El Valencia cierra el ejercicio en rojo y con otro despido ejecutado por Meriton

El Valencia culminó este miércoles el ejercicio económico de la temporada 2020-2021 con otro suspenso, es decir con pérdidas. Es más, desde que Meriton tiene la mayoría accionarial el club sólo ha dado beneficios (mínimos) en el ejercicio 2018-2019 donde consiguió el título de Copa. La cruda realidad del proyecto defendido a golpe de cartulina en Mestalla y que iba a dejar la deuda del club como residual en cinco años es que, partiendo de los 346 millones de agujero económico que tenía la entidad cuando Lim llegó, la cifra era de 488 a 30 de junio de 2020 a la que habrá que sumarle las pérdidas con las que cerró ayer el curso. Una cifra que no es pública pero que, sin haber cerrado ninguna venta de futbolista, hará que la deuda vuelva a dispararse por encima de los 500 millones si no ha habido milagro.

La decisión de Peter Lim de aplazar la devolución de 15 millones de los préstamos que aún le debe el Valencia más allá del 30 de junio de 2021 permitirá, al menos, salvar el peligro de entrar en números objetivos de causa de disolución. Un ajuste de ingeniería financiera como el que permitió, en 2019, evitar los números rojos con la operación cruzada con el Barcelona entre Cillessen y Neto pero que, como toda patada y adelante, ahoga más la situación meses después si no hay nuevos ingresos. El club aprobó en la última Junta un balance de 26 millones de pérdidas que en realidad eran 34, puesto que se presupuestaron 8 millones de ingreso de abonados que con Mestalla cerrado no han llegado. Sin ventas de jugadores antes del 30 de junio, como así ha sido, esa cifra ponía en riesgo de causa de disolución a la entidad. La Ley de Sociedades de capital establece en el artículo 361.1.e que cuando el patrimonio de una empresa es inferior a la mitad de su capital social entra en ese supuesto de quiebra. El Valencia, tras la última reducción de su músculo financiero en 2018, tiene un capital social de 21,5 millones y un patrimonio neto de 41,5. Si se restan a esos fondos propios esas pérdidas estimadas de 34 millones, los 7,5 millones resultantes estarían por debajo de esa barrera de 10,75. En el caso de que el único apunte para salvar esa situación haya sido restar el pago de 15 millones (aplazado) al préstamo de Lim las pérdidas del ejercicio rondarán los 19 millones. Una situación que ahogaría más al club para el siguiente ejercicio, sin ingresos por competiciones europeas y más gasto al asumir los 15 millones a Lim.

El cierre del ejercicio contable llegó con otro nuevo despido sellado por Meriton. En esta ocasión del director de la Fundación Pablo Mantilla, tras 16 años de servicio a la entidad donde ha sido un referente en el crecimiento del fútbol femenino dentro del Valencia, así como de la recuperación del patrimonio histórico de la entidad. Su nombre se une a una larga lista (Kempes, Camarasa...) dentro de la decisión de Meriton de rodearse sólo de 'su' gente. La Fundación tiene como patronos a Ng Ser Miang, como presidente, y a Anil Murthy, Sean Bai, Joey Lim y Kim Koh como personas de confianza para Lim. Salvador Martínez y Salvador Belda son los únicos valencianos.

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