Javier Solís abre la puerta a más movimientos en el Valencia

Entre esos posibles acontecimientos que el club tiene en cuenta, se maneja la posibilidad de que Cenk Ozkacar pueda marcharse cedido a otro club para habilitar una ficha que podría ser ocupada por otro futbolista que aporte más fondo de armario a la plantilla. Tampoco se descarta la opción de que Jorge Mendes aparezca en los últimos días trayendo ofertas por André Almeida o Thierry Correia, lo que provocaría que el Valencia tuviera que acudir de emergencia al mercado en busca de sus respectivos sustitutos.

Preguntado por el palito que Rubén Baraja le dio al club tras la derrota ante el Barça, en la que dijo que sin inversión era muy complicado cambiar la realidad del Valencia, Solís afirmó que aceptaron dichas declaraciones «con total normalidad y naturalidad». Según el director corporativo, «el entrenador manifestó una realidad del club hoy en día, y compartimos sus palabras».

Pero la declaración más destacable del directivo valencianista fue cuando se le pidió que marcara un objetivo para el club en esta temporada. Como era de esperar, esquivó la pregunta dejando entender que en la próxima semana sí se marcará el objetivo. «Estando todavía en mercado, no es el momento de hablar del objetivo. Seguro que el club se pronuncia al respecto cuando cierre el mercado, pero nosotros tenemos la idea de trabajar en la línea del año pasado, que es ir partido a partido y crecer desde ahí».

Las miradas del valencianismo estuvieron puestas en Balaídos sobre la figura de Luis Rioja. De hecho, antes de comenzar el encuentro, Javier Solís ya habló del fichaje del extremo izquierdo:«Tenemos que dar las gracias a Luis por la predisposición de unirse al Valencia. Pudimos cerrar todo para que esté disponible».

Por su parte, Rubén Baraja también fue preguntado por el último refuerzo del equipo. «El chico ha pasado un proceso difícil pero ahora está contento y feliz. Está disponible y tenemos la posibilidad de que pueda participar», señaló el técnico, que le dio entrada al terreno de juego en el minuto 61 justo después de encajar el tercer gol de la tarde, en busca de una reacción que nunca llegó.

El andaluz, que se colocó en el perfil izquierdo por delante de Jesús Vázquez, intentó pocas cosas, algo lógico debido a su falta de entendimiento con sus nuevos compañeros, con los que ni si quiera había llegado a entrenarse. Cuando recibía el balón, Rioja levantaba la cabeza e intentaba rápidamente colgar el balón al área con un centro de zurda, su pierna dominante. No obstante, los zagueros celestes estuvieron muy pendientes de los intentos del nuevo fichaje blanquinegro, que se vio muy limitado en el flanco zurdo, casi pegado a la línea de cal, sin margen de movimiento.

Tuvo media hora para intentar hacer algo en un contexto muy desfavorable. Ya con más entrenamientos en las piernas y conociendo mejor a sus compañeros, el sevillano intentará aportar su granito de arena. Tendrá su oportunidad el miércoles en San Mamés, donde podría ser titular.