Las obras del Nuevo Mestalla llevan paradas desde 2009. iván arlandis

El Nuevo Mestalla, 15 años de vergüenza

El futuro estadio del Valencia alcanza la década y media desde el inicio de las obras con los trabajos paralizados y sin que instituciones y club alcancen un acuerdo para retomarlos

Lunes, 1 de agosto 2022, 10:35

El Nuevo Mestalla es ese quinceañero que, a punto de acabar la ESO, ya vislumbra el Bachiller y no sabe qué hacer de su vida. El mastodonte de hormigón, si cobrase vida, se quejaría de que sus padres no se aclaran en aconsejarle sobre qué ... rumbo tomar: el Valencia lo concibió como una obra faraónica hablando de acoger finales de Champions y Mundiales de atletismo, un día se dejó de pagar porque no había dinero para seguir adelante con el ambicioso proyecto, tiempo después vino un señor rico custodiado con guardaespaldas prometiendo un futuro lleno de éxitos, y ahora ese mismo magnate se pelea con las instituciones por apenas 4.000 asientos (algo más del 5% del aforo total prometido cuando se firmó la ATE). Si sintiera y padeciera, el coliseo también lamentaría el escaso apoyo de las instituciones, como los jóvenes, que reclaman más facilidades al sistema educativo. Bueno, eso más bien lo diría Layhoon, la mano derecha de Peter Lim, que es el señor que desembarcó en la ciudad para convertir el Valencia en un nuevo rico pero que, sobre todo con la obra de Cortes Valencianas, hasta ahora ha jugado de farol, sin poner la pasta sobre la mesa.

Publicidad

Y en esas han pasado 15 años desde que un 1 de agosto, pero de 2007, cuando lo del 'boom' inmobiliario aún se lo tomaban muchos a chiste, se iniciaron las obras del nuevo estadio del Valencia en el solar, en principio, destinado al polideportivo público para el barrio de Benicalap. A cambio, el club debía construir una instalación para los vecinos con un pabellón que será destinado, prioritariamente, para la gimnasia artística. Esa obra no ha pasado del papel, con proyectos que han sacado de quicio en el Ayuntamiento, especialmente durante la etapa de Meriton: se llegó a presentar una propuesta sólo techada, sin aire acondicionado... el low cost del low cost.

El estadio sí ha avanzado, pero tampoco podría decirse que haya corrido mucha mejor suerte. Es más, los problemas brotaron desde muy pronto. Por ejemplo, en mayo de 2008 hubo un accidente laboral que se saldó con la muerte de dos operarios. Fue menos de un año antes de que se paralizaran los trabajos: fue en febrero de 2009 cuando la UTE integrada de FCC y Bertolín decidió retirarse de la parcela donde ya se había alzado el Nuevo Mestalla por la falta de liquidez del Valencia.

En 2023 se cumplirán 14 años desde aquello, a pesar de que ha habido diferentes intentos para retomar los trabajos. Incluso diferentes proyectos, reduciendo costes, pasando de los 150 millones necesarios todavía para acabar la obra a los entre 80 y 100, según el arquitecto Mark Fenwick. Manuel Llorente, Amadeo Salvo y Layhoon han sido los ejecutivos que han trabajado para buscar una solución. Anil Murthy, como presidente del Valencia, también debería haberlo hecho.

Publicidad

Lo cierto es que la presidente y mano derecha de Lim ya admitió en 2016 que el estadio no estaría para el centenario. Ya han pasado 8 años desde la visita de Peter Lim al Nuevo Mestalla: bajo sus gafas de sol y su sonrisa, el magnate de Singapur escondía su disgusto hacia el proyecto y lo que veía en aquella parcela. Había comprado la mayoría accionarial del club, que se había comprometido a tenerlo acabado para mayo de 2021. Pero él, en el contrato de compra-venta, no había vinculado su adquisición de los títulos que tenía la Fundación a una obligación de acabar la obra. Ahí estaba su farol y la baza con la que, hasta ahora, ha ido con todas las consecuencias.

Hasta el punto actual, el de los 15 años desde que se empezó a excavar el hoyo de los cimientos del estadio que sigue paralizado. La ATE ya está oficialmente archivada, lo hizo el Consell en su último pleno de julio. Ese mismo día, Layhoon -que no está en el organigrama del Valencia, pero que según ella, es Peter Lim- se reunió con los representantes del Ayuntamiento. Esa mañana, Joan Ribó y Sandra Gómez escenificaron el fin de la grieta entre PSPV y Compromís, algo más laxo y proclive a negociar con Meriton, en su postura sobre el estadio. La presidenta del club en la sombra habló de «pequeño paso atrás».

Publicidad

Le habían dicho otro nuevo 'no', esta vez al último proyecto, presentado cuatro días atrás. Según ese nuevo borrador firmado por el despacho de Fenwick, el Valencia se compromete a abrir con un aforo de 66.087 espectadores con la vocación de llegar a los 70.016. Hasta la cifra tiene cierta guasa: lo del 5 raspado, 16 asientos más de los '70.000 o nada' que ha repetido hasta la saciedad en las últimas semanas Sandra Gómez.

A menos de un año de las eslecciones autonómicas y municipales, las partes parecen condenadas a entenderse. Ahora Meriton tiene los 80 millones de CVC. A los políticos y al máximo accionista les interesa reactivar las obras del Nuevo Mestalla. Ahora o nunca. Pero las partes deberán firmar un nuevo convenio, cumplir los trámites y el Valencia, garantizar el resto de la financiación necesaria (entre 20 y 30 millones) para que no vuelva a ocurrir lo de 2009. Si el estadio cobrara vida, ahora le diría a mamá y papá: 'Quiero ser semifinalista del Mundial de 2030'. Eso está por ver. Los niños que vieron el inicio de las obras mientras iban de la mano de sus progenitores rumbo al colegio para cursar Primero de Primaria ya son universitarios.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad