Mestalla agradece a Españeta sus 55 años de servicio al club

VALENCIA. Mestalla se vistió de gala para vivir su gran noche de verano. El estadio rozó el lleno en los prolegómenos y durante el partido, no así en el momento de la presentación de los jugadores, cuando el aspecto fue más desangelado. La gente esperó hasta última hora para entrar y ocupar su localidad pese a que muchos aguardaban el acto de ayer como una ocasión para emitir un juicio sobre a varios jugadores. La Curva Nord estuvo prácticamente vacía debido a las desavenencias por la decisión de no permitir a los mayores de 30 años entrar en esa grada.

Era la tarde de un hombre en concreto, Bernardo España 'Españeta'. Valencia fue presentado en último lugar, después de jugadores y técnicos de la primera plantilla. Rodeado de un pasillo formado por exfutbolistas y leyendas del club como Claudio 'Piojo' López, Juan Sánchez o el director deportivo Suso García Pitarch.

Todos formaron un pasillo por el que salió Españeta, ovacionado en todo momento por la vieja grada de Mestalla, su lugar de trabajo durante los últimos 55 años. La gente se puso en pie, mientras se coreaba su nombre en todo momento. Al llegar al atril se hizo el silencio durante unos segundos y Bernardo le dedicó unas palabras al graderío: «Somos el mejor equipo del mundo». Antes de retirarse a los vestuarios fue manteado por los exfutbolistas mientras levantaba los brazos al cielo, en un habitual gesto del utillero. Uno de los que no quiso perderse el homenaje fue Raimon, el jefe de mantenimiento del Levante.

La Academia también estuvo en el césped. Más de 1.000 jugadores, jugadoras y técnicos de las categorías inferiores acompañaron al primer equipo en la noche de su puesta de largo. Hasta cuatro bandas de la Comunitat amenizaron la noche con sus piezas e interpretaron el himno regional al término de un acto que también sirvió para presentar a la escuela.

Otro de los detalles antes del comienzo del encuentro fue que, durante el calentamiento de los jugadores, el speaker animó al público con una de las nuevas 'armas' de Mestalla. Se trató el primer 'aplaudiometro' en un campo de fútbol europeo. Un termómetro que mide los decibelios producidos por el público en determinados momentos del partido.