![Lim deja a Baraja sin Rafa Mir](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/02/01/1475648918-R5BtUzMbttFgS41Czm0gXdP-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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No hay por donde cogerlo. Se dejó escapar a Carlos Vicente al que te lo birló por 600.000 euros el Alavés; se hizo caja por Koba (algo más de 2,6 millones de euros); se ha traído prestado a un joven del filial ... del Real Madrid (Peter Federico) sin experiencia en Primera; ha sido imposible convencer a Cenk para que encuentre acomodo en algún sitio ni con la Eurocopa como excusa; se regaló a Gabriel Paulista al Atlético (ahorrando 2,5 millones que aún restaba por abonarle) y como broche final al esperpento del Valencia en este exasperante mercado de fichajes de enero, Baraja se queda finalmente sin Rafa Mir. Lim se empeña en encoger al Valencia.
Si ya es angustioso ver cómo se marcha el central de referencia y uno de los capitanes (al que le quedaban cuatro partidos para renovar), ahora toca digerir que una de las pocas peticiones del entrenador se ha archivado por cantidades casi insignificantes de apenas unos miles de euros (un pellizco de la ficha y un premio adicional de 250.000 si se metía en Europa). Esa fue la diferencia respecto al salario que estaba dispuesto a ofrecer el Valencia y lo que demandaba el Sevilla, después de que sobre la opción de compra no obligatoria se hubiera alcanzado un punto en común: 6 millones de euros de más el 15% de una futura venta.
Y todo, como siempre suele ocurrir, deprisa y corriendo, justo a pocas horas de que se cerrara el mercado de fichajes de esta ventana de enero. Tal fue el grado de tensión que se generó que mientras desde el Valencia se daba ya casi por imposible la contratación del delantero murciano, el propio Mir llegaba con su coche –al filo de las diez de la noche– al Sánchez Pizjuán para resolver de una vez por todas su angustioso destino. Y éste, sorprendente, no será blanquinegro, a pesar del disgusto final del jugador, que siempre ha tenido claro que quería jugar en Mestalla de donde salió en 2018 al Wolverhampton de Nuno y Jorge Mendes por dos millones. Esta vez y a diferencia de lo que suele ocurrir con los futbolistas en este tipo de situaciones, no se ha salido con la ayuda el afectado. Se queda a pesar de la presión ejercida al Sevilla por vestir de blanquinegro, quedándose por el camino opciones como la del Torino y Trabzonspor, además del Lille y varios clubes alemanes. El Valencia ha sido incapaz de convencer al Sevilla.
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Juan Carlos Valldecabres
Lo curioso es que en los últimos dos días, la operación ha tenido todos los vaivenes que uno pueda imaginar. El miércoles, por ejemplo, el Valencia recibía la negativa por respuesta a su primera y casi infantil tentativa. Se quedó corto en su ofrecimiento. La propuesta para la cesión no llegaba ni a la mitad de la ficha que le queda todavía al delantero por recibir esta temporada. Del gris inicial, al color claro. Este jueves, el panorama desde el punto de vista valencianista era más alentador. Lim había autorizado algo más de margen. Por eso, Baraja era más que optimista cuando sobre las tres de la tarde terminó la reunión de más de dos horas que mantuvo en la ciudad deportiva después del entrenamiento con Layhoon y Javier Solís, que estaban acompañados por Miguel Ángel Corona. Al técnico se le transmitió que estaba todo bastante «encauzado», versión frustrada después y por la que también tuvieron que pasar algunos de sus antecesores.
A Baraja se le veía a esa hora ciertamente satisfecho, a pesar de lo que puede suponer masticar todavía la pérdida de Gabriel Paulista en un vestuario lleno de niños. Pero conforme fueron pasando las horas, la cosa se fue torciendo. Así, camino de las nueve de la noche, las posturas volvían a alejarse y fue cuando desde el Valencia se daba prácticamente por zanjado en sentido negativo.
¿El motivo? El cambio de condiciones que, en opinión del Valencia, se había efectuado a última hora por parte andaluza. Lo que estaba por escrito no correspondía a lo que durante horas antes se había acordado verbalmente. El Sevilla no comparte esa teoría. El Valencia había elevado su ofrecimiento en lo que al salario se refiere (1,4 millones) y había metido un millón más (llegando a los seis) para una opción de compra no obligatoria. El Sevilla había pagado 16 millones de euros por Mir en verano de 2011, después de que el Wolverhampton lo cediera primero a Las Palmas y luego al Huesca.
Mir ha hecho fuerza para regresar al Valencia pero se ha quedado en fuera de juego. Era el primero en saber que en el Sevilla no contaba con la confianza de Quique Sánchez Flores (con dos goles, es el vigésimo jugador en el ranking de minutos disputados) y encima su club estaba cerrando las incorporaciones de dos atacantes más: Alejo Véliz y Bozenik. El primero fue inscrito casi a las once de la noche, Bozenik no.
Lo de Mir y su viaje relámpago anoche al Pizjuán recordó el que hizo Negredo en verano de 2014 para resolver su acuerdo con el City y poner rumbo a Mestalla. Esta vez la historia no repitió el guión. Para desgracia por cierto de un Baraja que habla precisamente este mediodía ante los medios de comunicación y al que le tocó digerir este jueves noche la llamada del club a su teléfono para comunicarle una historia que suele repetirse con Meriton. Con lo que hay, sin Mir al que pretendió ya en verano, va a tener que lidiar a partir de ahora. Baraja puede asumirlo o alzar la voz.
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