Anil Murthy habla por teléfono de camino a las oficinas del Valencia. J. Bermejo

Murthy saca pecho ante los críticos

El gestor señala que están estudiando la forma de finalizar el nuevo estadio y que sopesan elevar su aforo a 65.000 espectadores

Viernes, 14 de agosto 2020

«Debemos ser un club serio. Debemos ser responsables. Un club en quiebra no es un mejor club». Así comenzó un extenso comunicado que el presidente Anil Murthy firmó anoche en la web oficial del club, donde defendió la gestión de Peter Lim saliendo al paso -y bastante pecho- de la ola de críticas y movilizaciones que se han vivido en los últimos días en el valencianismo. El presidente argumentó que las consecuencias económicas del Covid-19, con la bajada de ingresos, obligarán a recortar en gasto de plantilla además de explicar la situación de las obras del nuevo estadio, avanzando que se está buscando financiación tras el fracaso del acuerdo con ADU Mediterránea para realizar un estadio, estudiando la ampliación a 65.000 espectadores.

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Para explicar el momento actual, Murthy viajó por el tiempo para citar los 439 millones de deuda del Valencia en 2008, anunciada por Juan Villalonga, la paralización de las obras del estadio en febrero de 2009 tras 150 millones de inversión, los impagos a los jugadores ese mismo año, la venta de las estrellas (Albiol, Villa, Silva o Mata) y la venta forzada por Bankia en 2013 al no poder hacer frente al pago de la deuda. De los 563 millones de deuda actual, con Lim, se olvidó.

El presidente del Valencia recordó en su comunicado que cuando Lim entró en 2014 el club tenía 48 millones de euros de sueldos impagados a los jugadores «y no había efectivo en el banco» y que en 2017 se comenzó a pagar de nuevo a los bancos. La intención del club para la temporada 2020-2021 es bajar el coste de la plantilla para no seguir aumentando la deuda. «Debes ser un tonto para seguir el camino del gasto sin pensar en cómo va a pagar el club», criticó Murthy. Esa misma frase vale para la inversión en jugadores como Abdennour, Aderllan Santos, Enzo Pérez o Nani. Eso también forma parte de la gestión de Meriton.

Una vez explicado, sin aceptar preguntas puesto que lo de ayer fue un comunicado no una rueda de prensa, Murthy adelantó las líneas maestras del séptimo proyecto de Meriton en el Valencia: «Necesitamos reducir el coste de nuestro equipo. Primero, por la obvia razón de que no estamos en la Champions. La segunda razón, que es aún más importante hoy en día, es el impacto del Covid-19, que es serio para las próximas dos temporadas. Ha perturbado la economía mundial». El club estima que los derechos de televisión pueden reducirse en un 30%, los ingresos comerciales (taquillas y patrocinio) en un 50% y que es probable que los ingresos totales se reduzcan a la mitad. El Valencia, tal y como informó este periódico, ha hecho números de lo que sería la fotografía de la temporada 2020-2021 entera sin público. Para prever la peor situación.

Ante este panorama, Murthy anunció más recortes en la plantilla. En su comunicado nada dijo del sueldo de hasta 2,7 millones anuales para los consejeros ejecutivos (él mismo y Kim Koh) aprobado en la última Junta: «Debemos bajar los salarios, lo que significa vender jugadores con dos años o menos de contrato y salarios altos. Además, algunos están envejeciendo y son propensos a sufrir lesiones. No podemos mantenerlos y no deberíamos. En segundo lugar, debemos seguir invirtiendo en nuestros chicos de la Academia y promoviéndolos». Murthy le lanzó un dardo a Ferran Torres. «Seamos claros. Eligió irse a pesar de que se le ofreció uno de los mejores salarios del equipo. Su agente dijo que NO. Cada uno elige su camino. Aprendemos de esta experiencia pero no la olvidamos. Tenemos un buen grupo de jugadores de nuestra Academia y nos aseguraremos de no tener este tipo de problemas nuevamente. Son buenos chicos», zanjó.

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Tras la justificaciones sobre la gestión de Meriton, ni una línea para explicar los despidos masivos (el último el de Camarasa) de todos los empleados que tuvieran relación con Marcelino, el presidente del Valencia anunció alguna novedad con respecto al nuevo estadio: «Teníamos un comprador, ADU, y la financiación puente, para comenzar a construir en mayo de 2020 y terminar en 2022. Trabajamos con Deloitte, uno de las 5 grandes, para hacer realidad este acuerdo. Eliminamos la exclusividad en febrero de 2020 y estamos trabajando con otros actores importantes para comprar el Mestalla actual».

Murthy anunció que la intención de Lim es construir «uno de los mejores estadios de Europa con instalaciones de última generación» y que para ello necesitan cuatro acciones: «Vender por un mínimo de 120 millones (el actual Mestalla), construir por 150 millones con financiación para los 30 millones restantes, aumentar la capacidad a cerca de 65.000 espectadores y aumentar los precios de los abonos de temporada y las entradas en un 15% en promedio para sufragar los costes operativos de un estadio más grande». Las autoridades municipales le han pedido al Valencia en los últimos días que se dejen de palabras y que contesten con «hechos».

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Murthy contestó a esa parte de la crítica a Meriton: «Hemos cumplido con todas nuestras obligaciones de pago de más de 1 millón al año, en virtud de la ATE. Con la actual situación económica los inversores están esperando. Seguiremos trabajando con la Generalitat y el Ayuntamiento». Murthy habló de crear «un club sostenible». Del respeto a sus leyendas, nada. Ni una línea.

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