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11-D, manifestación multitudinaria en Valencia contra Peter Lim. IVÁN ARLANDIS

El valencianismo clama contra Peter Lim

Los colectivos de la grada estiman que la unión vista en la marcha debe servir para el principio del fin del proyecto del singapurense en el club

Juan Carlos Villena

Valencia

Sábado, 11 de diciembre 2021 | Actualizado 12/12/2021 00:10h.

José Serrate Ariño se convirtió a sus 91 años en el símbolo de la primera gran manifestación contra Peter Lim, la del 8 de mayo, blandiendo su bufanda con orgullo. Este sábado, no faltó a la cita. No completó la marcha porque tenía una cita médica pero no quiso perderse el inicio de la manifestación. Con la insignia del club de su vida de nuevo en la chaqueta. Militancia. «Mientras esté Lim dentro del Valencia voy a seguir pidiendo dignidad, respeto y futuro. Ahora mismo ninguna de las tres cosas se cumplen. Estamos perdiendo la dignidad como club, el respeto se ve de forma clara y lo del futuro, del blanquinegre ahora mismo tenemos el negre», sentenció. Pepe fue uno de los más de 15.000 valencianistas, se dobló la cifra de la primera gran protesta, que este sábado, por si alguien tenía aún alguna duda, clamaron contra Lim y le dejaron claro al dueño de Meriton que la ruptura emocional entre él y el valencianismo es irreversible. El 'go home' es una forma de decir que no le quieren. No que vuelva a casa, puesto que en su casa (Singapur) ya está. Nunca ha estado en cuerpo y alma en Mestalla. El lema de la marcha, 'per la dignitat', lo resume todo. La marea humana que recorrió el asfalto -cuando la cabecera estaba en Mestalla la cola acababa de entrar en Micer Mascó- evidenció lo que es la esencia del valencianismo; una liturgia que se pasa de padres a hijos, de abuelos a nietos. Todos, unidos, fueron llegando formando un crisol de camisetas (de Kempes, Carboni, Villa, Silva, Albelda...) y de enseñas. «Por mi iao, por mi padre, por mí y por la dignidad del Valencia, Lim Go Home», rezaba una que portaba un aficionado con una chaqueta con el escudo del centenario. «Soñar sin LIMites», rezaba la de Libertad VCF, el soplo de aire fresco que ha logrado unir al valencianismo en un bloque único, mientras que Valencia Sud apretaba un poco más las tuercas: «Contra lladres, Lims y tirans. Pel VCF tot».

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Miles de carteles amarillos con el 'Lim Go Home', y los cánticos habituales para el máximo accionista y Anil Murthy, amenizaron la marcha. Hubo recuerdos para Amadeo Salvo, presidente del club en el momento del traspaso accionarial en 2014 y defensor junto a Aurelio Martínez del proyecto de Meriton durante el proceso de venta, y varias pancartas de esas que se convierten en sí mismas como crónicas de un pueblo. Una de ellas, con la imagen de Arturo Tuzón y una de sus históricas reflexiones: «El Valencia club de fútbol será lo que los valencianos quieran». Otra, del colectivo Últimes Vesprades a Mestalla, con el perfil de Vicente Peris Lozar. «Una vida al servei del Valencia C.F.». Aquello de que al Valencia hay que venir a servir y no a servirse. Sujetando uno de sus ejes, emocionada, su hija Merhina Peris. «Estoy con la lágrima. Soy muy nostálgica y creo que esto es un acto de lealtad, compromiso y amor al club. Mi padre seguro que estaría aquí el primero pero muchas veces pienso en estas cosas y si hubiera pasado por el club en los últimos años gente del corte de mi padre a lo mejor no se hubiera llegado a esa situación», sentencia. Merchina, uno de los símbolos de la militancia de Mestalla, ponderó lo vivido este sábado como el inicio del fin de Meriton en el club: «Lo bonito es la unión de un montón de grupos que hacía tiempo que parecía que no iban a llegar a ningún entendimiento. Ahora el valencianismo es una piña. Es el inicio de algo porque el Valencia tiene una historia que no podemos perder y tenemos que pasarla entre generaciones. Me emociona ver a tanta gente joven».

Algunos de esos jóvenes sostenían una pancarta junto a Cañizares, una leyenda y que este sábado era una gota más dentro del mar del sentimiento. Como Chimo Martínez, socio número 10 y que leyó el manifiesto final: «Esta mañana el Valencia jugaba el partido más importante de su historia, el de la supervivencia, y como en las grandes ocasiones en que siempre hizo falta su aliento generoso, Mestalla no ha fallado. El pueblo ha firmado su sentencia, la de la palabra limpia y honesta con la que apelamos a la dignidad y a poner el final a esta pesadilla». La ruptura entre Lim y la afición no tiene retorno.