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Si la temporada futbolística del Valencia fuese comparada con un curso académico de un estudiante, estaría llegando al final del primer cuatrimestre. Tras comenzar bien ... en agosto con dos triunfos de tres, y bajar el nivel durante septiembre y octubre, donde ganó dos de ocho, se acerca diciembre, mes de los exámenes. Noviembre no va mal, con dos victorias de tres, aunque una en la Copa. Es por ello que llega el momento de pisar el acelerador, dejarse de tonterías e hincar los codos. Seis jornadas ligueras y el compromiso copero ante el Arosa esperan en este mes y medio que resta de 2023. Oportunidad para recuperar sensaciones, volver a ver ese Valencia que deslumbró en las primeras jornadas, y que se ha ido apagando poco a poco especialmente con el duro correctivo que se llevó en el Bernabéu. Aquel partido, por seguir con el símil estudiantil, fue como ir a un examen sin estudiar.
Es por ello que en la mente de Baraja hay tres asignaturas pendientes que atacar. La primera es vaciar la enfermería y reincorporar a los lesionados, especialmente a los Diakhaby, Alberto Marí, Almeida y Amallah, que aumentarían el nivel de competitividad en la plantilla y darían un fondo de armario superior al actual. La segunda es la de recuperar la mejor versión de los jugadores que han bajado el nivel o que no están rindiendo como se esperaba. Algunos como Mamardashvili o Javi Guerra empezaron sacando dieces y han bajado al notable, cuando pueden ser alumnos de sobresaliente. La tercera y guinda del pastel sería fichar un extremo en enero, evitando que por el camino Lim venda a alguna de las joyas. Aprobar dos de tres y dejarse una pendiente para las recuperaciones de verano —ya se imaginan cuál— se podría ver como un buen resultado, pero si el Valencia hace los deberes y cumple con sus expectativas, seguirá sacando adelante el curso con opción a llevarse la matrícula, codeándose con los equipos de arriba.
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Actualmente, con el equipo en una cómoda media tabla, a once puntos del temido descenso, no hay por qué alarmarse. Pero el Valencia no debería conformarse con aprobar el curso con un cinco pelado. Tiene opción a sacar buenas notas, y debe ponerse a trabajar para ello. No aparecerán de la nada. Aquel objetivo que propuso la presidenta Layhoon de evitar el descenso parece que fue un ejercicio mental de poner el listón tan bajo para que luego cualquier mejora se sintiese satisfactoria. El mal hacer de equipos como el Almería o el Granada está dejando casi sentenciado el descenso esta temporada, y un triunfo ante el tocado Celta de Benítez tras el parón abriría todavía más la brecha con los equipos que están suspendiendo todas las asignaturas y que no parece que vayan a remontar.
El Valencia aprovechará este parón de selecciones para ir vaciando poco a poco la enfermería e ir recuperando futbolistas lesionados. Gayà no jugó ayer con la selección por precaución por el golpe que recibió en la rodilla ante el Real Madrid, pero no peligra para el partido ante el Celta. Jesús Vázquez y Cenk volvieron a la convocatoria, pero todavía no están al ritmo de la competición.
Importante mimar a Pepelu, para que no se rompa, motivo por el que ha estado entrenando al margen para gestionar sus cargas. Los Diakhaby, Alberto Marí, Amallah y Almeida deberían ir recuperándose en las próximas semanas y serán refuerzos de nivel para afrontar el último mes de competición antes de Navidad.
La imagen que mostró el Valencia en el Bernabéu no fue la mejor, y fruto de ello fue el bajo rendimiento que llevan arrastrando algunos futbolistas en comparación con lo que se espera de ellos. Mamardashvili no tuvo su mejor noche, pero con la selección de Georgia volvió a ser titular.
También tendrá esa oportunidad esta noche (21 horas, Teledeporte) Javi Guerra, al igual que Diego López y Fran Pérez, con la sub-21 ante Hungría. Estos partidos internacionales deben servir para que los jóvenes valencianistas vuelvan a recuperar sensaciones después de unos últimos partidos donde han estado desdibujados e incluso acusando la gran carga de minutos.
Baraja quiere un banda este invierno, y Carlos Vicente del Racing Ferrol, es su favorito. El que fuera mejor jugador de la pasada temporada en Primera RFEF y que este año ha comenzado fascinando en Segunda termina contrato en 2024, por lo que podría firmar un preacuerdo en enero para llegar libre el próximo verano.
En caso de querer incorporarle de forma inmediata, habría que abonar la cláusula de 600.000 euros, aunque su agencia de representación desmiente los rumores de que el acuerdo con el Valencia esté cerrado y aseguran que otros clubes de Primera como el Getafe, el Cádiz, el Celta o el Rayo están también detrás. Otra opción, la cesión de Peter, del Madrid Castilla. Todo, a la espera del 'ok' de Lim.
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