el 15% que se reservó el club de una futura operación cuando vendió al jugador al Udinese en 2016 y el porcentaje de derechos de formación que la FIFA le otorgará por la horquilla del argentino en Valencia entre los 20 y los 22 años.

Cillessen, fijo para Bordalás

En el tramo final de la pasada temporada, Cillessen era junto a Guedes otro de los fijos como prioritarios en el mercado por su alto coste, donde al club le quedan aún por amortizar 17,5 millones del fichaje del portero. No hay que olvidar que el apunte del neerlandés apareció en las cuentas del Valencia como la fórmula contable para salvar los números de la 2018-2019. Antes del 30 de junio, tras una temporada que terminó con el título de la Copa del Rey, el Valencia incluyó los 35 millones de la venta de Neto al Barça. La compra de Cillessen, por la misma cantidad, se distribuyó con amortizaciones de 8,75 millones por temporada hasta junio de 2023. En el último presupuesto, el meta se llevó el 10% del gasto total en plantilla inscribible para la LFP (119 millones) y un 17,8% en el apartado de amortizaciones pendientes, con esos 8,75 de los 49,25 computados para el ejercicio. Con la llegada de Bordalás, es uno de los fijos en la plantilla y ya titular en el debut ante el Villarreal.

Maxi Gómez, que iniciará la pretemporada con sus compañeros a finales de semana, es otro de los jugadores que está en el mercado. Su alta amortización, le quedan por este concepto 18 millones, es una de las barreras para su salida puesto que al Valencia sólo le renta, a la hora de recibir un beneficio neto que pueda computar en aspectos como el Fair Play, una venta por encima de esa cifra. La intención inicial del club, en consenso deportivo entre Corona y Bordalás, es reforzar al equipo con un mediocentro defensivo (con los nombres de Arambarri y Lerma como principales alternativas) y un delantero. El objetivo del central ya está cubierto con la llegada de Alderete. Atendiendo sólo al beneficio neto, las ventas que más beneficios dejarían a las cuentas serían las de Gayà, que se unirá al grupo la próxima semana y que aún no ha renovado su contrato que termina en 2023, y Carlos Soler, que está en Tokio para disputar los Juegos con España. La intención con los dos canteranos es que sigan en la plantilla como piezas principales del proyecto.