Urgente La Bonoloto de este viernes entrega 432.112,46 euros a un jugador y deja más de 78.000 en la Comunitat
Aficionados aplauden tras un gol del Valencia. IVÁN ARLANDIS

Mestalla vuelve a latir con fuerza

Rugido popular. El partido de esta noche contra el Getafe llega con la grada en plena ebullición, aunque para poder ver a Cavani sobre el césped habrá que esperar

MARC ESCRIBANO/JAVIER SOLANO

Domingo, 4 de septiembre 2022, 00:01

Con el paso de los años uno puede tender a pensar que la afección que tiene un seguidor de un equipo de fútbol que hace tiempo que no gana nada con sustancia o ni tan siquiera se clasifica para Europa se va disminuyendo. En Valencia, ... esto no funciona así de manera total. A pesar de los tres últimos años sin entrar en competiciones europeas; a pesar de la constante descapitalización de la plantilla con las ventas de jugadores importantes del último gran éxito del equipo como Dani Parejo, Rodrigo Moreno, Gonçalo Guedes o Carlos Soler; a pesar de una pandemia que dejó el estadio de Mestalla vacío durante meses, y a pesar de una censura en redes sociales que imperó durante más de un año, el valencianismo demostró este viernes que todavía late. Que vayan ocho mil personas a la multipresentación en Mestalla de los nuevos jugadores es bastante significativo.

Publicidad

Pese a todas y cada una de esas cosas apuntadas anteriormente el valencianismo se mantiene intacto en lo que a sensibilidad con los colores se refiere. De mayores a pequeños. Porque una cosa sigue siendo igual. Cuando la gente se enfunda su camiseta y se ata su bufanda al cuello para dirigirse a la avenida de Suecia, como va a ocurrir esta misma noche, por ejemplo, todo cambia. Se olvidan de sus problemas, de sus preocupaciones y de sus dilemas. Lo único que importa es ver a once tíos correr detrás de un balón. Pero esos once tíos llevan la camiseta que les representa, la misma que representó a sus padres y a sus abuelos, y que quieren que represente a sus hijos.

El viernes se pudo ver palpar ya esas sensaciones cuando se llenó la tribuna de Mestalla para un mero acto de presentación de los nuevos fichajes. En una tarde de un día laborable y a casi 40 grados, ahí estaba la afición del Valencia. Similar a lo vivido el lunes en el aeropuerto de Manises con la llegada de Edinson Cavani, el hombre llamado a liderar sobre el césped el proyecto aunque habrá que esperar algunas semanas para poder disfrutarlo. Decenas de personas se acercaron hasta la valla metálica que impedía su acceso a la zona de vuelos privados para darle la bienvenida al catalizador del sentimiento valencianista. Son cosas difíciles de explicar.

Y es que entre la llegada del veterano delantero uruguayo y la elección de Gennaro Gattuso como entrenador, Mestalla ha recuperado su mejor versión. A ello hay que sumarle la vuelta de una grada de animación que mucha falta hizo y que nunca se entendió por qué desapareció y nadie acertó a recuperar antes. El campo del Valencia vuelve a ser el que es. Un estadio intimidante, donde los equipos rivales saben que van a sufrir cuando lo visitan, y un estadio que los jugadores saben que deben convertir en un fortín impugnable. Gracias a todo eso, Mestalla ha vuelto a latir.

Publicidad

En los partidos contra el Girona y el Atlético de Madrid se superaron los 40.000 espectadores en las gradas. Encuentros disputados en agosto. Una cosa que no se había visto en mucho tiempo. El club ha dejado atrás la oscura era de Anil Murthy y está llevando a cabo un lavado de imagen que está siendo positivo. Este viernes, por ejemplo, Layhoon se presentó por primera vez como presidenta ante los medios para dar –a su manera– explicaciones del cierre de mercado y algunas pinceladas de otras cuestiones. De cualquier manera, la afición ha vuelto a ilusionarse con un técnico que propone un juego vistoso y que traerá éxitos. Los seguidores han vuelto a creer en estar arriba con las llegadas de futbolistas de renombre que admiten que han venido por la grandeza del club y el cariño de la gente.

La comunión entre jugadores y aficionados es palpable. Como bien sabe Gattuso, es una de las bases que necesita el equipo para conseguir sus objetivos. La temporada será larga, pero el cariño de la afición es un elemento incalculable que aporta ese punto extra que puede decantar la balanza en momentos determinados de partidos. Y para ello, es necesario que Mestalla siga latiendo como hasta ahora.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad