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La nostalgia de aquellas noches tan calientes

La nostalgia de aquellas noches tan calientes

La Copa de 2019. Valencia y Getafe vivirán hoy un duelo lejos de tensiones pasadas, con un Bordalás que estuvo en el punto de mira de Meriton

Sábado, 31 de octubre 2020, 23:32

Es verdad que ver a jugadores, médicos y diversos empleados de uno y otro equipos soltarse mamporros tanto sobre el césped como en el túnel ni es educativo ni tampoco tiene nada que ver con el fútbol, pero partidos como el que esta noche van a disputar en Mestalla Valencia y Getafe es de los que justifican que miles de aficionados se saquen cada año el pase. En días como hoy es cuando más se echa de menos la normalidad del fútbol, esa que depara que dos clubes tan dispares entren en una rivalidad que va –o iba, en pasado– más allá de lo puramente deportivo. Ya no habrá ni bronca cada vez que toque el balón Damián Suárez; ni miradas recelosas para Bordalás, un entrenador que estuvo en el punto de mira de Meriton para Mestalla (su pique con Marcelino tenía su morbo); ni tampoco protestas hacia el árbitro por las maneras de los jugadores del conjunto madrileño. No está el Valencia para meterse en esas guerras. Con tres derrotas consecutivas, bastante tiene Javi Gracia por manejar como pueda la convulsión del caso Kondogbia y las ganas de sus jugadores de dar algo de vida a la clasificación. El Valencia está poco a poco complicándose la existencia y si cayó hace nueve días contra un recién ascendido como el Elche, ¿qué puede pasar contra un rival que se las sabe todas?

Dice Gracia, en un aparente convencimiento, que ve a su gente animada y «con mucha ilusión. Es cierto –asegura– que las derrotas nos responsabilizan más todavía. Sabemos que nos enfrentamos a un rival muy exigente porque viene haciendo las cosas muy bien durante mucho tiempo. Tenemos nuestras armas y nuestra ilusión». Hoy en día, Valencia y Getafe parecen empeñados en representar proyectos totalmente antagónicos. Esta semana, hasta el Getafe consiguió que su Ayuntamiento le firmara la concesión del estadio por 40 años (más otros diez opcionales).

Eso sí, hay cosas que no cambian. El Getafe de Bordalás es el penúltimo clasificado en el ranking de Juego Limpio (se castiga con un punto cada tarjeta amarilla, con tres la roja y con un punto cada partido que Competición castigue como sanción si es más de tres). El Levante, dicho sea de paso, es el más noble (líder) mientras que el Valencia ocupa la décima plaza. Los últimos cuatro años, el Getafe siempre ha estado en la zona más baja de esta significativa clasificación que refleja su espíritu de lucha. Damián Suárez, por cierto, es el futbolista de Primera más sancionado: 4 amarillas en 7 jornadas.

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