Una lección de valencianismo entre béticos
FINAL DE COPA ·
El gesto de Nacho Malpesa en La Cartuja besándose el escudo del club de Mestalla, una de las imágenes del partidoFINAL DE COPA ·
El gesto de Nacho Malpesa en La Cartuja besándose el escudo del club de Mestalla, una de las imágenes del partidoUn solo gesto le ha servido para alentar el corazón herido de toda una afición. Nacho tiene ocho años y su espontánea manera de proclamar al mundo su amor por el Valencia el pasado sábado en La Cartuja devuelve a cualquier aficionado al fútbol ... a sus orígenes. A la esencia. Al sentimiento que se hereda. A olvidar la existencia de un máximo accionista. O de la derrota en una final. Corría el minuto 87 del partido que dirimía el campeón de Copa del Rey entre Betis y Valencia. Joaquín Sánchez entraba al terreno de juego en lugar de Juanmi.
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La afición local aplaudía y las cámaras de televisión enfocaron a la grada bética. Entre los colores verdiblancos, primero llamó la atención una valencianista, una fila más abajo lo hizo un niño que se plantó ante el objetivo: tomó el escudo del murciélago con la mano, lo señaló y, posteriormente le dio un beso. Estaba diciéndole al mundo que ese era el club de su vida. Nacho, espontáneo y extrovertido, pensó que aquél era un buen momento para «imitar» a sus ídolos cuando marcan gol y a reivindicar sus colores.
En ese preciso minuto 87 de partido, los valencianistas que miraban la retransmisión sintieron un orgullo inmenso en mitad de los nervios habituales en un partido a todo o nada. Algunos seguidores, hasta inmortalizaron la reacción del chaval. Esas imágenes empezaron a tomar más sentido todavía tras el resultado final. Y se tornaron virales a través de redes sociales. «Han sido unos días muy especiales para él porque tanto amigos como compañeros le vieron por televisión», afirma Marta Calatayud. Ella es la madre de Nacho Malpesa Calatayud, y en las imágenes, sale justo antes de que su hijo fuese a llevarse todo el protagonismo. «A La Cartuja fuimos mi marido, mis dos hijos y yo. El mayor, Javi, de once años, se sentó en la grada valencianista con su padre, y Nacho y yo, por otra parte», explica la seguidora.
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El motivo por el que vieron la final separados es por el criterio por el que el club repartió las entradas. Los cuatro tienen el abono en Mestalla pero solo los dos adultos cumplían con el requisito de ochos años de antigüedad para aspirar a una localidad. Para poder hacer realidad el deseo de ver la final toda la familia, tuvieron que buscar dos billetes por su cuenta. El coliseo blanquinegro ha visto crecer a Nacho, que ahora está muy «feliz», y a su hermano Javi. Viven a pocos minutos de Mestalla y son herederos del sentimiento valencianista. Fueron de la mano de su bisabuelo por parte de madre, Vicente Calatayud el primero que inició el ritual de asistir cada semana al viejo estadio de la avenida de Suecia. Más tarde los abuelos, posteriormente Marta y su marido y, desde hace un tiempo, los pequeños Nacho y Javi.
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Ambos niños practican el fútbol en el colegio. «Compartimos pasión y afición», comentan. Y cuando el Valencia juega fuera de casa, disfrutan del fútbol en familia, por televisión. Hace tres años, Javi ya estuvo en Sevilla, en el Villamarín. Tuvo la fortuna de ver levantar la octava a Dani Parejo mientras Nacho buscaba en La Cartuja disfrutar de su primera final en directo en un partido «muy especial» en el que presumir de colores. En el patio del colegio sueña el pequeño de la familia, con ser como «Guedes, Carlitos (Soler) o Gayà».
Que sigan defendiendo el escudo del Valencia muchos años es su deseo. A su corta edad, Nacho ya sabe cómo es vivir una tanda de penaltis en directo, y rodeado de la afición del equipo rival. Los nervios le consumían e incluso le pedía a su madre que no mirase. ¿Y tras la derrota? «Ni una lágrima». Encontró en su mamá y en la afición ganadora su mayor consuelo. «Me decían que no llorase, que a la próxima ganaríamos». Nacho tomó a su madre de la mano y salió de La Cartuja.
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Los pequeños nunca olvidarán Sevilla. Con el tiempo recordarán la Fan Zone como uno de los mejores recuerdos de sus vidas y además llevarán consigo la lección aprendida de respeto entre ambas aficiones: «Estuvimos en la grada del Betis y durante el partido, tuvieron muchos gestos de cariño, incluso se ofrecieron a hacerlo bético», comenta Marta, quien incide en este aspecto: «Muchas veces vemos una parte aislada y desagradable del fútbol pero en general mi experiencia, siempre hay respeto, amabilidad y cuidado de los más jóvenes».
Nacho es el icono de la final en La Cartuja de 2022. Él es la imagen del valencianismo que resiste, como lo fue el pequeño Gonzalo en aquella dolorosa derrota en Málaga. Ambos herederos de Mari Tere, 'Noelia' de la Liga del 71. El Valencia es de ellos.
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