LAS PROVINCIAS reúne a las familias Grau y Martí, una de cada equipo, el día antes de la gran cita. IVÁN ARLANDIS

Nunca vais a estar solos

El fútbol vuelve a Valencia tres meses después con el derbi más atípico: el silencio atronará en Mestalla y las aficiones sólo podrán animar desde sus hogares

Jueves, 11 de junio 2020

Ni Rodrigo Moreno conoce a Guillermo (14 años) ni Roger Martí a Carlos (10), pese a apellidarse igual, y es posible que sólo la casualidad haga que algún día tengan los dos niños la oportunidad de coincidir con sus ídolos. Pero ayer, tanto Guillermo como Carlos, acompañados de sus respectivas familias, quisieron dar y representar en la misma tribuna de Mestalla el primer grito de ánimo para el atípico pero significativo partido de esta noche. Nadie, nunca, podía imaginar que un derbi entre Valencia y Levante se iba a jugar de la manera que se hará este viernes, en un silencioso estadio en el que sólo se escucharán sonidos enlatados, con las familias Grau y Martí y otros miles de seguidores animando a sus respectivos equipos desde sus casas o en algún local donde poder vivir una pizca de la tensión que el fútbol provoca y necesita. Este periódico promovió este encuentro entre dos colectivos de diferentes colores que quisieron representar lo que para la sociedad valenciana significa la vuelta al nuevo concepto del fútbol, dentro de una rivalidad deportiva tan sana como firme.

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«Para nosotros que pierda el Valencia es motivo casi siempre de alegría», apunta rotundo José Martí, cabeza de una familia, la granota, que completan Belén, su mujer, y sus hijos Alejandro, Belén, Leyre, José y el pequeño Carlos. Cristina Grau -que comparte espacio de opinión en LAS PROVINCIAS con Martí-, no se lo toma a mal pero es más moderada en su comentario: «A mí me dolería que el Levante descendiese», aunque el añadido de su sobrino José Luis no se hace esperar y tampoco dejar lugar a dudas de lo que el derbi significa: «Yo prefiero que pierdan siempre». Los Grau, además de Cristina, José Luis y Guillermo, llegan a la cita con la matriarca Marisa, Begoña y Blanca. Son valencianistas de toda la vida, con un buen puñado de abonos a su nombre. «Yo estuve en el campo del Español -cuando el equipo catalán llevaba la 'ñ'- en la Liga que ganamos», dice Marisa. La tradición les viene de los abuelos, naturales de Canals, cuando iban a Mestalla a sentarse en esa fila 2 con sillas de enea. «No nos hemos perdido ni una final en la que ha jugado el Valencia y para mis sobrinos la de Sevilla fue la primera vez que lo vivieron».

Unos y otros serían algunos de los miles que estarían esta noche animando en la grada. De hecho, los Martí, granotas desde el 77 cuando se engancharon por esa política de reparto de entradas que el Levante hacía y suele practicar, habían comprado cuatro localidades para la zona visitante. «En Mestalla los favoritos siempre son los 'xotos', nunca les hemos ganado...» apunta dicharachero Martí con aire de ambicioso pronóstico.

Desde luego, el Valencia llega con más necesidades que los levantinistas a pesar de que estos todavía no están salvados (necesitan según su técnico nueve puntos). Es un misterio para todos cómo responderán no sólo las piernas de los futbolistas sino cuál será la sensación del propio equipo en la vuelta a la competición tres meses después, todo aderezado por un ambiente extraordinario debido a la rareza del mismo: ni gente esperando la llegada de los autocares -la policía va a impedir la concentración como sí ocurrió el día del Atalanta-; ni saludos protocolarios; ni celebraciones con los goles -se supone-; guardando la distancia de seguridad con los árbitros -se acabó por fin el encararse con ellos-...

De los dos, el parón a quien teóricamente más le puede haber beneficiado es al Valencia. Aunque no tiene a Garay ni a Piccini, había conseguido limpiar la enfermería. 'Había' porque el problema -bastante serio- es que Gabriel Paulista ha pasado de tener una ligera sobrecarga que no le iba a impedir participar, a ser una seria duda para jugar esta noche. De hecho, quizás Celades no despeje la incógnita hasta los momentos previos, porque para esta mañana está citada toda la plantilla (Kondogbia está sancionado). A Paco López le encantaría incentivar a su gente haciéndoles ver que una defensa formada por Diakhaby y Mangala o Hugo Guillamón puede ser todavía más vulnerable (veinte goles en los últimos 8 encuentros). La composición del once puede quedar bastante mediatizada por ese aspecto, al margen del casting de la portería y si Ferran, sin renovar todavía, arranca desde el banquillo como parece.

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