La oposición a Meriton recalcula la estrategia

El Valencia hace tiempo, lamentablemente, que convive con varias realidades paralelas. La fotografía a marzo de 2021 es el mejor ejemplo. El actual presidente, Anil Murthy, intenta regatear su cartel de 'amortizado' tras la reunión en la Generalitat que terminó con el cabreo de Ximo Puig enterrando la credibilidad de Meriton. Tras presentar el nuevo logotipo de la Fundación, con la reaparición de Ng Ser Miang, ayer le tocó el turno al nombramiento del nuevo capellán del Valencia, Álvaro Almenar, que tuvo lugar en el Palacio Arzobispal. Murthy, junto a Joey Lim y Arias, siguió defendiendo que el proyecto de Meriton ha enraizado en la sociedad valenciana: «Queremos reconectar con estas tradiciones y con la sociedad valenciana. Nos hace mucha ilusión recuperar esta tradición de contar con un capellán, en estos momentos difíciles para la sociedad y la fuerza humana es muy importante para ayudarnos a salir de esta pandemia».

Un universo paralelo con el sentir general de un entorno que se sigue movilizando en contra de Meriton y que busca la forma de terminar con la etapa de Peter Lim en el Valencia. La oposición, es cierto, ha dado en los últimos días síntomas de desunión. Tras la salida de Libertad VCF o Curva Nord del movimiento De Torino a Mestalla, quedan dentro de él la Tertulia Torino, la Agrupación de Peñas, Espíritu del 86, Penya Valencianista per la Solidaritat y Viatgers. Son los apoyos que sigue teniendo el movimiento que aglutina Juan Martín Queralt y que en su hoja de ruta tiene prevista una reunión para principios de la próxima semana para perfilar el siguiente movimiento. La idea del grupo, que cuenta con el asesoramiento del abogado Pablo Delgado, es preparar una estrategia que vaya más allá de aglutinar acciones y que abra la vía judicial en todas aquellas acciones de Meriton que hayan puesto en peligro el patrimonio y el futuro de la sociedad. La última de ellas, el incumplimiento de la ATE con el deterioro a las cuentas que conllevará la pérdida del plan urbanístico.

José Pérez, presidente de Libertad VCF, explicó ayer a este periódico que su marcha del grupo de Martín Queralt no supone ningún cambio en su plan: «La salida de Torino no nos cambia para nada, aquello no estaba funcionando y nosotros seguimos presionando a Meriton por todas las vías. La más inmediata es la judicial que llevamos y alguna más que irá saliendo y la otra es la movilización del accionariado para seguir investigando y sacando información de cómo están gestionando el Valencia». El proyecto más ambicioso que tienen en mente es el de preparar un modelo de democratización para cuando consigan la salida de Meriton. «Cuando salimos de Torino les dijimos que tenemos la mano tendida para que si necesitaban cualquier ayuda aquí estamos, como alguna legitimación con el 1% del accionariado para tomar alguna medida. Nuestra mano sigue tendida. Lo único que cambia es que no veíamos factible seguir perdiendo el tiempo en algo que no era trabajar por desalojar a Meriton del Valencia», declaró el portavoz de un grupo que no quiere ni a Lim ni a nada que le represente, llámese príncipe de Johor.

Por oposición también hay que entender a las leyendas del club que han dado un paso al frente, al menos posicionándose. El último ha sido Santiago Cañizares, en su canal de YouTube: «Estamos en el peor momento de nuestra historia, atrapados por un máximo accionista que está llevando al club hacia una caída donde no sabemos muy bien dónde está el fondo. El Valencia está desangrándose. Tenemos la desgracia de no saber distinguir al honrado del ladrón y con mucha frecuencia nos hemos equivocado. No es momento de buscar culpables, es el momento de buscar soluciones y éstas deben llegar a través de las grandes instituciones valencianas. El Ayuntamiento, la Generalitat y el máximo acreedor, Caixabank. La gente en Valencia esperan de su acción». El que fuera portero de la etapa gloriosa del doblete propone crear «un comité de acción con expertos que busquen soluciones, que sean capaces de alguna forma de que Lim abandone este barco que nunca debió ser suyo, el Valencia podrá volver a sonreír y el valencianismo sentirse orgulloso de su equipo».

En el término oposición también puede maridar el movimiento empresarial que sopesa poner encima de la mesa una oferta formal para comprarle las acciones a Lim. Ahí aparecen nombres que ya estuvieron interesados en la primera crisis de identidad del proyecto de Meriton, en 2017, como el de Javier Guerola, un empresario textil de la Vall d’Albaida y que en su día ya formó parte de un grupo aspirante a la compra del club en el tristemente famoso proceso de venta. Ahora ha vuelto a poner el radar en posición.