IRENE MARSILLA

Ultimátum a Peter Lim

Los políticos y los acreedores se deberían sumar al movimiento popular que exige la salida de Meriton de un Valencia que corre el grave riesgo de desaparecer

Héctor Esteban

Valencia

Domingo, 26 de marzo 2023

El Valencia Club de Fútbol será lo que sus acreedores quieran. No hay mayor verdad en un momento en el que un descenso a Segunda División haría imposible la viabilidad de una sociedad anónima asfixiada por la deuda y por una gestión que es un ... espejismo respecto a lo anunciado en los tiempos en los que se formalizó la venta. Lim pagó 60,75 euros por acción para comprar el 70% del capital en 2014. En septiembre de 2021, el paquete adquirido por Lim fue a 7,31 euros por título. Además, el valor nominal de cada participación ha caído de los 24 euros de 2014 a los 6 euros actuales. De Torino a Mestalla compareció el viernes para pedir que no se facilite ningún salvavidas a Meriton, que se haga un frente común para forzar de la manera que sea la salida del máximo accionista, Peter Lim. Un papel que deben desempeñar las instituciones y los acreedores del club, además de la propia Liga que dirige Javier Tebas, que siempre ha sido uno de los escudos del actual propietario del Valencia.

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Meriton Holdings se creó en Hong Kong con el único objetivo de comprar las acciones del Valencia, sin un objeto social declarado y con un capital social de 5 millones de euros. Unas credenciales cuestionables para cerrar una operación de 94 millones de euros para adquirir la mayoría accionarial del Valencia y financiar más de 190 millones de euros.

Desde la adquisición, la gestión de Lim se ha traducido en 180 millones en pérdidas, un fondo de maniobra negativo de 144 millones y un endeudamiento superior al momento de la venta. Además, el beneficio de 283 millones en la compraventa de jugadores –la mayoría de la órbita del agente Jorge Mendes, quien abrió las puertas del fútbol al magnate de Singapur– no ha servido para paliar la situación. Lim prometió en una entrevista en la televisión del club que no vendería a los mejores futbolistas, una promesa que la realidad ha destrozado. La plantilla actual es una de las más devaluadas desde la venta del Valencia.

La caducidad de la ATE ha provocado una pérdida de valor de Mestalla y los activos del club están desfasados. Además, las ampliaciones de capital que ha ejecutado Meriton Holdings han sido por compensación de créditos, lo que ha impedido que el resto de accionistas del Valencia haya podido realizar una suscripción preferente. Lim ha renunciado a desembolsar 219 millones de euros en las distintas convocatorias de ampliación de capital, una cantidad que hubiera sido fundamental para el Valencia, que arrastra importantes necesidades de tesorería, según reflejan las cuentas anuales y los informes de auditoría.

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Una situación que tendría que preocupar al máximo accionista, Caixabank, que debería reclamar en una situación normal una ampliación de capital necesaria para equilibrar el balance y cumplir con las obligaciones contraídas por el Valencia. Una maniobra para que al menos la parcela de Mestalla, que tiene hipotecada el banco, no pierda su valor de mercado. Caixabank –en la época de Bankia– mantiene una deuda con el Valencia de 90,4 millones de euros con la garantía de la hipoteca de Mestalla y el 43,30% de los derechos de televisión, según los datos oficiales de la memoria económica del club. Además, hay viva otra deuda de 13,4 millones de euros con la hipoteca del estadio también como garantía y el 92,6% de la publicidad estática.

Otro de las aspectos que al menos deberían preocupar al máximo acreedor del Valencia es que el propietario del club cancele líneas de crédito que ha concedido al club sin que hayan sido utilizadas. Una operación que deriva en nuevas maniobras para recurrir a financiación externa –Gedesco y Meda Risk Capital Fund–, lo que incrementa los costes y otorga nuevas garantías a terceros, que no son el máximo accionista.

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La aparición de Atitlan para comprar el terciario de la parcela de Cortes Valencianas en el caso de que se reactiven las obras del estadio hay quien la entiende como una maniobra buscada para que el nuevo Mestalla no pierda su valor y se mantengan las garantías.

¿Alguien se ha planteado como se financió Meriton Holdings? ¿Cuál es el origen de los fondos? ¿Están las acciones del Valencia propiedad de Meriton en garantías de terceros? ¿Se conoce la evaluación que hicieron los auditores de la solvencia de la empresa del máximo accionista?

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Caixabank, como máximo acreedor del club, tiene la capacidad de veto de una posible venta de Lim a un tercero. El banco es el que debe autorizar la compra por parte de un inversor del 51% o más de las acciones que ahora mismo tiene Meriton. ¿El resto de accionistas, un total de 40.000, serían informados de cualquier operación vinculada a una venta o se encontrarían ya con la transacción cerrada?

La situación deportiva puede arrastrar al Valencia a un panorama económico indeseable, propio de un club en descomposición y con vía directa a una desaparición que no es descartable. Las voces claman por la salida de Peter Lim, pero despotricar no servirá de nada si realmente no se ponen en marcha las medidas necesarias para lograr la salida del máximo accionista. A dos meses de las elecciones municipales y autonómicas, todo parece dejarse para la siguiente legislatura. El Valencia, hundido en la parcela económica, trata de sobrevivir al menos en lo deportivo salvando la categoría.

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